Una vez más, la polémica se ha desatado en torno a Irma Eréndira Sandoval, titular de la Secretaría de la Función Pública (SFP). En esta ocasión, el motivo por el cual se ha convertido en un tema de conversación en las redes sociales es el encontronazo que tuvo con la politóloga Denise Dresser a través de sus cuentas de Twitter. En esta ocasión, la discusión estuvo relacionada con la resolución que la dependencia federal hizo sobre la investigación en torno a Manuel Bartlett.
“Los mezquinos ataques de los mismos de siempre, como Denise Dresser y Sergio Aguayo, me hacen lo que el viento a Juárez. La 4T vive y la lucha sigue”, publicó la funcionaria acompañada de un enlace hacia un texto escrito por su esposo John Ackerman, publicado en el periódico La Jornada y el cual se titula “López Obrador no es Peña Nieto”.
Posteriormente, Dresser también emitió una respuesta al comentario de Sandoval en donde criticaba su publicación. “Mi estimada: si las críticas te hicieran lo que el viento a Juárez, no tuitearías al respecto. Como decía Shakespeare: ‘la dama protesta demasiado’. Y los ataques ‘mezquinos’ que te molestan son idénticos a los tuyos sobre Virgilio Andrade luego de sus exoneraciones cuestionables”.
Esta controversia surgió debido a un tuit que Dresser publicó hace más de una semana, el 23 de diciembre, acerca de su accionar al frente de la SFP: “Dicen que son diferentes pero actúan de manera idéntica. El lopezobradorismo y el peñismo encubren/protegen el conflicto de interés de los suyos. Con la mini sobre Bartlett, Irma Eréndira Sandoval se vuelve la Virgilio Andrade de este sexenio”.
Además, esta publicación iba acompañada de un enlace al artículo semanal que escribe en el periódico Reforma, en el cual lanzaba duros comentarios hacia la administración de López Obrador: “Los artífices de la auto-denominada Cuarta Transformación haciendo lo mismo que los gobiernos que le precedieron. Investigaciones a modo a través de instituciones politizadas para encubrir a amigos y embestir enemigos”.
Algunas líneas abajo, también era posible leer lo siguiente: “Así como Virgilio Andrade utilizó a la Secretaría de la Función Pública para exonerar al ex presidente Peña Nieto por la Casa Blanca, Irma Eréndira Sandoval puso a la SFP al servicio de AMLO para encubrir a Manuel Bartlett. Al mimetizar el pasado, empañan el presente y arruinan el futuro. Porque no son los adversarios de la 4T quienes dañan su desempeño; más bien es víctima de su propio auto-sabotaje”.
Estos comentarios se basan en la exoneración de Bartlett tras una investigación realizada por la SFP. La indagatoria sobre el director de la Comisión Federal de Electricidad versaba acerca de un emporio de bienes raíces que no incluyó en su declaración patrimonial, el cual, según el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pertenece a sus hijos y pareja sentimental, por lo que no hay conflicto de interés.
“Están comparando a Irma Eréndira con el señor que hizo la investigación de la Casa Blanca (Virgilio Andrade). Un exceso. Lo que sucede es que el conservadurismo está muy enojado, andan como desquiciados", respondió López Obrador, sobre esta polémica después del fin de semana que estuvo de gira acompañado por Bartlett.
“Yo considero que la investigación que hizo Irma Eréndira fue profesional y que lo que hay en este asunto es mucho coraje del conservadurismo. Puede o no gustarles el licenciado Bartlett, pero estamos recuperando la CFE, el gobierno estaba secuestrado por una pandilla”, expresó.
Sobre las acusaciones de corrupción en contra de Bartlett, Sandoval declaró que “no hubo ninguna omisión” en las declaraciones patrimoniales de Bartlett porque no estaba obligado a declarar los bienes de su pareja sentimental ni de sus hijos, quienes ya no dependen económicamente de él.
La secretaría examinó 33 denuncias anónimas en las que se acusaba al político, uno de los personajes más cuestionados del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, de tener una fortuna 16 veces más grande de la declarada, misma que asciende oficialmente a más de USD 2.5 millones y está basada sobre todo en un imperio inmobiliario de 25 propiedades, de las cuales sólo había declarado cinco.
La investigación de la SFP demostró que esas 25 propiedades existen e incluso se hallaron "dos adicionales”, pero en ella también se aclara que Bartlett no tiene “injerencia como propietario en los inmuebles de su pareja ni de sus respectivos hijos”, ni hay elementos que dejen entrever que el funcionario haya utilizado prestanombres.
Sandoval indicó que al entrar en vigor la nueva ley de declaraciones patrimoniales de los funcionarios públicos en enero, Bartlett sí tendrá que “rendir cuentas” de ese tipo de propiedades, pero ahora no: “No hay doble juego; hay una sola legalidad y no se violentó esa legalidad”, señaló. “Aquí buscamos, buscamos y no encontramos”.
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