Repartidores de aplicación que operan en México se reunieron el 27 de noviembre por la tarde para realizar una rodada en conmemoración al fallecimiento de José Manuel Matías, un distribuidor que fue arrollado por un tráiler en el 2018 cuando entregaba un pedido de comida.
Aproximadamente 50 trabajadores se reunieron en el Ángel de la Independencia en la Ciudad de México (CDMX) en donde primero realizaron un “rayado de mochilas”, que consiste en escribir, en los bolsos en donde se guardan los pedidos, información necesaria en caso de que uno de ellos sufra un accidente, como número de emergencias, tipo de sangre y nombre.
Después, impartieron de manera gratuita un taller básico de mantenimiento de bicicleta. Muchos repartidores de aplicación usan a ese medio de transporte para realizar los pedidos.
Posteriormente, se dirigieron a Eje 5 Sur y Periférico, lugar en el que murió José Manuel, para colocar bicicleta blanca y una ofrenda para él. “Hace un año justo a las 3 pm la gran mayoría ya sabia que había muerto un Repartidor, pero no sabíamos ¿Quién era?¿Cómo se llamaba?¿Desde donde venía? Hoy, lo menos que deseamos es que vuelva a suceder o que muera otro repartidor y nadie sepa de su paradero, pero con el paso de los meses descubrimos que somos muchos y que podemos apoyar a los demás sean o no repartidores”, publicó el colectivo #NiUnRepartidorMenos en su cuenta de Facebook. El grupo nació después del accidente del joven.
En su trayecto fueron resguardados por agentes de tránsito de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) que los seguían en bicicleta y dos patrullas.
También fueron a Río San Joaquín y Lago Hielmar, para darle mantenimiento a la bicicleta conmemorativa de Ximena Callejas, repartidora que falleció el 5 de mayo también por atropellamiento.
En la rodada los trabajadores además solicitaron mejores condiciones de trabajo. Ya que a un año de la muerte de su compañero, el estado en el que que operan en la Ciudad de México no ha mejorado.
Los accidentes continúan cobrando vidas: en septiembre hubieron 364 incidentes, en donde dos personas fallecieron. Uno de ellos era un policía que después de terminar su turno, trabajaba en aplicación para completar sus gastos, según datos del colectivo #NiUnRepartidorMenos.
“Nuestra principal demanda es muy sencilla: que nos reconozcan como trabajadores y no como “socios”, que las aplicaciones mejoren la protección ante situaciones de riesgo y que los legisladores regulen la relación laboral entre aplicaciones y trabajadores digitales, para que tengamos prestaciones”, dijo Andrea Santiago, vocera del grupo, durante la manifestación.
Medidas de seguridad creadas por repartidores
A falta de medidas de seguridad efectivas de las empresas de aplicaciones, los repartidores han creado sus propios mecanismos de seguridad. Uno de ellos es un “mapa de guerra”. Se trata de una bitácora digital que alimentan los trabajadores en donde se marcan los sitios en los que ha habido asaltos, accidentes y abusos.
También han creado grupos de WhatsApp en donde se informan las rutas que toman y lugares en donde se encuentran. En caso de que alguien sufra un accidente, lo comunica a través del chat y repartidores cercanos se acercan a auxiliar.
Igualmente, llevan un registro de los casos de acoso que han sufrido las mujeres que trabajan en el sector. De esta manera tienen claro en dónde se realizan y por parte de quién, para reportarlo a las autoridades.
Las comunidades creadas trabajan en conjunto en la Ciudad de México, Querétaro, Morelos, Michoacán, Puebla, Guadalajara, Guanajuato, Mérida, Monterrey y Sinaloa.
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