Teotihuacán (en náhuatl significa: lugar donde los hombres se convierten en dioses o ciudad de los dioses) fue en su apogeo una de las mayores ciudades prehispánicas de Mesoamérica, sin embargo aún en nuestros días mantiene una amenaza constante: su irrestituible deterioro.
El viernes pasado ocurrió un penoso incidente, denunciado por integrantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Cultura del gobierno federal, cuando un abogado del área jurídica del el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), adscrito a la zona arqueológica de Teotihuacan, de nombre Geovanny “N” -quien presuntamente conducía con aliento alcohólico-, derribó un basamento, justo a la hora en que se realizaba el evento de “Experiencia Nocturna”.
Los tripulantes de la unidad accedieron sin permiso, por lo que al esquivar a los guardias de seguridad, chocaron con una escalinata destruyendo parte de su estructura.
En un comunicado, el INAH aceptó que el daño afectó dos metros lineales de escalón reconstruido, hecho de material de piedra volcánica con argamasa de cemento.
Sin embargo que “en el incidente no se afectaron vestigios originales ni sistemas constructivos originales, ya que este escalón es una restitución realizada, posiblemente, en los años ochenta, como se demuestra por la argamasa de cemento y el ‘rejón’ utilizado para evidenciar las partes reconstruidas en las consolidaciones arqueológicas”.
También señalaron que desde esa misma noche la dirección de la Zona Arqueológica de Teotihuacan notificó a las autoridades del INAH y procedió a evaluar los daños ocasionados.
“El sábado 14 se levantó el Acta de Hechos correspondiente y se iniciaron los dictámenes necesarios para integrar el expediente que se utilizará para presentar la denuncia ante el Ministerio Público”, detallaron.
A pesar de que este reciente ataque fue directo, existe deterioro en los vestigios de forma menos evidente.
En 2009 se inició el proyecto de luz y sonido “Resplandor teotihuacano” para reactivar la economía de la zona y atraer más turistas, sin embargo los vestigios también comenzaron a deteriorarse.
En ese año, autoridades del INAH, encabezadas por su titular Alfonso de Maria y Campos, e integrantes del Consejo de Arqueología denunciaron que sí hubo daño a las pirámides por la instalación de cerca de 12,000 luminarias.
También alertó sobre "el polvo de metal” que se dispersó en las diversas plataformas de las pirámides, por el corte de los rieles de aluminio, “lo cual es sumamente contaminante y entorpece la dinámica de investigación en los monumentos”.
¿Cuánto daño le hacen los turistas a las pirámides?
Las pirámides del Sol y la Luna son uno de los pocos recintos arqueológicos a los que el público puede subir. Exceptuando los días 21 de marzo, durante el equinoccio de la primavera en que las personas tienen una visita controlada, el resto de los días los turistas pueden disfrutar de explorar los edificios el tiempo que quieran, mientras sigan las medidas de seguridad.
Pero no todos están de acuerdo con la libertad que se le otorga a los visitantes. "Creo que ya ha llegado el momento en el que ya se debe de restringir el acceso de las pirámides de Teotihuacán… porque la gente sube y hay un desgaste tremendo en las estructuras. Llegan a desprender piedras para llevarlas de recuerdo, hay una gran erosión en los escalones que se puede dar cuenta que ya se están puliendo, pierden su forma original. Y también por otros actos de vandalismo", dijo el especialista en historia de México Enrique Ortiz García en entrevista con Infobae México.
Además, de que ascender a la parte superior de las estructuras también es un riesgo para los visitantes. Hace tres años un hombre alemán de 74 años falleció al intentar subir la Pirámide del Sol. El sujeto identificado como Seiler Eckhard tenía problemas de presión, por lo que al escalar sufrió una hemorragia y perdió la vida.
Otro de los casos emblemáticos en que una persona puso en riesgo su vida en Teotihuacán fue el de la actriz Glenn Close, quien al visitar la Pirámide del Sol se colgó de una roca saliente del segundo nivel de la estructura. El director de la zona arqueológica, Rogelio Rivero, dijo que la actriz se puso en grave peligro pues pudo haber caído y golpeado con las rocas del templo.
Sin embargo, las autoridades aún no han prohibido subir a los basamentos estructurales y sólo apelan a la responsabilidad de los visitantes porque, en opinión del divulgador de la cultura Ortiz García, es una de las zonas arqueológicas más visitadas de todo el continente. Por ello, restringir la subida, afectaría su popularidad.
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