Cuando el cabecilla del cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera fue extraditado a Estados Unidos, en 2017, analistas en temas de seguridad señalaban que Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”, fundador del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), sería “el nuevo Chapo”.
Sin embargo, una reciente investigación sobre el Cártel Jalisco encontró que entre los dos personajes existen más diferencias que similitudes.
Agentes de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés) aseguraron al Courier Journal que “El Mencho” es más organizado y violento que Guzmán Loera.
“El Mencho” es como un fantasma, rara vez visto en público. Es por eso que las fotos de él en carteles buscados son viejas y borrosas.
Aunque dirige una empresa de mil millones de dólares, según la publicación, no muestra su riqueza como los capos históricos conocidos por comprar mansiones de mármol y recorrer las calles de Guadalajara y Ciudad de México en Lamborghinis y Bugattis.
“El Mencho” no querría ese estilo de vida de todos modos, según los agentes de la DEA en México que han pasado años estudiando a su ejército y persiguiéndolo. Creen que está más contento sobre un caballo en las montañas de Jalisco, a horas del bullicio de su capital. “Está más atraído por el poder que el dinero”, señala la publicación que durante nueve meses investigó al cártel Jalisco.
“Se entrega a apostar en corridas de toros y peleas de gallos. Ha habido informes de que una vez perdió USD 100.000 en una sola apuesta. Eso es ciertamente posible, dijeron los agentes, pero no están seguros de si eso es cierto o solo parte de la historia de ‘El Mencho’ difundida por aquellos que lo glamorizan a él y a la vida narco”.
Scott Stewart, analista de la consultoría en temas de seguridad Stratfor, lo describe así: “'El Mencho’ ha mostrado un salvajismo que es extremo incluso para los estándares del narco. Para ‘El Chapo’, sin duda brutal, el asesinato era una parte necesaria de los negocios. Para Mencho se parece más al sadismo como espectáculo público. Ha habido asesinatos masivos, como los 35 cuerpos atados y torturados arrojados en las calles de Veracruz durante la hora punta de la tarde de 2011. Dos años más tarde, los integrantes del CJNG violaron, mataron y prendieron fuego a una niña de 10 años a quien ellos (equivocadamente) creyeron hija de un rival. En 2015, los asesinos de CJNG ejecutaron a un hombre y a su hijo en una escuela primaria detonando palos de dinamita pegados en sus cuerpos, riéndose mientras filmaban la espantosa escena con sus teléfonos”.
Mientras el cártel Jalisco se caracteriza por sus actos de crueldad contra las mujeres, Guzmán Loera tiene un rasgo de personalidad que lo hace muy respetuoso del matriarcado, en el que su abuela y su madre, Consuelo Loera, tienen una influencia muy marcada.
En contraste con el anonimato del Mencho, “El Chapo” tiene rasgos psicopáticos y narcisistas que se reflejan en una necesidad de admiración, de sentirse único y especial, dijo en febrero a Infobae México la criminóloga Mónica Ramírez.
“Lo que tiene es una capacidad estratégica muy importante. Sabe a quién poner en el lugar preciso, a quién quitar y cómo mover sus piezas, como en un juego de ajedrez”, añadió la especialista.
Explicó que no es un hombre impulsivo. Tiene una visión muy clara de lo que quiere y de lo que hace, “no es violento, no expresa agresividad, pero sí tiene temperamento y tiene gente a su cargo. Es muy decidido, firme”.
Hizo una distinción entre “El Chapo” fiestero al que todos hacen referencia y aclaró que cuando se habla del capo se debe hacer una distinción entre las distintas etapas de su vida, “actualmente es el patriarca, es tranquilo, reservado al principio, está acostumbrado a que se le escuche, a negociar y siempre por el bien de las partes y para el bien de la organización y no para él mismo”.
Durante la época en la que la criminóloga lo entrevistó (2016), aseguró que ya era muy tranquilo, “seguía las normas y las reglas” y de alguna manera ya estaba resignado a la extradición.
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