Don Felipe es un hombre de 82 años que no ha dejado de luchar por sus sueños. Siempre tuvo la ilusión de trabajar en una planta automotriz, pero por situaciones de la vida nunca pudo cumplir su meta y ahora está dispuesto a alcanzarla.
Pero no se ha tomado el camino a la ligera. Se ha preparado de manera constante y disciplinada. Tanto, que está a punto de terminar la carrera en Ingeniería en Procesos y Gestión Industrial en la Benemérita Universidad de Puebla (BUAP).
Desde hace tres años se levanta diario a las 4:30 de la mañana para dirigirse al plantel de San José Chiapa en donde toma clases. Pero desde octubre de este año realiza un esfuerzo más: después de asistir a la escuela, se dirige a las instalaciones de Agua de Puebla para Todos, en donde comenzó a realizar su servicio social.
Esta empresa es una concesionaria de agua potable, drenaje, alcantarillado y saneamiento de Puebla, y manifestaron a través de Twitter su alegría por poder trabajar con Don Felipe. Asiste con ellos dos horas de lunes a viernes y los fines de semana va de 10:00 a 14:00 horas.
"Es de admirar la labor que realiza este hombre, quien en Agua de Puebla para Todos estamos orgullosos de contar con su experiencia de vida y de impulsar el crecimiento de personas como Don Felipe, quien nos motiva a seguir aprendiendo y a prestar un servicio cada día más humano, ya que como él dice, debemos estar abiertos siempre al cambio, al aprendizaje, a enfrentar los retos sin temor a nada, y a disfrutar cada día de nuestra vida”, comunicó la compañía.
Para laborar con ellos hizo el mismo procedimiento que muchos otros estudiantes universitarios. Asistió a Casa Aguayo a la Jornada Ciudadana para pedir apoyo para realizar su servicio. Don Felipe dijo que le interesaba colaborar con esta compañía porque no existe nada tan indispensable como el agua.
Cómo Don Felipe se convirtió en el alumno más longevo de la BUAP
En abril del 2016 Don Felipe se hizo reconocido en el país, pues se dio a conocer la noticia de que realizaría el examen de admisión para cursar ingeniería en la BUAP. Cuatro meses después, con 79 años, su nombre volvió a ser mencionado ya que pasó la prueba y se pudo inscribir a la universidad.
En su tiempo fuera de la escuela trabaja como comerciante. Vende cebollas, chile, limón y tomates en mercados de Tepeaca y Cholula. “A nadie le platico que voy a estudiar, porque nada más se me quedan viendo, piensan que estoy mal de la cabeza. ¡A mis años! pero tengo una forma de superar todo solo. Me siento realizado, contento y feliz", dijo a Puebla Online. Y agregó: "Es una gran cosa el estudio. El estudio es de las almas más poderosas que hay en este mundo, aprende uno muchas cosas”.
Felipe Espinosa es padre de cinco hijos, uno de ellos ingeniero. Sin embargo, desde que falleció su esposa prefiere vivir solo; “veo bien, oigo bien, razono bien y sigo trabajando. Este es mi gran capital y lo que me nutre es el trabajo y la ilusión”, contó.
“Todos me preguntan mi edad, que si voy a poder, pero sólo dijo: ‘acabo de nacer, porque lo que estoy viviendo es el inicio, de aquí para adelante’. Un poquito fuera de tiempo, pero aún a tiempo”, explicó.
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