Para el 2020, en algunas entidades de la República se comenzarán a aplicar cambios en las medidas fiscales con el fin de enfrentar la desaceleración de la economía. En unos casos, se incrementarán las tasas vigentes, pero en otros estados se intentará explorar con nuevos gravámenes bajo el objetivo de fortalecer los ingresos.
Ciudad de México, Aguascalientes, Michoacán, Puebla y Guanajuato, son las entidades federativas en donde se experimentarán las modificaciones más importantes, pues apostarán por los llamados impuestos cedulares o estatales, a partir de los cuales se pretende gravar los ingresos obtenidos a través de diversas actividades locales o goce de bienes.
Entre las propuestas relacionadas con la integración de nuevos impuestos, una de las que más ha destacado en las haciendas públicas subnacionales, es la que se aplicaría a las bebidas alcohólicas. Esta modificación variaría en los diversos estados a partir de una tasa de entre el 4.5% y el 5 por ciento.
En Ciudad de México, los cambios que se avecinan pueden ser sumamente significativos, pues para el próximo año, el Congreso local aprobó la aplicación de un gravamen del 4.5% a las bebidas alcohólicas, esto bajo el objetivo principal de desincentivar su consumo y disminuir la incidencia de accidentes de tránsito, sin embargo, un punto relevante en este sentido es que no será aplicable a las cervezas, aguamiel o pulque.
Otra propuesta relevante está relacionada con los casinos, pues estos tendrán un impuesto del 20%, los cuales representarán 431.8 millones de pesos para las arcas gubernamentales. Además, esta medida también podría contribuir a combatir la ludopatía en los capitalinos.
Por otra parte, el Congreso local aprobó que se estableciera un impuesto del 10% en los juegos de apuestas aplicado al monto que apueste el jugador. También se consideró modificar en 13% al gravamen sobre Loterías, Rifas, Sorteos y Concursos. Sobre estos impuestos, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, dijo en noviembre que su objetivo era equiparar a los del área metropolitana.
Por último, el cobro de la tenencia tendrá un cambio con el fin de igualar al del Estado de México, pues se aplicará en autos particulares y motocicletas posteriores al 2001 y se basará en una tasa única del 3% sobre el valor del vehículo, pero se mantendrá el subsidio del 100% a la tenencia para vehículos cuyo valor no exceda los 250,000 pesos.
En Michoacán existe una iniciativa para cobrar impuestos cedulares por la prestación de servicios profesionales y por actividades empresariales en el siguiente año. Además, el gobierno local apostará por gravámenes ecológicos en la extracción de materiales, por la emisión de gases a la atmósfera, así como de contaminantes al suelo, subsuelo y agua.
Para Puebla, una de las modificaciones más relevantes que podría establecerse para el próximo año es el aumento del cero al 6% el Impuesto sobre la Nómina. Asimismo, un gravamen del 3% por juegos de apuestas sería tan significativo como el que se aplicará en las plataformas de hospedajes como Airbnb, las cuales deberán contribuir con un tribute de entre 2.5% y tres por ciento.
Guanajuato también ha considerado aumentar la tasa de los impuestos cedulares del dos al 5%, mientras que en los servicios de hospedaje se planteó un alza que llegaría al 4%. Sin embargo, el nuevo impuesto que se ha considerado integrar está relacionado con los bienes inmuebles, a los cuales se les cobraría una tasa del 5% por su enajenación.
Por último, en Aguascalientes se propuso una actualización de los impuestos temporal. El primer cambio relevante es que se modificó la tasa del Impuesto sobre la Nómina, de 2% a 2.5%, pero se aplicará únicamente para los ejercicios fiscales de 2020 y 2021. Según el Congreso local, los recursos obtenidos se dirigirán hacia la seguridad pública y para los fondos de apoyo a emprendedores.
Cabe destacar que en Oaxaca también surgió la iniciativa de modificar medidas fiscales relacionadas con la prestación de Servicios de Hospedaje, además de crear tres nuevos gravámenes para cobrar el ejercicio de las profesiones, la venta de bebidas alcohólicas y la extracción de materiales de remediación ambiental, pero las propuestas fueron declinadas.
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