La incertidumbre de los mamuts mexicanos podría dejar investigaciones de estos animales paralizadas

Debido a los recortes de presupuesto, aunque se puedan hacer más descubrimientos, es imposible colocar los restos para poder exhibirlos o guardarlos

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Varios restos de mamut se han encontrado en Tultepec (Foto: INAH/Cuartoscuro)
Varios restos de mamut se han encontrado en Tultepec (Foto: INAH/Cuartoscuro)

A principios de noviembre de este año, un descubrimiento hecho en San Antonio Xahuento, Tultepec en el Estado de México marcó algo que podría cambiar la historia.

Las primeras dos trampas artificiales para cazar mamuts (las primeras en el mundo) y los 14 restos de estos animales son motivo para reescribir fragmentos de la prehistoria, según lo que la historiadora Juana Zúñiga le dijo al diario El País.

Y aunque el hallazgo ya representa un parteaguas internacional, no obstante, el actual gobierno mexicano no le ha asignado los recursos necesarios a los investigadores, quienes suponen que existe mucho más por descubrir: al menos una decena de trampas y los restos de 40 mamuts más. Sin embargo, los mismos investigadores admiten que podrían no llegar a saberlo nunca.

Según el arqueólogo Luis Córdoba Barradas, muchas trampas de cazar se han encontrado alrededor del planeta, así como huesos de mamut, sin embargo, estas trampas son exclusivamente diseñadas para los extintos animales por los hombres de esa época.

Luis Córdoba Barradas ha estado en contacto con la comunidad internacional (Foto: INAH/Cuartoscuro)
Luis Córdoba Barradas ha estado en contacto con la comunidad internacional (Foto: INAH/Cuartoscuro)

“Es un hallazgo importante porque cambia la visión que se tenía de los cazadores, de quienes se pensaba que eran grupos pequeños que dependían demasiado de la naturaleza. Las trampas excavadas a propósito prueban una gran organización de los cazadores”, explicó el investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México.

La excavación fue en primera instancia, un proyecto de basurero en Tultepec, un poblado de 90,000 habitantes. Pero después del descubrimiento, la construcción se paralizó y ahora, el pequeño equipo de trabajo se ha dedicado a extraer los huesos de la superficie. Pero el arqueólogo está seguro de que hay una probabilidad de que haya una línea de trampas a lo largo de medio kilómetro. Lo que equivaldría a un máximo de 70 mamuts más, un número del que probablemente nunca se sabrá con certeza.

“¿Qué haríamos con tantos huesos?”, preguntó Córdoba Barradas, quien confesó que debido a la falta de presupuesto, han dejado los huesos enterrados. “Incluso si consiguiéramos los recursos para poder sacarlos, no tendríamos dónde ponerlos o qué hacer con ellos”, argumentó.

Esto se hace más evidente con el tour que la publicación hizo por el Museo del Mamut, un edificio construido en nombre de un ejemplar que fue descubierto en 2015. Algunos de los huesos se encontraban en el piso, esperando ser restaurados. Y ahora, lo que con más presupuesto se hubieran convertido en oficinas, por el momento fungen como almacén.

(Foto: archivo)
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Según el diario, el financiamiento de la excavación ha venido del municipio, aunque el descubrimiento forma parte del patrimonio federal mexicano. “Lo que venga va a requerir más inversión y sabemos que los tiempos económicos no son favorables. Hacemos un llamado al Gobierno para que apoye la cultura y que los recursos federales también puedan caer en estos proyectos”, aseveró Zúñiga. La única contribución que ha hecho el poder ejecutivo, es cubrir el sueldo del investigador del INAH, por lo que no descartan acudir a financiamiento privado.

Pero esta vez no es la primera que el gobierno mexicano ignora descubrimientos, puesto que a 10 kilómetros de la excavación, otro grupo de trabajadores encontró restos de mamut dentro de las obras de construcción del Aeropuerto de Santa Lucía, uno de los proyectos que más ha impulsado el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Restos de un segundo ejemplar también fueron hallados en la misma zona, sin embargo la construcción continuó su curso, ya que los hallazgos no cumplían los requisitos para terminar la obra.

“Todo patrimonio es importante, no puede ser que las grandes obras como el aeropuerto o el Tren Maya se prioricen. Estos hallazgos también son importantes para el desarrollo equitativo de las comunidades”, reclamó la historiadora.

(Foto: archivo)
(Foto: archivo)

Hace 600 años, cada vez que bajaba el nivel del agua en los lagos del centro de México, se podían ver los enormes huesos que le pertenecieron a los paquidermos. Un fémur de metro y medio de largo, una cadera de un metro de ancho y muelas del tamaño de un antebrazo humano.

Al visualizarlos, los aztecas confirmaban su teoría: los gigantes llegaron a habitar ese lugar. Pero, ese no era el caso, sino que se trata de la Cuenca de México, en donde llegaron los mamuts.

La anécdota está registrada en un manuscrito indígena, según Córdoba Barradas. “Hay además reportes que escribieron los conquistadores cuando llegaron a México que hablan de huesos que pertenecían a antiguos gigantes”, agregó.

En el continente ha habido algunos descubrimientos de huesos como en Estados Unidos o Argentina, pero en México, estos han sido los descubrimientos más numerosos a lo lado de 70,000 años que los enormes animales rondaron estos caminos.

(Foto: archivo)
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En teoría, lo que los grupos de cazadores hacían, era aprovechar la sequía de los lagos de la época Máximo Glacial para organizar el acomodo de las trampas. “Una vez hechas las trampas, los cazadores arreaban a los mamuts con ramas, lanzas y antorchas hasta que cayeran en los huecos y, una vez allí, los mataban”, aclaró.

Con estos 900 vestigios, la propuesta de la Alcaldía de Tultepec es exponerlos en el museo por temáticas como enfermedades que sufrieron los animales, o las secuencias de su proceso de crecimiento.

A causa del cambio climático, estos animales fueron enfermando de osteoporosis o artritis, pues la escasez de agua los hizo caer en la desnutrición. El arqueólogo del INAH aseguró que podría haber muchas líneas de investigación, pero necesitan puntualizar con las instituciones públicas para poder afrontar los costos.

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