Fue el 17 de septiembre de 2008 cuando la punta del iceberg emergió por primera vez. Hasta entonces, nadie sabía que una red de negocios atravesaba el mar Atlántico y vinculaba al cártel que en ese entonces era considerado el más violento de México con la organización criminal más rica de Europa. Por primera vez se hacía público el nexo económico que existía entre los Zetas y la mafia calabresa, responsables de que cantidades enormes de cocaína fueran distribuidas en Europa.
Analistas tomaron el informe como un ejemplo de la situación actual de la economía global, y en el caso concreto de México la noticia fue una muestra más de la corrupción en los cuerpos policiales y los nexos entre políticos y el narcotráfico. La operación, llamada “Proyecto Reckoning”, fue encabezada por Estados Unidos e Italia y concluyó en la detención de 175 personas ligadas al Cártel de los Zetas.
La ’Ndrangheta:
Cuando se habla de mafia en Italia, la opinión popular piensa primero en Sicilia. No importa que ya hayan pasado los años, la cuna de la Cosa Nostra sigue acaparando hasta la fecha la mayor parte de los reflectores. Aún cuando la realidad actual ya es totalmente distinta.
Desde hace años el verdadero peligro ya no reside en Corleone o Palermo. Actualmente lo hace en San Luca, una pueblo situado en las faldas del Aspromonte, en la región de Calabria (el empeine de la bota en la península itálica). Su nombre es ’Ndrangheta -del griego “andragathia”: lealtad y valor-, y se trata de una organización mafiosa con más de 30.000 afiliados y un patrimonio que supera con creces el PIB de países como Estonia y Eslovenia. En 2013 facturó 53.000 millones de euros, más que Mc’Donalds y Deutsche Bank juntos. Las autoridades italianas estiman que actualmente controla cerca del 80% de la cocaína que ingresa a Europa. “Es la mafia italiana más potente del momento, con un rol muy importante en el narcotráfico internacional”, aseguró Michele Riccardi, investigador de Transcrime.
Su estructura se basa en dos estratos -sociedad mayor y menor- regidos por una estricta jerarquía. La liturgia de inicio es poco conocida, pero se sabe que es parecida a los rituales de iniciación masónicos. En sus inicios la organización se dedicaba fundamentalmente al robo de ganado, la extorsión y los secuestros, pero con el paso de los años se ha convertido en una multinacional de narcotráfico que también se dedica a negocios aparentemente legales como la construcción de infraestructuras, restaurantes y supermercados.
Debido a sus estrechos lazos de sangre, son raros los casos de “arrepentidos”, que a diferencia de la Cosa Nostra, fueron piezas clave para su progresiva descomposición. Lo que hoy se sabe de la ‘Ndrangheta probablemente representa apenas una ínfima parte de lo que es en realidad.
Los Zetas
En México, los Zetas llegaron a ser considerados en su momento como el cártel más sanguinario y violento del país. Sus fundadores fueron desertores del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFES), una unidad mexicana entrenada por Estados Unidos. Ellos fueron los primeros en recurrir a métodos como la decapitación, el desmembramiento de cuerpos o el “guisaso”, que consistía en disolver los cadáveres en ácido o derretirlos en contenedores de aceite. Originalmente actuaron como un comando de élite al servicio del Cártel del Golfo, pero al poco tiempo su poderío y preparación militar les permitió independizarse y ganar terreno en 22 de las 32 entidades mexicanas. Durante su época de mayor prosperidad, los Zetas -con base principal en Tamaulipas- expandieron sus actividades ilegales más allá del tráfico de drogas, pues también cometieron extorsiones, robos, asesinatos, secuestros masivos, tráfico de personas y robo de combustible.
Tres de los episodios que más han quedado marcados en la piel de México fueron autoría de esta organización: el asesinato de 72 migrantes en Tamaulipas (2010), la desaparición masiva de personas en la comunidad de Allende (2011), y la masacre de inocentes en el Casino Royale (2011).
En el presente, los pocos Zetas que no han sido asesinados o detenidos conforman células delictivas que apenas representan una sombra de lo que alguna vez llegaron a ser.
“Proyecto Reckoning”
La operación que el 17 de septiembre llevaron a cabo agentes de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), el Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés), y el Servicio de Inmigracion y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) logró incautar 16.000 kilos de cocaína, 470 kg de metanfetamina (crystal meth), 8 kg de marihuana, 176 vehículos y 16 armas.
Piero Grasso, entonces procurador de Roma, declaró lo siguiente: “La novedad en ese operativo internacional es el papel que ha asumido México como punto de partida del narco, sustituyendo a Colombia y convirtiéndose en el mayor distribuidor de drogas en el mundo”.
El fiscal italiano, Nicola Grattieri, explicó que las conexiones entre ambos grupos probablemente se hizo posible gracias a la ambición que tenían los Zetas por expandir su mercado y al interés de los italianos en conseguir nuevos proveedores y rutas de trasiego de droga.
Anteriormente los colombianos mantenían los vínculos con la 'Ndrangheta, pero la creciente demanda de cocaína en Europa requería nuevas fuentes de suministro, de ahí la relación con los cárteles mexicanos. La logística era la siguiente: los Zetas le compraban la cocaína a productores peruanos. De ahí la transportaban a Nueva York, en donde los calabreses tomaban el relevo y la mandaban directamente a Europa a través de embarcaciones de importación de banano y otros productos agrícolas provenientes de Ecuador.
El destino final era el puerto de Gioia Tauro, en Calabria, famoso no solo por el alto nivel de corrupción de su personal, sino también por su colocación estratégica en pleno corazón del Mediterráneo. Aproximadamente cada semana se estima que llegan unas 10 embarcaciones y cerca de 24.000 contenedores. Las ganancias de la ‘Ndrangheta se materializaban cuando la cocaína salía del puerto. El kilo que a ellos les costaba unos 1.000 euros en América, en Europa lo vendían a 30.000 euros. Algunos incluso la cortaban para aumentar la producción.
En una operación designada como Crime 3, la Fiscalía de Reggio Calabria confirmó el 14 de julio de 2011 que la 'Ndrangheta ejercía la hegemonía sobre el tráfico de cocaína en la Unión Europea, gracias a una alianza sólida con traficantes colombianos en Europa y Los Zetas en los Estados Unidos.
El caso Tomás Yarrington
Tomás Jesús Yarrington Ruvalcaba fue el gobernador del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Tamaulipas de 1999 a 2005. Pero a principios del 2012 su gestión dio un giro de 180 grados cuando fue acusado -por un testigo protegido de la DEA- de haber lavado millones de dólares para Los Zetas y de estar involucrado en la logística criminal del cártel.
Inmediatamente después de las acusaciones, el funcionario huyó de la justicia mexicana y permaneció prófugo por cinco años sin que se conociera su paradero.
El 9 de abril de 2017 fue detenido en Florencia, pero más tarde se supo que durante su estancia en el país europeo permaneció oculto en un pueblo del sur de Italia.
Un pueblo que precisamente se encontraba en Calabria.
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