La operación que trajo a Evo Morales, ex presidente de Bolivia, a México el 12 de noviembre, costó casi 2 millones de pesos mexicanos (unos 106.000 dólares), informó la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
A través de una solicitud de información revisada por el diario El Universal, el Estado Mayor de la Defensa Nacional, la Comandancia de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) y la Dirección General de Administración de la Secretaría, dijeron que gastaron dinero, principalmente, en recarga de combustible y el pago de servicios aeroportuarios.
La tripulación que viajaba a bordo de la aeronave Gulfstream, modelo G550 con matrícula XC-LOK y número de registro FAM3916, tuvo que recargar turbosina en los aeropuertos internacionales en Lima, Perú, Asunción, Paraguay y Ciudad de México, luego de un recorrido de más de 12 horas. El monto total fue de un millón 395 mil 173,78 pesos.
Además, tuvieron que pagar servicios por aterrizar en las dos ciudades sudamericanas, lo que representó un gasto de 476 mil 522 millones de pesos. En total, la institución destinó un millón 871 mil 696 pesos en el apoyo brindado a Evo Morales, ex mandatario que dejó el país para trasladarse a Argentina el pasado 6 de diciembre.
El avión en el que se desplazó al boliviano, fue comprado durante el gobierno de Enrique Peña Nieto. Tuvo un costo de USD 54.491.000 y fue una de las 22 aeronaves que la administración del actual presidente Andrés Manuel López Obrador determinó vender para garantizar la austeridad.
Hasta el día en que fue utilizado para la misión diplomática, el vehículo permanecía almacenado en el Aeropuerto de Santa Lucía ya que pertenece a la Sedena.
El periplo de traer a Evo Morales a México
El boliviano renunció a la jefatura de Estado de su país el pasado 10 de noviembre, luego de que las Fuerzas Armadas le solicitaran que dejara el cargo por presuntamente haber realizado fraude en las elecciones para sentarse durante cuatro años más en la silla presidencial.
Después, comenzó una persecución. La oposición buscó a Morales para encarcelarlo, por lo que él se planteó salir del país. El gobierno mexicano fue uno de los primeros que le ofreció asilo al ex presidente, y él aceptó. Fue así como el 11 de noviembre de este 2019, el avión de la Sedena partió de suelo mexicano para traer a Morales.
Ante las complicaciones para aterrizar directamente en Bolivia, primero se realizó una parada en el aeropuerto de Lima, en Perú. Ahí esperaron para recibir las autorizaciones correspondientes para entrar a territorio de Bolivia. Finalmente, la consiguieron. El avión despegó y cuando ya sobrevolaban el espacio aéreo, les cancelaron la autorización, por lo que volvieron a Lima.
Después de intentarlo a través de la embajadora del subsecretario de América Latina, lograron tener el permiso. Llegaron a Bolivia en donde Evo Morales y otros tres acompañantes esperaban a la aeronave mexicana. Planeaban tomar la misma ruta de regreso a México, pero Perú pidió que no volvieran a aterrizar en el país por razones políticas. Por lo que la alternativa fue hacer una parada en Paraguay.
Ahí en el aeropuerto de Asunción recargaron turbosina. Horas más tarde partieron y transitaron, vía aérea, la línea fronteriza entre Bolivia y Brasil, hasta llegar a México. El 12 de noviembre Evo Morales llegó a la capital del país, en donde fue recibido por el canciller Marcelo Ebrard.
“Mientras tenga vida seguimos en política. Mientras tenga la vida sigue la lucha y estamos seguros que los pueblos del mundo tienen todo el derecho de liberarse. Pensé que habíamos terminado con la opresión, con la discriminación, con la humillación, pero surgen otros grupos que no respetan la vida, menos a la patria. Será parte de las luchas ideológicas, programáticas, culturales y sociales. Hermanas y hermanos, si algo de delito tengo, que es indígena Evo”, dijo Morales en su llegada.
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