No podría existir la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara sin sus stands, los espacios que abarcan todo el Centro de Exposiciones en la capital de Jalisco y que son construidos sólo tres días antes del inicio de la fiesta literaria. Gracias a estos stands, algunas editoriales transforman el espacio en blanco en una gran librería con miles de libros, que dura sólo 9 días.
El crear un stand no es fácil. Debe haber una producción y una proyección del lugar por lo menos seis meses antes y esto para que la FIL otorgue el permiso de construcción del stand.
Saúl Trejo, quien trabaja para la editorial Sexto Piso, explicó a Infobae México que planear un stand requiere de mucho tiempo, pues primero les dan el tamaño de la superficie. En este caso a la editorial le brindaron una de 110 metros cuadrados.
“Para montar el stand necesitamos una logística que empieza a mediados de año y ver cómo vamos a diseñarlo, para que sea lo más cómodo para el público y lo más agradable”.
“Tienes que buscar la forma de cómo acomodar los libros, dándole una secuencia de acuerdo con el sello editorial y todo esto empieza en el mes de junio: preparamos todo, hacemos diferentes bocetos de cómo queremos los libreros, qué queremos exhibir a mayor potencia y darle lo mejor al lector”, confesó.
En cuanto al stand, Saúl explicó el diseño que traen este año, pues al ver la división que hay entre el paso de la gente y los libros, mencionó que dejaron un espacio libre para que puedan ver las mesas en donde están los libros que se exponen.
“Ahora decidimos hacer la pared más pequeña, pero ahora damos mayor exhibición a los libros. Es buscar toda esa lógica. También hicimos pequeñas islas que están identificadas para que el lector, de inmediato, encuentre lo que esté buscando”.
Si quieren libros de filosofía, narrativa o lo más destacado se presenta de forma distinta y en mesas que sean más fáciles de identificar.
“De igual forma se cubren necesidades que la misma feria nos va poniendo como son: un seguro para que puedas ingresar, no te puedes pasar de cinco metros 40, si te pasas te multan y prácticamente es por lo que nos enfrentamos”, explicó Saúl.
Los trabajadores deben respetar la logística de la Feria, porque “deben ingresar tráileres para manejar todo este volumen de libros”.
Después de llegar a la Feria, la editorial se tardó tres días en armar el stand “traemos ya el diseño desde la oficina y cómo va el material para que sea fácil. Todo ya viene separado por las áreas a las que vamos a acomodar y se requiere tres días para montar todo”, detalló.
Y para poder armar una librería de 110 metros cuadrados, adentro de la feria, se necesitaron ocho personas. No tienen un presupuesto fijo, pero platicó Saúl que para el stand se realiza una “fuerte inversión”.
“Traemos alrededor de 23 mil libros, de los cuales todos están en exhibición. Es importante el mobiliario para que dé oportunidad de acomodar todo el material donde no se deba tener mucho en bodega porque puede pasar que en un mismo día vendas 20 ejemplares de un título y a veces es difícil identificarlo de inmediato”.
Cuando nació la editorial nada más tenían un espacio de 3 metros por un metro cuadrado, posteriormente tuvieron 12 metros y ahora tienen más de 110 metros cuadrados.
La FIL Guadalajara trae alrededor de 2200 sellos editoriales y hubo otros stands de gran tamaño por lo cual implican más gasto y más libros, siendo que hay un día que hacen una venta nocturna con varios descuentos.
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