Debido a que el uso de pirotecnia provoca un impacto negativo en el medio ambiente y en el bienestar de los animales de compañía, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México, a través de la Agencia de Atención Animal (AGATAN), pide a las y los capitalinos no quemar cohetes durante las festividades de Año Nuevo. Carlos Fernando Esquivel Lacroix, titular de AGATAN, alertó que la pirotecnia genera en los animales de compañía miedo, ansiedad y graves repercusiones en su salud.
“Los animales son dignos de consideración moral. Cuando un individuo vivo es digno de consideración moral, significa que cualquier otro individuo tiene la obligación de respetarlo y salvaguardar sus derechos. Por eso estamos hablando de seres sintientes que tenemos que respetar de cualquier forma de vida y así lo estipula la Constitución Política de la Ciudad de México", precisó.
Esquivel Lacroix apeló a la sensibilidad de la ciudadanía y dijo que en caso de que ocurra una detonación de cohetes es necesario que los tutores responsables hagan sentir seguridad a sus animales de compañía a través de estímulos positivos. Para aminorar el estrés provocado por el ruido, recomendó enseñarle a nuestro perro o gato que cada vez que haya pirotecnia algo bueno pasa, por lo que el estímulo negativo que, en este caso es el ruido, pasa a segundo término.
“Si va a empezar la pirotecnia, en lugar de abrazarlo y decirle no te asustes, que son cosas que hacemos todos por naturaleza hagámoslo al revés, no demostremos ese nivel de angustia o de estrés y hagamos algo que al propio animal le guste como por ejemplo saquemos su juguete favorito, darle un paseo, jugar e incluso darle un premio, llámese un snack”, agregó.
El titular de AGATAN comentó que el objetivo es brindarles una buena calidad de vida a todos los seres vivos en la Ciudad de México y “como buenos ciudadanos tenemos que saber que mis derechos terminan cuando empiezan los derechos del otro y si todos pensáramos que es lo que vamos a generar en consecuencia de nuestros actos tanto para animales como para otros seres humanos, la convivencia, la concepción social sería mejor”.
Sostuvo que como médico veterinario le ha tocado ver pacientes que han muerto a causa del susto que les provocó la pirotecnia o que han tenido estados de shock por estar oyendo pirotecnia, por lo cual resalta: “la pirotecnia genera un nivel de estrés tan agudo que puede producir incluso hasta la muerte, sobre todo en gatos”. “Creo que tenemos que tomar un poco de conciencia y otra vez podemos festejar, sí, eso es una libertad que todos tenemos pero no perder de vista, no lastimar o trasgredir a nadie más”, añadió.
El caso del cachorrito que sufrió daño cerebral y los terribles efectos de la pirotecnia en las mascotas
Hace una semanas se hizo viral el caso de un cachorro de Chihuahua que quedó con daño cerebral debido a la detonación de fuegos artificiales por fiestas patronales en Jalisco.
“Ahora mi bebé no puede caminar, ni abrir su hocico, ni si quiera puede sostener su cabeza, ha tenido convulsiones y nadie se hará responsable de esto”, lamentó su dueña.
Según la usuaria de Facebook Mafer Carranza, el 13 de noviembre su mascota resultó con dicha lesión debido al uso de pirotecnia durante las celebraciones de la Parroquia Santa Cecilia, en la comunidad de Tonalá.
La mujer asegura que desde esa fecha, su perrito no puede sostenerse por su cuenta. Reclamó tanto al ayuntamiento de Tonalá como al gobierno del estado de Jalisco, con el fin de controlar el uso de la pirotecnia.
Los fuegos artificiales pueden ser espectaculares y muy divertidos para los seres humanos, pero a los animales les pueden causar desde taquicardia, temblores, falta de aire, náuseas, pérdida de control, miedo y hasta la muerte a causa de un infarto.
Recuerda que las reacciones pirotécnicas generan chispas, llamas, humo y truenos, y nuestros perros sienten temor y al huir pueden ser víctimas de accidentes o perderse; a los gatos les llaman la atención y pueden correr detrás de esos explosivos y lesionarse, ingerirlos o incluso perder la vista. A las aves, los truenos les provocan taquicardias que pueden llegar a provocarles la muerte.
