La Ley Olimpia se aprobó en la Ciudad de México y ahora, Olimpia Coral Melo Cruz trabajará un protocolo a nivel nacional en contra de la violencia digital, el cual espera que sea un parteaguas tanto para México, como para el resto de América Latina.
En los últimos años, las mujeres que han sufrido de violencia digital, se dieron cuenta de que ellas no son las culpables, han perdido el miedo hacia sus agresores y están dispuestas a enfrentar al Estado como lo hizo el Frente Nacional para la Sororidad, liderado por Melo Cruz.
A principios de esta semana, con 56 votos a favor, cero en contra y cero abstenciones, el Pleno del Congreso de la Ciudad de México, aprobó la Ley Olimpia. Esta sancionará con cárcel de 4 a 6 años a quienes graben fotos, audios o videos de índole sexual sin la autorización o mediante engaños a una persona. Además, las penas por amenazas o extorsión para difundir los contenidos, incrementarían hasta tres años.
“Fue un tema difícil, fueron tres años de resistencia. Ocho meses de lucha cañona. O sea, lo que se ve en los medio y en las primeras planas, para nosotras fue gloria. Nunca hubiéramos creído que íbamos a estar en las primeras planas porque hace años nadie nos creía. Todos nos decían que esta violencia no existía, que estábamos inventando o era nuestra culpa. Y después el hecho de ver cómo la violencia digital se estaba visibilizando en las primeras planas de este país con titulares como ‘castigo, a quien difunda fotos íntimas y packs’ y lo que el mundo leía era eso. Pero lo que nosotras leíamos era: ‘y tiemblen los machistas’. Queremos que cese este tipo de violencia que es muy común en las mujeres y que se pasa de las calles, las escuelas, universidades porque se hace una extensión de esto y se traslada al espacio digital y nadie le estaba poniendo atención a eso”, comenzó Melo Cruz en entrevista con Infobae México.
“No sentimos llenas de esperanza porque creemos que esto es solo la punta del iceberg de todo lo que va a pasar. Ganamos una batalla, porque ganar la guerra es cuando no haya ni una más, cuando haya justicia, cuando salga el primer encabezado después de la “Ley Olimpia” y haya una persona castigada por difundir fotografías. Queremos que ese mensaje le llegue al mundo para que vean que no está bien abusar de las mujeres, incluso en los espacios digitales. No está bien”, continuó.
Aunque a Melo Cruz le halaga el hecho de que una ley lleve su nombre, el impulsar esta ley se trató no sólo de visibilizar una situación de violencia por las que pasan las mujeres, pero también acompañarlas y obligar al Estado a no criminalizarlas por disfrutar de su sexualidad.
“No leemos cárcel, castigo. Lo importante es que lo que nosotras leemos es: ‘Sí tenían razón las mujeres jóvenes. No es su culpa y que la violencia digital existe’. Eso es lo que nos hizo llorar en el congreso, el hecho que el estado te diga que tenías razón. ‘No son culpables, no son las malas, las putas, las zorras, las locas, o las provocadoras. Son víctimas y hoy deben de dejar de serlo. Nuestra lógica debe ser diferente”, explicó.
Además, agregó que un paso muy grande que se logró, fue poner la agenda feminista para que la política se comience a dar con esta perspectiva.
“Claro que es político, pero lo hicimos a nuestra manera, a nuestro modo y le pusimos la agenda (feminista) al país. Claro que fue gracias a todas las manifestaciones y claro que fue gracias a haberlo quemado todo. ¿De qué servía? De esto, de abrirnos los espacios a las que por mucho tiempo habíamos sido silenciadas. Nos sentimos contentas y unidas. Creo que andamos muy enamoradas de nosotras mismas”, dijo la activista.
Pero la lucha no fue sólo por aprobar una ley, sino por visibilizar dos puntos que anteriormente no fueron visibles para la sociedad: la realidad de lo virtual, y la sexualidad de las mujeres.
