“No moriré de esta manera”: el impactante relato de Katsuko, la joven que se arrojó de un Uber para salvar su vida

Ha denunciado irregularidades en la investigación para enjuiciar al hombre que intentó raptarla

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(Foto: Pixabay)
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Katsuko Nakamura es una joven mexicana que siempre ha estado consciente de la violencia contra las mujeres que se ejerce en el país, pero nunca imaginó que un día sería víctima de un crimen.

Eran las 10 de la noche del 26 de noviembre cuando Nakamura salió de trabajar. No quiso arriesgarse a caminar sola hacia el Metro en calles poco alumbradas. Al conocer la situación de inseguridad en México, le pareció peligroso tomar esa ruta, así que decidió pedir un Uber. Creyó que de esta manera llegaría segura a su casa.

Pero no dejó de preocuparse. También había escuchado de casos de secuestro en medios de transporte por aplicación, así que tomó todas las medidas de precaución que conocía “Al subirme a la unidad corroboré que la foto coincidiera con el chofer, me senté atrás del conductor (porque así es más difícil que cualquier tipo me ataque), revisé la puerta no estuviera bloqueada...”, escribió la joven en Facebook.

(Foto: Twitter)
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Todo parecía en orden, hasta que se dio cuenta de que las ventanillas del auto no podían bajar. Esta señal la puso alerta y miró de manera más detallada su alrededor. Se percató de que el conductor tenía puestos guantes de piel, lo que le pareció extraño. “Una de las primeras frases que me dijo fue: ¿Ya a descansar? A lo que contesté casi sin ganas que sí, ¿Siempre sales tan tarde? Le dije NO firmemente. Me preguntó ¿Por qué tan solita? Y él mismo respondió: Ya no vas a estarlo (sic)”, contó Katsuko Nakamura.

Fue entonces cuando el hombre cambió sus guantes por unos de látex. Sin avisar cambió la ruta que tenía como destino la casa de la joven. Debería haber tomado Churubusco para dirigirse a Eje Central, pero en su lugar, siguió a toda velocidad por esa avenida en la alcaldía Coyoacán. Nakamura entendió lo que pasaba: la estaban secuestrando. Llamó a su novio para pedir auxilio, mientras le exigía a gritos al conductor que la bajara, pero la ignoró.

Ella estaba lista para lanzarse del auto. A pesar de que corría el riesgo de ser atropellada por otros vehículos, o de sufrir graves heridas por la caída, se encontraba dispuesta a hacerlo para no ser raptada. “Si no podía escapar planeaba quitar el respaldo del auto para usarlo como arma. A pesar del miedo no me paralicé. Fue entonces cuando un coche se atravesó y el conductor dio un frenón, ahí fue cuando vi la oportunidad de saltar, sin pensarlo comencé a correr entra calles para encontrar gente y estar a salvo”, comentó.

Katsuko denunció lo sucedido en
Katsuko denunció lo sucedido en redes sociales (Foto: Facebook)

Después del suceso se dirigió a su casa en donde, asustada y enojada, le contó a su familia lo que había pasado. Ella y su hermano decidieron contar lo que había pasado en redes sociales para alertar a mujeres que podrían sufrir la misma situación.

Irregularidades en la investigación

A las 16:00 horas del miércoles 27 de noviembre, un día después del incidente y de haber hecho la denuncia en redes sociales, Diego Flores Mejía, fiscal de la alcaldía Benito Juárez, contactó a Katsuko Nakamura para decirle que habían detenido a una persona que podría ser quien intentó secuestrarla. “Incluso, el fiscal le envío una foto a mi hermana para que pudiera identificar al individuo. Luego de que mi hermana reconociera al hombre, el fiscal le pidió que acudiera a la alcaldía Benito Juárez para iniciar un procedimiento en contra del presunto agresor”, dijo Ángel Nakamura, hermano de la víctima.

La mujer, acompañada de su hermana, acudió a las 17:00 horas del mismo día para realizar la querella. En la alcaldía le informaron que el sujeto había sido detenido el 27 de noviembre por otro delito, pero cuando las autoridades lo revisaron se dieron cuenta de que el vehículo que conducía era el mismo que había abordado Katsuko, por lo que fue detenido.

(Foto: Twitter)
(Foto: Twitter)

Se abrió una carpeta de investigación por el intento de secuestro, sin embargo, en la recopilación de la información no se informó que había un sospechoso detenido, lo que representa un obstáculo para que se realicen las diligencias necesarias para que sea juzgado. El detenido sólo estaría bajo resguardo de las autoridades durante 48 horas.

A partir de ese momento el proceso se complicó aún más: enviaron a la afectada a distintas dependencias en donde no la atendían ni le daban información completa. Mientras algunos le aseguraban que su presunto secuestrador estaba detenido, otros funcionarios no estaban enterados de que ya habían arrestado a alguien. “A las 11 de la noche con 20 minutos, mis hermanas salieron de la Fiscalía Anti Secuestro, con un nudo en la garganta al no saber qué pasará con la persona que trató de secuestrar a una de ellas”, contó Ángel Nakamura, quien a través de Twitter pidió a la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, y a la procuradora Ernestina Godoy, que atiendan el caso.

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