No los lleves contigo a eventos donde haya juegos pirotécnicos y de ser posible bríndales contención acariciándolos y abrazándolos para que se tranquilicen.
En estas fiestas decembrinas los fuegos artificiales son parte de los festejos, pero seamos conscientes del sufrimiento que con esto les ocasionamos a nuestros animalitos de compañía.
¿Cómo tranquilizar a un perro asustado por cuetes?
Lo ideal es mantenerlo en un lugar donde no haya pirotecnia, pero si eso no es posible puedes abrazarlo o acariciarlo para que se tranquilice.
Cuetes, petardos, ambulancias, truenos… hay muchos ruidos que pueden alterar a nuestras mascotas, pero ¿cuál es la música relajante para perros?
Según la Universidad de Belfast, la música preferida por los perros y los gatos es la clásica. Hay que ser muy observador pues hay sonidos que los relajan y otros que los alteran.
Según un estudio realizado por la Universidad de Colorado, cuando los perros escuchan música clásica tienden a relajarse, por otro lado, cuando escuchan Heavy Metal, se estresan y se ponen más ansiosos.
Si no te gusta la música clásica, también funciona el jazz, el rock suave, el rock sinfónico y el reggae.
¿Por qué puede ayudar la música a nuestras mascotas?
La música es percibida por el oído y este es uno de los órganos que más desarrollados tienen los perros, justo después del olfato. Los perros son capaces de oír sonidos desde distancias cuatro veces más lejanas que los que pueden escuchar los humanos e incluso pueden oír frecuencias que nuestro oído no puede.
La música puede ponerlos contentos y la adecuada puede modificar su estado emocional. Actualmente existen terapias alternativas basadas en sonidos para mejorar el estado de ánimo de los perros o los gatos que son demasiado nerviosos o hiperactivos.
En servicios de streaming como YouTube y Spotify se pueden encontrar varias opciones tanto para perros como para gatos y para varios objetivos como: inquietud, nerviosismo, sustos, cachorros, etcétera.
El método es dejar que el perro o gato se acueste en su lugar favorito y darle play. Debemos asegurarnos de que la música suene con un volumen adecuado (no debe estar muy alta ya que ellos tienen oídos más sensibles que los nuestros).
Hay que tener paciencia para que el perro se vaya acostumbrando a esta actividad. Con 15 minutos diarios basta para comenzar ha crearle el hábito.
Incorporar a un perro o gato a la familia es cómo tener un hijo que va a durar entre 15 y 16 años. No son regalos
La mayoría de las mascotas, como perros y gatos, que funcionan como regalo en estas fechas navideñas, meses después terminan abandonados en la calle y sin familia.
Al respecto Adrian Rodríguez Granada, director administrativo del Hospital Veterinario UNAM-Banfield, dijo que los caninos y felinos se vuelven el obsequio perfecto de Santa Claus y los Santos Reyes, pero que desafortunadamente suelen ser un regalo sin consultar a todos los miembros de la familia.
Por ello, es muy importante que antes de incorporar una mascota al núcleo familiar, se tenga una conversación con el médico veterinario para orientar a la familia sobre cual es el animal más adecuado para sus capacidades, que es lo que implica y que conozcan sus responsabilidades.
Desafortunadamente, cuando llega la mascota a casa, y no fue una decisión concensuada con todos los miembros de la familia puede haber problemas de abandono, así los caninos y felinos terminan en la calle sin ser esterilizados y sufriendo su nueva condición de calle.
Esto desencadena en problemas de reproducción innecesaria, además de toda la contaminación generada por las heces fecales, añadió Rodríguez Granada.
Especialistas de UNAM-Banfield recomiendan tomar una decisión inteligente y que haya sido pensado, porque prácticamente incorporar a un perro o gato en casa es cómo tener un hijo que va a durar entre 15 y 16 años, incluso algunos bien cuidados llegan a 22 o 23 años.
No obstante, si por algún motivo se tomó una decisión precipitada, se aconseja acercarse a un lugar donde ayuden a colocarlos en un nuevo hogar que si tenga la capacidad de quererlo y acogerlo en el núcleo familiar, concluyó.
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