“Se cree que lo virtual no es real, que la vida virtual es una vida ajena, teníamos dos aspectos: lo de lo virtual, que significaba que no existe, no es real. Y por otro lado, el estigma de la sexualidad. Si juntas estas dos cosas y lo metes a un sólo canal que es violencia digital, contra otro aspecto más: las mujeres son las principales víctimas pues no es real y ellas tienen la culpa. Esto se lee en la calles las mujeres que son violentadas, cuando llegan a denunciar, se les pregunta cómo iban vestidas, qué usaban. Si eso pasa en espacios offline, ahora trasladados al espacio online imagínate, no te penetran ni tocan, entonces no es una agresión que palpes, pero sí la vives”, aseveró.
“Para nosotras, lo virtual es real, no necesitan penetrarte para violar tu cuerpo. Cada vez que comparten packs y nudes, sin autorización sirve para el acoso, persecución, burla, humillación o escrutinio ciudadano, no por algo público, sino por la intimidad de las mujeres, por su vida privada, por su sexualidad. Por eso es que en esta dinámica entre lo público, privado y lo íntimo, creemos que el bien tutelado mayor debería ser lo íntimo. Y ahí va el tema de la reforma: delitos contra la intimidad sexual, y que esto seguimos batallando diario”, detalló.
Aunque existen los reclamos hacia la reforma, por “no ser tan importante como otras” o porque va en contra de la libertad de expresión, Olimpia responde que las mujeres se deben tener derecho a la intimidad, porque es una extensión de los derechos de cualquiera y por eso al estado debe obligarse a protegerlos.
“Necesitamos otra visión de la humanización del internet. Claro que sí, pero mientras no esta pasando eso y no es un ambiente apto para las mujeres, tiene que haber medidas emergentes. No sabemos si son las óptimas, yo no sé si la Ley Olimpia sea lo mejor del mundo, es debatible y mejorable. Es una obviedad que la ley Olimpia no es el descubrimiento de derecho penal, pero sí es la voz de las mujeres, de todas. Cada coma y cada palabra, es una lágrima convertida en resiliencia escrita en una reforma”, narró.
“Una de las cosas que nosotras hemos querido simbolizar con esta reforma es que no sólo es un cambio legislativo, es una causa. Para nosotras se trata de lo que sigue, es la punta del iceberg. El hecho que esta Ciudad de México sea liderada por tres mujeres, ahí es una revolución feminista, porque justo hasta que llegaron las mujeres, hubo alguien que levantara un cartel que dijera: ‘la violencia digital es real y existe, no es porno ni venganza’. Así decimos que lo logramos, ese es el abrazo porque no somos las culpables, que se escondan ellos, que tengan vergüenza ellos. Que sean repugnados socialmente ellos (acosadores, abusadores y violadores)”, agregó.
Para la activista, los pasos siguientes son simples, hay que visibilizar la violencia digital y señalar a quienes difundan como cómplices de este abuso, además de enseñar a empresas que son dueñas de redes sociales, que deben tener una forma de respetar la dignidad humana.
“De esta primera etapa de visibilización hay que crear una etapa de educación digital, no debemos olvidar que la educación digital y no solamente hablar de una humanización del internet, porque al final es un espacio que habitamos las personas. Que el internet no domine a las personas. Las empresas privadas como Facebook y Twitter no son solamente redes de interconexión de humanos, son empresas privadas, deben de tener un freno cuando se trata de derechos humanos", manifestó.
"Además creo que se debe hablar de lo que está permitido. Mientras se siga viendo al internet como un ente intocable con el que se puede hacer todo se le está dando la oportunidad a profesionalizarse a toda la delincuencia. Creo que más allá de que la educación vaya en una cuestión de sensibilización, de utilizar bien las redes sociales, de navegar con mayor respeto a las personas, hay que hablar de esta extensión de nuestra vida. Cuando logremos la reforma nacional, le estaremos hablando a esas empresas para que se preparen protocolos sobre las nuevas tecnologías. Una óptica feminista de habitar internet”, expresó.
Melo Cruz señaló que quienes están en el gobierno de la Ciudad de México, hicieron mucha diferencia para poder seguir adelante con el proyecto. Insistió también que la sensibilidad con la que la trató la jefa de gobierno, es una de las claves para poder tratar a las víctimas de violencia.
“Cuando a Claudia Sheinbaum (jefa de gobierno) le presentamos nuestro dolor, hubo un antes y un después. Lo primero que dijo fue: ‘Chicas les ofrezco una disculpa’. Esto es lo que las autoridades deben hacer, atenderlas con sensibilidad, porque hoy en día, las culpan en todos lados, por esta cuestión de cultura machista arraigada. Si venimos de eso, espera que las autoridades tengan sensibilidad, es decirles que no están solas, no tienen la culpa. No serviría nada si no son sensibles ni humanos cuando se trata de algo tan íntimo como los cuerpos de las mujeres”, declaró.
Mientras tanto, los hombre también pueden unirse al movimiento como aliados al no consumir, no cosificar y no comprar a las mujeres. Según Olimpia, los hombres son parte esencial del movimiento, porque son ellos quienes deben parar las actitudes.
“No odiamos a los hombres, es una cuestión de prevención. La cultura porno está fundada por una cosificación de las mujeres, ha sido una cuestión de propiedad privada hacia nuestros cuerpos, porque servimos para el placer sexual masculino. Es una deuda histórica que se tiene contra las mujeres, que cualquier hombre que tenga conciencia y sensibilidad no se siente agraviado por esto. Cuando haces un vuelco a la historia, te sensibilizas más. El machismo es además de incongruencia, y apatía, es ignorancia”, sentenció.
“El papel de hombre como aliado es dejar de consumirnos como platos desechables porque son los que más consumen y compran cuerpos. Consumen nuestras caras y cuerpos, pero no conocen nuestra historia. Se necesitan a los hombres para ser aliados, porque si no ¿cómo se acaba esto? Pero tienen que dejar de vernos como cuerpos y comenzar a vernos como seres humanos”, ahondó.
Además, la activista hizo hincapié en que la ley se creó con ambos géneros en mente, pero teniendo en cuenta la desigualdad que sufre una mujer ante el escrutinio, mientras que un hombre es prácticamente glorificado en situaciones casi idénticas.
“La fotografía de una mujer desnuda, no causa el mismo impacto que el de un hombre, las condiciones de desigualdad son claras. Mientras los hombres están en el baño de su casa, masturbándose, erotizandose, burlándose, acosando a una chica, esa chica que está viendo podría estar en su casa suicidándose”, ejemplificó.
“Ahí está el video de Zague, a él le subieron un video que dañó su intimidad y vida privada, y sufrió ciber persecusión. Incluso él podría denunciar con la Ley Olimpia a quien le filtró el video. Pero la persecución social no fue para él, sino para Paola Rojas, su esposa. Y la persecución social de Rusia 2018 al momento en el que publicaron el pack de la conductora Patty López de la Cerda, ella suplicó para que bajaran su video, además de que los comentaristas de TV Azteca comenzarona decir cosas de ella, como que era raro que llorara por el video cuando usaba vestidos cortos. Nadie dijo eso de Zague. Al final de toda esta historia, Zague hoy, en la cultura falocentrista, está haciendo comerciales de shampoo y Patty tuvo cada vez menos foco porque no era moralmente aceptada. La Ley Olimpia va para hombres y mujeres, pero esta conciencia y sensibilidad de cómo afecta más a las mujeres que a los hombres, es una perspectiva de género que no debe ser olvidada por nadie. Sí tiene que verse de esa manera, porque la afectación no es igual”, especificó.
Ahora, su enfoque va en llevar el ejemplo de esta ley, que se perfeccione y que llegue a proteger tanto a las mujeres mexicanas, como a las latinoamericanas en general. Y que no sólo el difundir la imagen sea lo malo, sino que el acoso que llega a haber por parte de terceros también sea castigado.
“En Puebla está tipificado las conductas que dañen la dignidad de las personas, acoso, ciber persecusión. Aquí se agravó la conducta de hostigamiento sexual, acoso y amenazas.
Hay compañeras de Chile, Venezuela y Argentina con las que hemos platicado, pero no hay todavía algo sólido. Nos preguntan que cómo le hicimos aquí, y les decimos que hicimos una estrategia feminista. De América Latina recibimos alrededor de 10 casos (diarios) en promedio, desde que se hizo visible este tipo de violencia”, finalizó la activista e impulsora de la ley.
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