El banco central de México recortó su tasa de interés clave por cuarta ocasión consecutiva después de que la inflación se desacelerara al objetivo de 3% y el crecimiento económico se detuviera.
Los encargados de política monetaria rebajaron el jueves la tasa interbancaria en un cuarto de punto a 7,25%, tal como lo pronosticaron 22 de los 23 economistas encuestados por Bloomberg. Eso todavía deja a México con una política monetaria restrictiva y la tasa real -los costos de endeudamiento menos la inflación- más alta entre los miembros del Grupo de los 20.
Sólo un miembro votó a favor de un recorte de medio punto, frente a los dos puntos de reuniones de tasas recientes. Si bien los analistas no sabrán hasta que se dé a conocer la minuta el 2 de enero si los cinco miembros de la junta participaron, sería inusual que alguien se pierda una reunión, y es más probable que un aumento de 20% en el salario mínimo para el próximo año haya hecho que Jonathan Heath o Gerardo Esquivel -ambos subgobernadores- adopten un enfoque más gradual, dijo Felipe Hernández, de Bloomberg Economics.
“La decisión de hoy muestra claramente que el salario mínimo está limitando la flexibilidad de la política monetaria”, señaló Hernández, economista de Latinoamérica. “La perspectiva para recortes de 50 puntos básicos ahora es menor”.
El banco central indicó que en 2020 tanto la inflación general como la inflación subyacente, que excluye los precios más volátiles de los alimentos y la energía, podrían verse afectadas por el aumento del salario mínimo, lo que provocaría una inflación levemente superior a la proyección anterior. Al mismo tiempo, los limitados datos del cuarto trimestre apuntan a una sostenida debilidad económica, y el balance de riesgos para el crecimiento se mantiene sesgado a la baja, señaló la junta.
En agosto, la Junta de Gobierno del Banco de México rebajó la tasa en un punto porcentual desde un máximo de una década después de que la inflación se desacelerara más de lo esperado. En las dos reuniones anteriores, la junta estaba en desacuerdo sobre cuán rápido recortar, y la mayoría prefería reducciones graduales de un cuarto de punto debido a la persistente inflación subyacente. Los designados del presidente Andrés Manuel López Obrador apoyaron recortes de medio punto.
Los economistas advirtieron esta semana que la inflación subyacente podría tener problemas para disminuir mucho después de que el gobierno anunciara el lunes planes para el alza del salario mínimo, lo que llevará el incremento a casi 40% en poco más de un año.
La inflación ha enfrentado una menor presión del peso mexicano, que se recuperó este mes para llegar a su nivel más alto desde julio, a cerca de 19 por dólar, lo que redujo la presión sobre los precios. La ventaja de la tasa mexicana sobre la Reserva Federal de Estados Unidos sigue siendo la más alta desde la crisis financiera de 2009. Eso significa que el peso sigue siendo una opción atractiva para carry trade, que se refiere a cuando los inversionistas piden préstamos en dólares y compran activos en monedas que ofrecen mayores rendimientos.
El recorte del jueves marca la primera vez desde que se comenzaron a reducir las tasas de interés en julio que la Fed mantiene la tasa en una reunión de política monetaria, el 11 de diciembre, y México redujo los costos crediticios de todos modos, reduciendo así la diferencia entre ambos.
Al votar por un recorte mayor en noviembre, Esquivel señaló que una reducción de un cuarto de punto era insuficiente y llegaba tarde al escenario. Mencionó factores como la inflación cercana a la meta de 3% del banco, la desaceleración de los precios subyacentes y una reducción general de las tasas de interés a nivel mundial. Heath enumeró algunas de las mismas razones para su voto, diciendo que la rigidez de la política mexicana no ha disminuido en relación con el resto del mundo, dada la distensión global.
Si bien López Obrador ha dicho en repetidas ocasiones que respeta la autonomía del banco central, en julio dijo que le gustaría que los encargados de política monetaria prestaran mayor atención al crecimiento.
El mes pasado, el banco recortó su proyección de crecimiento del PIB para 2019 a un rango de entre -0,2% y 0,2%, frente a su estimación previa de una expansión de 0,2% a 0,7%. El crecimiento de este año se vio frenado por la baja producción de petróleo y la brusca disminución en el sector de la construcción después de que López Obrador decidiera cancelar un nuevo aeropuerto de US$13.000 millones para Ciudad de México.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: