Sicarios disfrazados de enfermeros asesinaron a Víctor Manuel Armenta, secretario del Ayuntamiento de Bácum, Sonora, y dejaron lesionado a su hijo.
El momento fue captado por cuatro cámaras de seguridad instaladas en las inmediaciones del lugar donde ocurrieron los hechos este martes y en donde quedaron registrados el modus operandi de los criminales y la ejecución.
En los videos que ya circulan en redes sociales, se aprecia a dos hombres vestidos con uniformes y batas blancas platicando entre ellos. En una siguiente toma se ve a un automóvil azul oscuro saliendo de lo que parece un fraccionamiento, cuando los dos sujetos se abalanzan sobre el conductor y le disparan en repetidas ocasiones, pero Armenta alcanza a escapar.
En las imágenes se observa que los sicarios huyen. Uno lo hace a bordo de un auto blanco y el otro corre sobre la calle.
Momentos después del atentado, el vehículo de Armenta fue encontrado en un lote baldío de la colonia Bellavista, en Ciudad Obregón. Policías que arribaron al lugar encontraron muerto en el asiento del piloto a Víctor Manuel, de 60 años. A su lado estaba herido a su hijo, del mismo nombre, quien tiene 28 años y fue internado en un hospital con lesiones en el rostro.
Armenta ya había librado un atentado el 28 de febrero pasado, cuando logró refugiarse en una comandancia de policía y escapar de un convoy de pistoleros que le habían tendido una emboscada.
Hasta el momento, las autoridades de Sonora no han reportado personas detenidas por estos hechos.
A sangre y fuego: la pelea por Sonora
Sonora vive sus días más violentos en por lo menos 10 años, en gran medida, por la violencia generada por los cárteles del narcotráfico y grupos del crimen organizado.
La entidad es atractiva por su situación geográfica. Forma parte del llamado triángulo dorado (Chihuahua, Sonora y Sinaloa) además de que colinda con el estado de Arizona (EEUU), por lo que es clave en el trasiego de droga hacia la Unión Americana, lo que lo ha convertido en una zona codiciada para varios cárteles del narcotráfico y grupos del crimen organizado.
En los primeros nueve meses de este 2019, el estado registró 761 homicidios, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). La cuarta parte sucedieron en la ciudad de Hermosillo, la capital del estado.
De estos 761 homicidios, en al menos 489 estuvo involucrada un arma de fuego, en su mayoría, de alto poder.
Al hacer el comparativo con el 2009, cuando se registraron 404 homicidios, para este 2019, el número de asesinatos superará el doble de casos, por lo que este año sería el más violento en una década.
Debido al recrudecimiento de la violencia derivada de la intensa disputa entre los cárteles por el territorio, desde su llegada al gobierno de Sonora (13 septiembre de 2015), Claudia Pavlovich, emanada de las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), solicitó ayuda al gobierno de Enrique Peña Nieto, principalmente en Cajeme, Guaymas, Hermosillo, Ciudad Obregón y Yécora.
Sin embargo, pese al envío de más de 1.000 elementos de la Guardia Nacional (GN), la violencia en la entidad se ha recrudecido.
De acuerdo con autoridades federales, la plaza se la disputan el Cártel de Sinaloa, encabezada por Ismael “El Mayo” Zambada y “Los Chapitos”, “Los Salazar” (facción del Cártel de Sinaloa), el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), así como por remanentes del Cártel de Los Beltrán Leyva comandados por Fausto “El Chapo” Isidro Meza.
Meza Flores, era aliado del Cártel de Sinaloa, pero tras fuertes peleas internas, se pasó del lado de los Beltrán Leyva, por lo que se ha propuesto no dejar entrar al estado de Sonora a Iván Archivaldo, Jesús Alfredo y Ovidio Guzmán, los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, lo que ha derivado en un aumento en la violencia en el sur del estado, colindante con Sinaloa, principalmente en la población de Cajeme, ubicada al sur del estado, en donde los homicidios han llegado a niveles históricos.
Aunado a esto, desde hace unos meses se ha desatado una guerra abierta entre el grupo delictivo “La Línea”, brazo armado del Cártel de Juárez que opera en el vecino estado de Chihuahua, y los cárteles de la droga que se encuentran en Sonora, principalmente en la región serrana.
De acuerdo con las últimas estadística de Semáforo Delictivo Sonora, en abril de 2019, los municipios con más homicidios fueron Empalme, Guaymas, Magadalena, Nogales, Cajeme y Hermosillo.
Pero la situación también se ha recrudecido en otros municipios como Agua Prieta, Navojoa, Guaymas y Empalme, poblaciones pequeñas con menos de 200 mil habitantes y colindantes con Sinaloa.
En octubre pasado, hombres armados balearon el domicilio particular de la presidenta municipal de Guaymas, Sara Valle Dessens, mismo municipio en donde han sido acribillados once policías en lo que va del año.
Tras el ataque, Sara Valle, tiene protección de la Marina y de acuerdo con el secretario de esa institución, José Rafael Ojeda, no se descarta que viva en alguna unidad habitacional militar, como ya ocurre con la alcaldesa de Manzanillo (Colima), quien también sufrió un atentado.
En agosto del 2019, en calles de la ciudad de Hermosillo, apareció una narcomanta firmada presuntamente por el cártel autodenominado “Pura Gente Nueva” de “Los Salazar”, amenazando a la gobernadora Claudia Pavlovich y a su familia por incumplimiento de “acuerdos”. El mensaje finalizaba con la frase los compromisos “se pagan con sangre”.
El pasado 4 de noviembre, presuntos integrantes de “La Línea” habrian masacrado a integrantes de la familia LeBarón, que dejó tres mujeres y seis niños muertos, ocurrida en la zona serrana de Chihuahua y Sonora.
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