A menos de un mes de finalizar el 2019, la violencia contra uniformados no da tregua en el país. Sólo en Guanajuato se han registrado 61 asesinatos de agentes de seguridad, lo que lo convierte en el estado más letal para ser policía.
De acuerdo con la organización Causa Común, los crímenes contra funcionarios dedicados a la seguridad pública tienen que ver con varios factores, la principal es la falta de preparación de los agentes, que al confrontarse con los sicarios son atacados fácilmente. También puede ser que reciban varias amenazas por parte de grupos delictivos.
Otra situación es la falta de coordinación entre las instituciones estatales y federales.
Con una diferencia de 22 personas, el estado de Michoacán ocupa el segundo lugar de policías asesinados en el país. Ahí han sido atacados al menos 39 elementos.
En Chihuahua fueron ejecutados 31 uniformados, mientras que en Jalisco el conteo registra 27 funcionarios de seguridad ultimados. Guerrero y Sonora reportaron 25 y 23 muertes, respectivamente.
Pedro Antonio Neri Morales, Roberto López Lozano, María Guadalupe López Patiño y José Juan de la Fuente Villalpando, se convirtieron en las últimas víctimas del crimen organizado.
Los cuatro agentes de la Seguridad Pública de Villagrán, Guanajuato, fueron levantados el pasado miércoles por supuestos sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación. Posteriormente sus cuerpos fueron localizados descuartizados y embolsados en la carretera Salamanca-Celaya.
Este ataque se suma al homicidio de tres agentes ultimados por los mismos pistoleros, quienes esa noche causaron narcobloqueos.
La violencia en Villagrán, Guanajuato tiene que ver con la disputa que el CJNG mantiene con José Antonio Yépez, “El Marro”, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, cuyas operaciones ilícitas se centran en el robo de combustible, extorsión y secuestro.
Para “El Marro”, la zona de Villagrán es un punto importante, debido a que aquí mantiene presuntas alianzas con personal de seguridad y políticos. Además, está ubicado en pleno Triángulo del Huachicol.
Su alcalde, Juan Lara, del Partido Acción Nacional (PAN) ha sido acusado de tener vínculos con el crimen organizado. Incluso, varias de sus cuentas bancarias y las del propio Ayuntamiento fueron bloqueadas.
El ataque del pasado miércoles podría interpretarse como un golpe del Cártel Jalisco Nueva Generación para entrar al feudo del Marro.
Irapuato es otro municipio asolado por la violencia contra agentes. Apenas dos días antes del ataque a Villagrán se reportó el secuestro de un matrimonio de policías y su hijo.
La pareja y dos jóvenes se encontraban en su casa, cuando un grupo criminal arribó y los sacó a la fuerza. En los hechos, sólo la hija menor logró escapar, por lo que dio parte de la situación.
La agente de la Policía Municipal, Sonia Arellano Fonseca era una las víctimas, quien lamentablemente no corrió con la suerte de su primogénito y esposo, que fueron liberados por los presuntos criminales.
El cuerpo de Arellano Fonseca fue colocado en una bolsa negra y abandonado en la comunidad La Coyotera.
En agosto, ésta fue condecorada con el reconocimiento al Mérito Policial 2019, que se gana por su desempeño en la corporación.
Al tiempo, en Celaya, Guanajuato, fue baleado un elemento preventivo por presuntos sicarios en la colonia Segunda Sección Jardines.
Mientras el uniformado vigilaba uno de los domicilios en la calle Pirules y Fresnos, éste fue alcanzado por las balas de un comando quien huyó en un vehículo que luego fue abandonado.
El asesinato de la policía, Jessica Alejandra, fue uno de los casos más lamentables. El pasado 28 de febrero, la mujer murió junto con su esposo y su bebé de 10 meses.
La comisionada de la Unidad de Análisis y Estrategias para la Seguridad Ciudadana, Sofía Huett, señaló que el asesinato de los policías es una muestra de que los agentes están haciendo bien su trabajo pues no se repliegan
MÁS SOBRE ESTE TEMA: