La Universidad Nacional Autónoma de México y el Sindicato de Trabajadores (STUNAM) acusaron de irresponsables y sin sustento los comentarios que Eduardo López Betancourt, presidente del Tribunal Universitario de esa institución educativa, realizó durante una entrevista con el diario El Universal respecto a que las organizaciones laborales protegen a maestros y empleados administrativos de la violencia de género ejercida sobre las estudiantes.
“Esta casa de estudios enfrenta el problema, no lo esconde ni lo niega. Por eso no admite descalificaciones tendenciosas, a todas luces impropias de un universitario”, informó la UNAM por medio de un comunicado en donde expresó su desacuerdo en relación a las declaraciones de López, quien también es decano de la Facultad de Derecho.
La institución educativa también señaló que las palabras de López Betancourt sugieren actitudes contrarias a la legislación universitaria. Asimismo, refirió que desde 2016 se puso en funcionamiento un protocolo para la atención de casos de violencia de género, el cual hizo visible el problema, además de que se encuentra “en permanente actualización para que la atención de denuncias y las respuestas sean cada vez más prontas y satisfactorias”.
En este sentido, la UNAM proporcionó algunos datos. A través de la Unidad para la Atención y Seguimiento de Denuncias y de las oficinas jurídicas de los planteles, han levantado el registro de 1,104 quejas, de las cuales resultaron 991 presuntos agresores. También puntualizó que se iniciaron 862 procedimientos de sanción y que de estos, 553 ya fueron resueltos, mientras que 168 se concluyeron sin ningún castigo.
También señaló que 177 alumnos fueron expulsados, suspendidos o amonestados, mientras que del personal académico se rescindió el contrato de 50 personas, se suspendieron a otras 74 y 49 más fueron amonestados. Por último, sobre los trabajadores administrativos de la institución, se informó que 29 fueron despedidos, 51 suspendidos y 23 más fueron amonestados.
Después de que se diera a conocer la noticia en el periódico de circulación nacional, este mismo diario entrevistó a Agustín Rodríguez, secretario general del STUNAM, quien desafió a López Betancourt para que denunciara, con nombre y apellido, a aquellos funcionarios que protegen a los acosadores en la universidad.
“Estoy dispuesto a dialogar con pruebas en mano, donde quiera, donde gusta, en una reunión de trabajo o en los juzagados”, retó. Además, le exigió que sustentara sus palabras para que éstas “no se queden en el aire. Él es abogado y se supone que como tal conoce las leyes. Sus declaraciones tienen que ser sustentadas, porque el señor está calumniando y difamando a nuestra organización”, finalizó.
El origen de la discusión
De acuerdo con información del Tribunal de la UNAM, en el último año no se ha emitido ningún tipo de castigo en contra de profesores o trabajadores administrativos que formen parte de alguno de los sindicatos de la institución por el hecho de acosar, hostigar sexualmente o incluso violar a alguna de las alumnas.
Esto, de acuerdo con Eduardo López Betancourt, presidente del organismo, resulta contrastante, pues cada año escolar, la cifra negra de estas agresiones podría llegar a los 2,500 casos: “Ningún docente ha recibido sanción. Tengo un año sin sancionarlos y por eso pido ayuda. Las autoridades escolares se manejan de forma grupal y mafiosa”, señaló en una entrevista con el diario El Universal.
También reveló que cada escuela o facultad es un “coto de poder” en donde los directores suelen ser los dueños y alrededor de ellos existe un conjunto de profesores que lo apoyan, quienes, aprovechándose de esa relación, “son los acosadores. Ésta es una situación cotidiana”, señaló.
La razón por la cual el Tribunal de la UNAM no ha logrado emitir sanciones se debe a que muchos de los casos de violencia sexual y de género se resuelven a través de comisiones mixtas entre la Rectoría y las organizaciones laborales, que en este caso son Asociación Autónoma de Personal Académico (AAPAUNAM) y el Sindicato de Trabajadores (STUNAM).
Para Betancourt, la situación debe ser objeto de crítica, pues "los sindicatos y los contratos colectivos protegen a los profesores acosadores. Debería haber una voluntad para no convertirse en cómplices, que den facilidades, porque hoy por hoy pretextan las comisiones mixtas y ahí se resuelve todo”.
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