Evo Morales fue recibido con “bombo y platillo” en México, pero salió del país por la puerta de atrás”. La partida del ex presidente de Bolivia es fiel reflejo de su aciago paso por Norteamérica, salpicado por las acusaciones de irregularidades durante comicios electorales bolivianos y señalamientos de intentonas para desestabilizar a la nación que gobernó más de una década.
“Las tres semanas de Evo Morales en México fueron por decir lo menos desafortunadas”, aseguró el periodista Ciro Gómez Leyva, antes de presentar un resumen de la presencia del boliviano en México en Imagen TV.
“Parecía que su estadía sería triunfal luego de la forma en la que lo recibió el canciller Marcelo Ebrard a mediados de noviembre, por la forma en que la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum lo designó como ‘huésped distinguido’, por la forma en que lo saludó el presidente... pero las cosas no le salían al ex presidente de Bolivia que llegó a México huyendo de una protesta popular que le impidió reelegirse a perpetuidad”, agregó Gómez Leyva.
Morales dio algunas entrevistas a medios internacionales en México y acudió a un par de conferencias, donde incluso recibió abucheos. Con el pasar de los días, comenzaron a llegar al país más datos desde Bolivia sobre las irregularidades en las elecciones del 20 de octubre y dictámenes de la Organización de Estados Americanos (OEA), comprometedoras para el líder izquierdista.
Lo que en un principio fue expectación y apoyo de diferentes sectores políticos en México, fue perdiendo brillo hasta hacer de la presencia de Evo una mera anécdota.
El viernes 6 de diciembre se dio a conocer que Evo Morales había partido a Cuba. Sin más detalles, se especuló que era un viaje temporal.
“Se hubiera despedido”, atinó a decir Marcelo Ebrard, cuestionado sobre si la partida de Morales de México era definitiva. Días después se supo que el ex presidente boliviano había llegado a Argentina como refugiado político.
“Hace un mes llegué a México, país hermano que nos salvó la vida, estaba triste y destrozado. Ahora arribé a Argentina, para seguir luchando por los más humildes y para unir a la #PatriaGrande, estoy fuerte y animado. Agradezco a México y Argentina por todo su apoyo y solidaridad”, escribió a través de Twitter Morales.
López Obrador: Evo “se despidió de mí, no para siempre”
El presidente Andrés Manuel López Obrador, aseguró el viernes que habló con Morales antes de que llegara a Argentina y el ex presidente boliviano se mostró muy agradecido con el pueblo mexicano por haberlo asilado.
“Hablé con Evo y se fue muy agradecido con el pueblo de México y muy agradecido con los mexicanos”, dijo López Obrador desde Palacio Nacional en su conferencia matutina.
Explicó que hablaron por teléfono y Evo “se despidió de mí, no para siempre”.
“Se despidió de mí porque se fue a Argentina. Hablamos y le dije que esta era su casa y estaban las puertas abiertas para Evo y para todos los luchadores sociales del mundo”, apuntó.
Dijo que esto era por la política exterior propia de México, “que ha sido ejemplar en otorgar asilo a perseguidos políticos”.
“Hemos dejado de manifiesto que no queremos dictaduras militares, democracia sí, militarismo no”, concluyó.Evo Morales, que la semana pasada viajó a La Habana para una consulta médica, llegó este jueves a Argentina procedente de Cuba.
Según confirmó el jueves el ministro de Exteriores argentino, Felipe Solá: “Viene para quedarse en Argentina” porque “él se siente mejor acá que en México, porque además sus dos hijos están acá”.
La violencia comenzó en Bolivia el día después de los comicios del pasado 20 de octubre, en los que Morales fue proclamado vencedor para un cuarto mandato consecutivo entre denuncias de fraude a su favor.
Un informe de la OEA del pasado 10 de noviembre advirtió de “graves irregularidades” en las elecciones, ese mismo día Morales renunció a la Presidencia forzado por los militares y al otro día viajó a México en condición de asilado.
Durante su estancia en México, Evo Morales ya había revelado que estudiaba la oferta de asilo de Argentina debido a la cercanía de este país con Bolivia.
El Gobierno del peronista Alberto Fernández le puso como condición para ser asilado que no haga declaraciones políticas desde el país.
Con información de EFE
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