Los economistas que debaten sobre el impacto de un salario mínimo en la desigualdad, la inflación y la tasa de desempleo están a punto de recibir toneladas de evidencias nuevas desde México.
El país elevará su salario mínimo un 20% el próximo año, un aumento siete veces más rápido que la inflación, además de un repunte del 16% este año.
El gobierno izquierdista del presidente Andrés Manuel López Obrador está utilizando el salario como herramienta para combatir la pobreza y la desigualdad. Representa una ruptura absoluta de las políticas recientes de México, cuando los aumentos al salario mínimo apenas superaron la inflación para ayudar a los exportadores a Estados Unidos a mantener bajos los costos.
Antes de que López Obrador asumiera el cargo, el salario mínimo de México era el segundo más bajo entre más de 30 países en un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos como una proporción de lo que ganaba un trabajador promedio. Solo Estados Unidos mantenía un salario mínimo menor que México.
Los economistas están divididos sobre si los aumentos en el salario mínimo perjudican la creación de empleos.
Gregory Mankiw de la Universidad de Harvard, quien presidió anteriormente al Consejo de Asesores Económicos de EE.UU., ha argumentado que el alza salarial reduce las oportunidades laborales para los trabajadores no calificados. El premio Nobel Paul Krugman dice que no hay evidencia de que el aumento del salario mínimo cueste empleos.
Protestas masivas
El aumento salarial se produce cuando los encargados de política debaten sobre la manera de reducir las disparidades sociales en medio de protestas masivas en varios países latinoamericanos.
Entonces, ¿cómo avanza el experimento de México?
A pesar de las advertencias del banco central mexicano, el aumento del 16% al salario mínimo de este año no ha avivado la inflación, al menos no por ahora.
La tasa de inflación ha caído a alrededor del 3% frente al 4.8% de hace un año. La inflación básica, que tiene como objetivo rastrear las tendencias subyacentes de los precios al excluir los bienes más volátiles, como los alimentos y la energía, apenas se movió durante 2019.
Algunos economistas también señalan una fuerte demanda de los consumidores como un beneficio del mayor poder adquisitivo de los trabajadores.
El integrante de la Junta de Banxico Gerardo Esquivel, designado por López Obrador y miembro moderado del banco central famoso por su tono duro, celebró el aumento salarial adicional que entra en vigencia el 1 de enero, al decir que era “justo y necesario”.
Inflación, empleos
Otros economistas han advertido que el impacto acumulativo de dos aumentos de dos dígitos afectará mucho más los precios en 2020 y obligará al banco central a frenar su serie de recortes de tasas de interés.
“Estamos comenzando a ver cierto efecto de los altos aumentos del salario mínimo sobre la inflación en la forma de una inflación subyacente más alta, y eso hará que el banco central sea más prudente”, dijo Ernesto Revilla, jefe de economía de América Latina en Citigroup Inc. en Nueva York. “Hará que Banxico avance lentamente en el ciclo de relajación”.
Además, México creó 30% menos empleos formales hasta noviembre en comparación con el año pasado. El banco central había dicho en un informe en agosto que el aumento salarial a principios de año contribuyó a la desaceleración de la creación de empleos.
Banxico, que se pronostica que recortará su tasa de interés clave en un cuarto de punto el jueves, no respondió a una solicitud de comentarios respecto al impacto del aumento de esta semana en los empleos y los precios.
Los salarios mexicanos están aumentando en todos los ámbitos, lo que, junto con las remesas más altas, permitirá que el gasto de los consumidores crezca más rápido que el resto de la economía el próximo año, según Carlos Capistrán de Bank of America.
Aun así, incluso después del aumento, el salario mínimo se mantendrá en apenas US$6,50 diarios.
El ajuste es una noticia “muy buena para el país, muy buena para los empresarios y especialmente muy buena para los trabajadores”, dijo Gustavo de Hoyos, presidente de Coparmex, una de las cámaras empresariales más grandes de México, en un video publicado en su cuenta de Twitter. Este es el “mayor aumento en términos reales desde 1988”.
Lo que dice nuestro economista:
“El aumento en salarios posiblemente sí ha ayudado a moderar la desaceleración en el consumo este año, pero el efecto positivo en parte se ve erosionado por el efecto negativo sobre el empleo y los riesgos para la inflación”.
—Felipe Hernández, economista para América Latina de Bloomberg Economics
Impacto amplificado
El salario mínimo de México está aumentando tan rápidamente que ahora cubrirá a un número mucho mayor de trabajadores, lo que amplificará su impacto.
El aumento del salario mínimo de este año solo elevó aproximadamente el 1% de los salarios en la economía formal. El próximo año, dicha cifra podría alcanzar el 10%, ya que más trabajadores ganan menos que el nuevo piso de ingresos de 123,22 pesos diarios, según José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico de Ciudad de México.
“Los impactos positivos, así como los desafíos para la inflación y para las empresas, serán mayores”, dijo.
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