Durante la madrugada del 25 de noviembre, alrededor de la 01:00 horas, en la colonia Narvarte en la Ciudad de México (CDMX), se reportó una persecución entre elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y dos vehículos: un tráiler y una camioneta presuntamente blindada.
Más de 50 patrullas de distintas alcaldías y un helicóptero del Grupo Cóndores participaron en el operativo, el cual culminó en una balacera en el cruce entre Anaxágoras y Eugenia. Dos personas resultaron heridas y fueron trasladadas en una ambulancia particular y una del ERUM a un hospital de la zona.
El periodista Jorge Becerril publicó en su cuenta de Twitter que la SSC informó haber recibido un reporte de tráiler robado, por lo que al identificarlo lo persiguieron. Sin embargo, éste iba acompañado de personas a bordo de una camioneta Tahoe, matrícula NPZ-70 que “venía sirviéndoles de muro", por lo que procedieron a balearlos para detenerlos.
Uno de los tripulantes que viajaba en la camioneta bajó e intentó huir a pie, pero fue alcanzado por las balas de los agentes, por lo que cayó y fue capturado.
Sin embargo, algunos testigos dijeron que era mentira el reporte de robo. Según su versión, en los vehículos se transportaba el sonidero Rumba Caliente que venía de un evento en la alcaldía Iztapalapa.
En Facebook, alrededor de las 21:00 horas, publicaron video en el que un presunto integrante del sonido pide ayuda a las personas porque policías llegaron a la colonia Leyes de Reforma, en donde estaba programada su presentación, a tirar su equipo sin justificación alguna.
Según los testimonios, la SSC no dio autorización para que se realizara el evento en el que participarían por lo que procedieron a cancelarlo. Ellos no se opusieron, pero los agentes comenzaron a golpear a los presentes, además de dañar luces y bocinas. Incluso reportaron que se llevaron detenidos a algunos miembros del sonidero. Después, los dueños del equipo de audio subieron sus herramientas al tráiler y se fueron del sitio. Fue entonces cuando empezó la persecución que culminó en la colonia Narvarte, a 9,9 kilómetros del lugar en donde comenzó el conflicto.
Posteriormente, personas que también iban en el convoy se bajaron para hablar con las autoridades; “Oficial, somos sonideros nada más. No venimos de delincuentes”, dijeron algunos de ellos. Agentes les informaron que el tráiler tenía reporte de robo, a lo que se negaron.
Posteriormente, acusaron que les dispararon sin razón e identificaron a los elementos que hicieron las detonaciones. Intentaron seguirlos con la cámara para pedirles explicaciones por los balazos, pero los agentes abordaron una patrulla y se fueron del sitio.
Jorge Becerril dijo que en la zona había por lo menos 20 casquillos percutidos. Pero personas que rondaban el lugar comentaron que había policías que estaban tirando las balas a las coladeras para que no se supiera el número real de detonaciones. Una mujer dijo que estaba tratando de grabarlos pero fue amedrentada por los agentes.
Residentes de la colonia Narvarte publicaron en redes sociales que estaban alarmados por lo que sucedía. Algunos decidieron salir a las calles para saber a qué se debía la presencia de las patrullas y el helicóptero.
La circulación en la avenida Cuauhtémoc, que fue cerrada durante la madrugada, ha vuelto casi a la normalidad. Las autoridades aún no han dado información oficial sobre lo sucedido. Tampoco se ha hablado sobre la identidad y estado de salud de las personas heridas.
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