Durante las primeras horas del 26 de diciembre, en la capital del país y el Estado de México continuará la alerta por contingencia ambiental, que surgió el miércoles 25 por valores de 155 puntos en el índice de Calidad de Aire (el promedio normalmente son de 103 microgramos por metro cúbico).
Según la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México y la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe), se decretó una fase preventiva de contingencia en la capital del país. Esta consiste en mantener puertas y ventanas cerradas, evitar hacer ejercicio al aire libre, no fumar en espacios cerrados. Suspender actividades de mantenimiento y de infraestructura urbana, y utilizar modo de recirculación el aire acondicionado en oficina, hogar o automóvil.
“Las condiciones meteorológicas y la inversión técnica que contribuyeron a la implementación de la contingencia regional de PM2.5 en la Zona Noreste del Valle de México, continúan siendo adversas para su depresión: viento débil y estabilidad atmosférica. Los modelos de pronóstico meteorológico señalan que esta situación se mantendrá a lo largo del día”, señaló la CAMe.
Las partículas contaminantes se clasifican de acuerdo a su origen y tamaño; existen las PM10, PM2.5 y PM0.1.Las PM2.5, que afectan al Valle de México este diciembre, son de las más pequeñas, con una medida igual o menor a 2.5 micras; aproximadamente de un grosor inferior al de un cabello humano, por lo que son un peligro potencial para la salud.
Según información de la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés) consultada por Animal Político, se tratan de una mezcla de sustancias orgánicas químicas como polvo, hollín y metales. Pueden provenir de automóviles, camiones, fábricas, quema de madera, entre otros. En este caso, surgió su acumulación debido a tres incendios que sucedieron en el Estado de México, quema de juegos pirotécnicos y fogatas que se han registrado en el Vale de México en los últimos días. Sobre todo en la Zona Noreste del Valle de México, en la estación Nezahualcóyotl.
El gobierno emite fases preventivas y recomendaciones, ya que las PM2.5 se acumulan en la región que va desde la tráquea hasta el bronquiolo terminal y también puede depositarse en los alvéolos. “La exposición a largo plazo a niveles altos de PM2.5 se asocia significativamente a hospitalizaciones por neumonía adquirida, mientras que la exposición a PM10 durante los meses de verano se asocia con mayores síntomas de apnea obstructiva y menor saturación durante el sueño”, dicta la Norma Méxicana NOM.025-SSA1-2014.
Las partículas PM2.5 además pueden perjudicar la frecuencia cardíaca ya que reduce su ritmo. La afectación es mayor cuando se trata de personas que sufren hipertensión, enfermedades cardíacas o pulmonares, además de niños y adultos mayores.
Algunos síntomas de que las partículas contaminantes dañan la salud, son: irritación en ojos, nariz y garganta. Tos, dificultad para respirar, opresión en el pecho. También función pulmonar reducida, latido irregular en el corazón, ataques de asma, ataques al corazón y muerte prematura en personas con enfermedad cardíaca o pulmonar.
Además de la quema extraordinaria de fuegos artificiales, este 24 y 25 de diciembre se registraron incendios en el Valle de México que contribuyeron a que la calidad de aire empeorara. Fueron tres en el Estado de México: en Chimalhuacán, Texcoco y el Bordo Xochiaca.
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