El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) advirtió este domingo que, a pesar de que el aumento de 20% al salario mínimo para el próximo año fue festejado por todos los sectores en el país, se debe prestar atención a que sea “congruente” con la productividad.
La política pública debe cuidar que los aumentos salariales sean congruentes con la productividad, como lo recomienda la teoría y la práctica económica general y que los costos laborales no resten competitividad a la industria
Para el CEESP, órgano asesor en materia económica del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y de otras empresas en México, la demanda de un incremento es “justa”, pero recordó un informe del Banco de México que alertó sobre los riesgos inflacionarios si “los aumentos salariales están por encima de las ganancias en productividad”, lo cual generaría “presiones de costos”.
Sin embargo, reconoció que la economía mexicana puede adaptarse a los últimos aumentos (del 16% para 2019 y del 20% para el 2020) sin que haya impactos en la inflación o en la productividad, pero “si los salarios se elevan más allá”, podrían traer precisamente efectos no deseados.
Y es que la semana pasada, en una reunión de su consejo de representantes, la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) aprobó un aumento al salario mínimo para 2020 del 20%, por lo que será de 123.22 pesos diarios el próximo año, a diferencia de los 102.68 pesos de 2019.
La Conasami confirmó un aumento del 5% directo al salario mínimo y otro de 14.67 pesos por concepto de Monto Independiente de Recuperación (MIR), con lo que se alcanza la cifra de 123.22 pesos, que entrará en efecto el 1 de enero próximo.
En la Zona Libre de la Frontera Norte del país, colindante con Estados Unidos, se aplicó la misma tasa del 5% de aumento directo al salario mínimo, pero no se aplicó el MIR, por lo que a partir de 2020 pasará de 176.72 a 185.56 pesos.
El Centro destacó que el aumento fue bien recibido “prácticamente” por todos los sectores. En el anuncio, encabezado por el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, y los principales líderes de los sectores empresariales y de los trabajadores, el ánimo fue festivo.
“Me parece que hay varios hechos que deberíamos de destacar, sobre esta negociación que hoy se culmina entre representantes patronales y trabajadores. Debo reconocer que como nunca se ha dado una libertad para que los representantes de los trabajadores y los patrones podamos negociar”, dijo el líder patronal Gustavo De Hoyos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en una entrevista con Radio Fórmula.
“Hay que decirlo claramente, en años anteriores había una clarísima intervención por parte de otras instancias de gobierno, de tal manera que no se permitía que hubiera un diálogo profundo en este tema”, aseguró De Hoyos, uno de los más críticos de la administración del político tabasqueño.
Incluso Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), indicó que el nuevo objetivo es, ahora que el salario mínimo ya se encontrará por encima de la línea mínima de bienestar individual, poder pasar la línea del bienestar de las familias.
“Queremos llegar a que sean 6,500 pesos mensuales, llegar lo más rápido posible sin crear un efecto negativo”, dijo. "Creemos que en esa línea tenemos ya al menos a dos millones de trabajadores mexicanos, pero no nos vamos a quedar ahí, dijo. Con el aumento anunciado hoy, el salario mínimo mensual está en unos 3,700 pesos.
El CEESP, fundado en 1963, se dedica a la investigación económico-financiera orientada a las empresas y a la defensa de los principios de libertad, igualdad de oportunidades para todos y del crecimiento económico sostenido.
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