Un grupo de élite del Ejército mexicano supuestamente está en desacuerdo con las decisiones tomadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador durante y después del operativo fallido para detener al hijo del “Chapo” Guzmán el 17 de octubre en Culiacán, Sinaloa.
Según el periodista Carlos Loret de Mola, quien recientemente rompió relaciones con el consorcio Televisa, en las filas del Grupo de Análisis de Información del Narcotráfico (GAIN) existe un ambiente de malestar general debido a que el 31 de octubre López Obrador expuso algunos nombres de sus integrantes y aspectos de su operatividad ante todo el país.
El GAIN es un cuerpo de inteligencia que operaba secretamente en las entrañas del Ejército desde 1995. Pocos sabían sobre su existencia, ya que una de sus funciones principales era operar bajo sigilo en acciones específicas contra el narcotráfico. Una de sus políticas más estrictas era no evidenciar su existencia ni los nombres de sus integrantes para no poner en peligro su seguridad.
“El sentir es que para salvar a los políticos se sacrificó al GAIN, y existe el temor de que sus elementos participantes en el operativo terminen procesados. Según las fuentes, la ruptura de los protocolos en una operación tan sensible implicaría la imputación de delitos que los podrían llevar a enfrentar penas hasta de 60 años de cárcel”, escribió Loret de Mola.
Como parte del control de daños tras el operativo fallido en la capital de Sinaloa, el 31 de octubre el presidente ordenó al general Luis Cresencio Sandoval, secretario de Defensa, dar a conocer los nombres de algunos oficiales que participaron en el operativo, así como el número de elementos que integraban el GAIN y cuántos capos había detenido desde su creación.
Creado durante el sexenio del priista Ernesto Zedillo, bajo el argumento de que su prioridad iba ser detener a “objetivos de importancia institucional”, el GAIN se basa en 540 elementos, 190 de inteligencia y 350 de intervención. En sus 24 años de existencia, el cuerpo de élite ha capturado a 663 personas vinculadas con el crimen organizado, de las cuales 46 fueron durante la presente administración.
En el listado actual destacan Adrián Alonso Guerrero Covarrubias, “El 8”, uno de los principales operadores del Cártel Jalisco Nueva Generación; Eleno Madrigal Birrueta, “El 20”, jefe de la plaza en Jalisco de la misma organización criminal; y Santiago Mazari, “El Carrete”, presunto líder de “Los Rojos”, grupo relacionado con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
La participación de este grupo en otros sexenios también ha sido relevante. En el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018) fue cuando se capturó más criminales, pues se contabilizaron 326. Durante la administración de Felipe Calderón (2006-2012), la cantidad fue menor, ya que se alcanzó la cifra de 262 objetivos detenidos.
En los periodos presidenciales anteriores, el número de criminales capturados fue mucho menor. Durante el lapso que gobernó Vicente Fox (2000-2006), la intervención del GAIN tuvo resultados pobres con 19 detenciones, mientras que en el periodo inaugural con Zedillo, solamente se aprehendieron a 10 personas.
Después de que se diera a conocer la identidad del coronel detrás del operativo, las reacciones no se hicieron esperar, pues la difusión del nombre podría poner en riesgo su vida. Uno de los comentarios más críticos al respecto lo hizo el periodista Carlos Marín.
“Me sorprende mucho que el comandante supremo de fuerzas armadas le ordene al secretario de la Defensa dar a conocer lo que supondría es un área de Seguridad Nacional, es decir, se está ventilando esto con una responsabilidad que implica una deslealtad muy grave”, sentenció Marín durante una entrevista en Radio Fórmula.
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