Ramón Merino fue liberado después de varios días de permanecer preso en una cárcel de Zongolica, Veracruz, por asesinar al presunto secuestrador de su hijo la semana pasada, caso que se volvió viral en redes sociales y causó cientos de protestas en la región. El hombre de la tercera edad continuará con su proceso bajo prisión domiciliaria hasta que se deslinden responsabilidades.
Don Ramón, como ha sido identificado, fue arrestado tras abatir a un presunto delincuente que buscaba privar de la libertad a uno de sus hijos. Durante el tiroteo, otro de los criminales resultó herido y uno más logró escapar. Los policías ministeriales detuvieron al hombre que, según su versión de los hechos, actuó en defensa propia, así como al sujeto que quedó lesionado.
La captura de Ramón Merino provocó cientos de protestas. En redes sociales el caso de volvió viral bajo el hastag #LiberenARamón; mientras que los pobladores veracruzanos cerraron varias vialidades como la carretera federal Acultzingo-Tehuacán y la autopista Córdoba-Puebla, para exigir la liberación de Don Ramón.
Tras varios días de permanecer preso en el Penal de Mediana Seguridad de Zongolica, Merino recobró su libertad y continuará con su proceso bajo prisión domiciliaria hasta que se concluya la investigación complementaria en un periodo de tres meses.
Fue durante la tercera audiencia de desahogo de pruebas que el juez de control en Orizaba, Veracruz, determinó poner en libertad a Ramón Merino y reclasificar el delito por el que fue vinculado a proceso en un inicio.
De esta manera, las medidas cautelares por las que el inculpado fue acreedor a un año de prisión preventiva fueron modificadas.
“Originalmente, la Fiscalía había aportado los datos de prueba para solicitar su vinculación por el delito de homicidio, y durante la audiencia el Juez de Control resolvió variar el delito por el de homicidio en riña”, explicó la Fiscalía General del Estado de Veracruz en un comunicado.
De acuerdo con el artículo 133 del Código Penal para el Estado de Veracruz, Merino podría cumplir una sentencia de cinco a 12 años de prisión en caso de que él iniciara la agresión o de cuatro a ocho años si se comprueba que fue provocado, además será acreedor a una multa de hasta de 200 días de salario.
El impartidor de justicia añadió que el proceso continuará por tres meses hasta que se concluya la investigación complementaria; además Don Ramón podrá permanecer libre durante este tiempo, gracias a que “se resolvió otorgar la prisión domiciliaria por motivo de la excepción prevista por el numeral 166 del Código Nacional de Procedimientos Penales".
Esta última variación contempla que en el caso de que el imputado sea una persona mayor de setenta años o con alguna enfermedad grave o terminal, podrá cumplir su prisión preventiva en su domicilio o en un centro médico o geriátrico, siempre cumpliendo las medidas cautelares.
Al salir de la prisión, Don Ramón fue recibido por las personas que establecieron una férrea defensa de su libertad en las calles de Zongolica y Acultzingo, Veracruz, quienes entre vítores, gritaron: “sí se pudo, sí se pudo”.
“No puedo explicarles cómo me siento de feliz por este apoyo. Gracias señores custodios del penal de Zongolica, donde me tuvieron unas bellas personas, bien tratado. Los quiero, los amo y perdónenme si alguna vez los he ofendido, aunque creo que no porque siempre he sido respetuoso con todo mi pueblo. Estoy aquí para servirles”, dijo al salir del Penal de Mediana Seguridad de Zongolica.
“Estoy feliz por lo que hice, porque me defendí en defensa propia”, reiteró el hombre de la tercera edad.
Fue el 8 de diciembre pasado cuando Ramón Merino recibió una llamada de su hijo, quien le informó que unos hombres lo perseguían en una camioneta con la intención de secuestrarlo.
El padre no dudó en defender a su hijo y le pidió que los llevara hacia su casa en el municipio de Acultzingo, Veracruz, donde los recibió a balazos. Logró asesinar a uno de los presuntos secuestradores, a otro lo hirió y el tercero logró escapar.
Merino fue detenido y fue puesto a disposición del juez a quien relató los hechos. Durante su declaración, el militar en retiro aseguró que actuó en legítima defensa porque un año antes otra de sus hijas fue víctima de los mismos delincuentes, entre los que se encontraba Genaro “N”, quien fue abatido la semana pasada.
A pesar del relato del ex soldado, el juez de control determinó vincularlo a proceso por el delito de homicidio doloso y dictó un año de prisión preventiva, lo que desató las protestas en las calles y redes sociales.
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