El robo de combustibles ha sido una problemática recurrente a través de los sexenios en México. Si bien en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador se ha convertido en un tema prioritario, desde hace varios años se ha rechazado el apoyo tecnológico de países como Ucrania para cumplir con esta tarea.
De acuerdo con una entrevista realizada por El Financiero a Rusián Esprine, embajador extraordinario y plenipotenciario de Ucrania, desde hace cinco años, empresas especializadas en la industria de los hidrocarburos del país europeo le han ofrecido tecnología a Petróleos Mexicanos con el fin de apoyar a México en la lucha contra el llamado huachicoleo, pero Pemex no ha aceptado la ayuda.
Entre los mecanismos que han sido brindados destacan varios softwares, fórmulas químicas y otros instrumentos capaces de detectar el robo del combustible. Es relevante mencionar que su funcionamiento ha sido probado en otros países y aunque han continuado sus esfuerzos de que el gobierno mexicano implemente estas herramientas en su territorio, no han obtenido una respuesta por parte de las autoridades.
Esprine dijo no poseer información que le clarifique las razones por las cuales la administración del presidente López Obrador ha rechazado las contribuciones en este tópico, pero señaló que a pesar de los desencuentros, el gobierno de su país se mantiene dispuesto para trabajar tanto en éste como en otros intercambios comerciales.
El funcionario también mencionó algunos detalles del programa que han promocionado con el fin contribuir a la disminución del huachicol y entre algunas de las características más destacadas se encuentran su capacidad para detectar la variación de la presión en los ductos, así como enviar drones a los puntos conflictivos con el fin de verificar su estado de manera remota.
Medidas de este tipo, declaró, serán benéficas para los empresarios relacionados con la gasolina, pues tendrán la posibilidad de detectar, por medio de registros y sensores, si es que el combustible que reciben en cada una de sus estaciones de servicio está alterado.
Cabe recordar que uno de los primeros anuncios relevantes en el gobierno de López Obrador estuvo relacionado, precisamente, con el combate al huachicol en Pemex, pues cerró ductos, aumentó la su vigilancia y optó por la distribución del combustible en auto-tanques. Esto representó importantes problemas a inicios de 2019, pues el desabasto de gasolina en estados como Ciudad de México, Guanajuato, Estado de México, Querétaro e Hidalgo, entre otros, fue una constante.
Además, en la comunidad de Tlahuelipan, Hidalgo, en el centro del país, unos 78 kilómetros al norte de la Ciudad de México, fue donde ocurrió a principios de año un accidente en una toma clandestina de un ducto de Pemex que provocó la muerte de 137 personas.
El motivo de la lucha contra esta actividad delictiva es que, según el presidente, representa un desfalco a la hacienda pública por más de USD 3.300 millones. Por otra parte, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda ha señalado que más de USD 2.200 millones provenientes del robo de gasolina han entrado a esquemas de lavado de dinero con más de 114 empresas, de los cuales unos USD 500 millones estarían en el sistema financiero.
Además, esta práctica se relaciona con la violencia que se vive en determinados estados. Ejemplo de ello es Guanajuato, la segunda entidad con más reportes de robo de gasolinas, en donde, según información del periodista Héctor de Mauleón, en 2018 más del 85% de las muertes violentas en tuvieron que ver con los grupos relacionados a la obtención ilegal del combustible.
Debido a esta práctica, la Guardia Nacional y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha realizado operativos a lo largo del año en distintas gasolinerías con el fin de detectar aquellas que vendían combustible robado en estados como Sinaloa, Sonora, Chihuahua, Tamaulipas y Tabasco.
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