López Obrador habló de la tensión diplomática con Bolivia y aseguró que la vigilancia "excesiva” en la embajada mexicana disminuyó tras queja

El gobierno de México denunció la situación ante la Organización de Estados Americanos (OEA)

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(Foto: Galo Cañas/ CUARTOSCURO)
(Foto: Galo Cañas/ CUARTOSCURO)

Este martes durante su conferencia de prensa en Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador se pronunció sobre la situación que prevalece en torno a la Embajada de México en Bolivia, sobre la cual había una “presencia excesiva de personal de servicios de inteligencia y de seguridad bolivianos”.

El mandatario mexicano señaló que esta situación era violatoria al derecho internacional, al derecho de asilo a las convenciones que hay para proteger al personal de la Embajada y a quienes la habitan.

Recordó que al haber demasiada seguridad entorno a la sede diplomática, hubo un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores en el que México expresó su inconformidad

“Tengo noticias de que aminoró considerablemente esta situación de vigilancia extrema en nuestra embajada en Bolivia, pero pero sí se presentó esta protesta pública por esta situación”.

Banderas México y Bolivia
Banderas México y Bolivia

A pregunta expresa de que si esta situación podría considerarse como una medida de presión del actual gobierno boliviano para que México reconozca el régimen, Andrés Manuel López rechazó pronunciarse al respecto.

“No quiero yo expresar una opinión sobre esto, corresponde a la Secretaría de Relaciones Exteriores hacerlo en su momento. Estamos en espera de que se aclaren muchas cosas, queremos ver si se va a convocar a elecciones, quién va a participar en las elecciones, si van a poder participar todas las fuerzas políticas, si se va a restablecer el orden legal en Bolivia... Todo esto en nuestro marco de nuestra política de no intervención”, señaló.

Este lunes 23 de diciembre, el gobierno mexicano denunció ante la Organización de Estados Americanos (OEA) “la presencia excesiva de personal de servicios de inteligencia y de seguridad bolivianos” que vigilan tanto la residencia del embajador como la Embajada de México en el país latinoamericano.

La Embajada de México en La Paz, Bolivia (Foto: REUTERS/David Mercado)
La Embajada de México en La Paz, Bolivia (Foto: REUTERS/David Mercado)

La Misión Permanente de México en la OEA detalló en una carta que, desde el 21 de diciembre, alrededor de 150 funcionarios policiales y de inteligencia de Bolivia rodean la residencia oficial. Presuntamente, este lunes, como parte de las “acciones intimidatorias”, se intentó inspeccionar el vehículo de la embajadora en el país sudamericano.

"Más que proteger, han intimidado y vigilado el interior de las instalaciones, así como al personal diplomático mexicano”, señaló la carta dirigida al organismo internacional. De acuerdo con ella, estas acciones contravienen el principio de inviolabilidad de las sedes diplomáticas, tal como lo dicta la Convención de Viena.

Horas después, el propio ex mandatario boliviano, Evo Morales, criticó en Twitter al gobierno interino que preside Jeanine Añez, por presuntamente, cercar la Embajada de México en La Paz con policías.

“Repudiamos que el gobierno de facto al estilo de la dictadura militar viole la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas al cercar la residencia mexicana con policías y utilizar drones que violan su espacio aéreo para amedrentar y poner en riesgo la seguridad los asilados” (sic), apuntó.

La cancillería mexicana manifestó este lunes 23 de diciembre su preocupación por lo que considera una “excesiva” vigilancia de servicios de inteligencia y de seguridad de Bolivia en torno a las instalaciones diplomáticas de México en La Paz.

Mediante un comunicado recordó que el artículo 22 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas estipula que “los locales de la misión son inviolables”.

"El gobierno de México expresa su profunda preocupación por la presencia excesiva de personal de servicios de inteligencia y de seguridad bolivianos que vigilan tanto la residencia como la embajada (...) desde el pasado 11 de noviembre", señala el comunicado.

En esa fecha, el ex mandatario Evo Morales aceptó el asilo político que le ofreció México tras renunciar a la presidencia de Bolivia en medio de una crisis postelectoral.

Morales llegó a México el 12 de noviembre, pero el 6 de diciembre dejó el país para una breve estancia en Cuba antes de asilarse en Argentina.

Bolivia señaló a México de "violar" las normas internas de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) al convocar a reuniones de ese organismo para enero sin consultar con La Paz, que ejerce la presidencia pro témpore, por lo que no descartó abandonar el bloque.
Bolivia señaló a México de "violar" las normas internas de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) al convocar a reuniones de ese organismo para enero sin consultar con La Paz, que ejerce la presidencia pro témpore, por lo que no descartó abandonar el bloque.

Aunque el gobierno boliviano no ha respondido a estos cuestionamientos, de manera casi paralela, criticó a México por “violar” la normativa interna de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) al convocar a reuniones del organismo sin consultar con La Paz, que ejerce la presidencia pro témpore del bloque.

“El gobierno de México está actuando al margen de los procedimientos para el funcionamiento orgánico de la Celac, desconociendo las atribuciones de la presidencia pro témpore de Bolivia”, dice la nota firmada por la canciller del gobierno interino Karen Longaric y entregada a los embajadores del organismo.

“Bolivia no acepta, ni aceptará injerencia alguna en su política interna. Veremos si continuamos en la CELAC (...) y si México rectifica su conducta de violación a las normas de procedimiento”, señaló Longaric.

La misiva enviada por el gobierno latinoamericano también señala la negativa de la administración de López Obrador de reconocer a Jeanine Áñez como presidenta de Bolivia. "No pasa desapercibida la reiterada conducta inamistosa del actual Gobierno de México con Bolivia, su reticencia a reconocer al Gobierno constitucional de la presidenta Jeanine Áñez, la vulneración a los principios fundamentales del instituto del asilo para favorecer al señor Evo Morales sumada a esta nueva conducta, constituyen injerencia en los asuntos internos de Bolivia y contravienen la casi centenaria doctrina Estrada que definió la política exterior mexicana”, dice en el documento.

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