El proyecto promovido por el ex presidente Enrique Peña Nieto, Red Compartida, el cual ofrecería servicios mayoristas de telecomunicaciones, no logró acelerar la competencia en ese sector, ni redujo tarifas.
De acuerdo con el portal Animal Político, ese plan que buscaba ampliar la cobertura de internet y telefonía, no influyó para disminuir la brecha de conexión entre ricos y pobres, a pesar de contar con una inversión de 140 millones de pesos, un crédito con recursos públicos y la concesión de espectro radioeléctrico para uso comercial.
La apuesta fue realizada por la Asociación Público Privado (APP) y Altán Redes, empresa mexicana que era la encargada de diseñar, instalar y dar mantenimiento a una infraestructura de banda ancha.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) explicó que con la Red compartida de telecomunicaciones habría más competencia, se incrementaría la cobertura y los habitantes de zonas marginadas tendrían acceso a internet sin que el gobierno gastara en ello porque la inversión sería de privados.
Sin embargo, hasta 2018, la red sólo cumplió su meta en un 30% de la población, ya que no hubo un incremento significativo de teléfonos celulares con internet, ni conexiones en los hogares, ya que hasta el primer trimestre de 2019, México tenía 96 líneas móviles por cada 100 habitantes, mientras países como Chile o Argentina tienen 147 y 135, respectivamente.
En 2018 había 29.9 millones de personas que no tenían acceso a dicho servicio, de los cuales, 4 de cada 10 indicaron que se debía a la falta de recursos para costearlo y el 2% de la población manifestó no usarlo por falta de cobertura, detalló la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares.
Para impulsar esta iniciativa, Banobras, Bancomext y Nafin otorgaron un crédito por 17 mil 750 millones de pesos de recursos públicos a pagar a 13 años y con la finalidad de que Altán Redes tuviera liquidez.
Dicha cifra es 16 veces más de lo que el actual gobierno destinará para internet y de acuerdo con el Instituto Federal de Telecomunicaciones, la meta es lograr una conexión para 92% de la población en 2024.
Gonzalo Rojón, director de la investigación en la consultora The Competitive Intelligence Unit, destacó que el verdadero reto no está en el inicio de operaciones, sino que en los próximos años “genere el tráfico suficiente para que sea un negocio sostenible y haya valido la pena el despliegue y uso de todos los recursos públicos”.
Según las investigaciones, Altán Redes ha desplegado el 37% de su red y cubre a 40 millones de habitantes –lo que equivale a dar cobertura a poblaciones como la totalidad de España o Polonia. Tiene 39 contratos con 33 clientes, entre los que se encuentran Dish, GurúComm, empresas de Megacable, Televisa, Telefónica y Grupo Elektra.
Directivos de la compañía observaron tres principales retos en el despliegue de esa red, la cual busca ser un apoyo a los operadores actuales, para llevar los servicios de telecomunicaciones donde el acceso fijo es difícil.
Los empresarios destacaron que las poblaciones pequeñas en áreas rurales representan un rezago en conectividad para 40 millones de mexicanos.
El despliegue se complica por la falta de homologación de los trámites en cada municipio, dijo Altán para grupo Expansión.
“Hay negocios donde no hay conectividad. La gente está ávida de tener conectividad, porque cuando llegas con una solución de movilidad o internet fijo, hay mucha demanda”, dijeron.
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