El Congreso de la Ciudad de México retomará sus sesiones en el mes de febrero con un tema pendiente en la agenda: la aprobación de la Ley de Infancias Trans, un texto que da el derecho a los menores trans a reconocer su identidad de género y elegir su nombre.
"El dictamen contempla que cualquier niño pueda realizar el trámite de cambio de género ante un juez del registro civil con el acompañamiento de solo uno de sus padres o tutores", explicó este miércoles a Efe el diputado del izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena) Temístocles Villanueva, impulsor de la iniciativa de ley.
El texto fue aprobado en comisiones en el Congreso de la Ciudad de México el pasado mes de noviembre y debió haberse votado en pleno antes de empezar diciembre, pero las protestas que generó, visibles con una concentración a las puertas de la Cámara, paralizaron su ratificación y llevaron el texto a nuevas mesas de trabajo.
Los opositores pusieron su foco principalmente en dos aspectos de esta iniciativa: arguyeron que los niños no son capaces de decidir sobre su género y se opusieron a que la nueva ley solo contemple la necesidad del acompañamiento de uno de los progenitores.
El integrante de la asociación provida Iniciativa Ciudadana por la Vida y la Familia, Hugo Anaya, lo resumía así en esa manifestación: "Es una decisión que los menores no pueden asumir. Si no les dejamos votar, no podemos dejar que decidan sobre su género".
Villanueva, sin embargo, recordó que la identidad de género no es "una decisión, sino una autopercepción" e ironizó diciendo que "uno no amanece un día siendo trans de repente".
La abogada Tania Morales, madre de un adolescente trans y presidenta de la ONG Infancias Trans, aclaró en una entrevista con Efe que su hijo siempre vivió como un hombre, y se refirió a la necesidad de la aprobación de un solo progenitor para realizar el trámite.
"El porcentaje de personas trans apoyadas por sus familias es pequeño, y en el 87% de los casos solo las apoya la madre. Las madres somos jefas de familia, trabajando dobles turnos, damos explicaciones al mundo y tenemos que enfrentar estas cosas. Algunos padres no están presentes y es una carga enorme", argumentó.
El diputado morenista incluso fue más allá que Morales y defendió que la patria potestad en ningún caso se retiraría por no dar apoyo en este proceso. "Es un derecho del menor y no del progenitor, y por tanto lo que debe primar es el interés superior de la niñez", apuntó.
FALTA DE INFORMACIÓN
Los estándares internacionales, según Villanueva, reconocen que el 1.7% de la infancia pertenece al colectivo trans. En la Consulta Infantil y Juvenil 2018 del Instituto Nacional Electoral Mexicano, el 1.6% de los más de cinco millones de menores encuestados dijo no pertenecer ni al género masculino ni al femenino.
"Esta reforma en la ley está impulsada por familias, por gente transexual joven, y está apoyada desde organizaciones nacionales e internacionales", defendió Morales, quien reclamó más información y educación sobre el asunto.
La abogada aseguró que ella no sabía nada sobre género antes de que su hijo le compartiera su sentimiento respecto a su identidad, por lo que sostuvo que la normalización legal y la difusión sobre estos colectivos haría más fácil la vida de su hijo y de todas las personas que viven la misma situación.
Por el momento, la aprobación de la Ley de Infancias Trans tendrá que esperar a febrero: la iniciativa, después de pasar por mesas de trabajo tras el primer intento de votación, ya vuelve a estar en la agenda del pleno del Congreso de Ciudad de México.
De hecho, la ratificación del dictamen formaba parte de los puntos del día de la Cámara el pasado domingo, último día de actividad ordinaria de este 2019, pero por cuestiones de tiempo no se pudo llevar a cabo.
EFE
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