Jesús Briseño, yerno de Rafael Caro Quintero y fundador de Cerveza Minerva, negó estar vinculado con la red empresarial de 30 compañías que amigos y familiares del narcotraficante conformaron mientras el “Narco de Narcos” purgaba una condena de 40 años de prisión, y que según estimaciones llegó a generar una fortuna de más de USD 500 millones.
De acuerdo con el diario El Universal, 25 miembros de confianza de Caro Quintero, entre ellos 15 socios y 10 integrantes de su familia, crearon legalmente 30 empresas en los sectores de bienes inmuebles, distribución de combustible, explotación minera, concesionarias de autos nuevos y usados, servicios de casetas telefónicas, restaurantes, moda, calzado y productos de belleza y spa. Según el diario, todos fueron establecidos en la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
“No hay ningún peso de esta persona (Rafael Caro Quintero) invertido en esta empresa, tenemos patrimonio generado de otras partes, llevamos 15 años echándole ganas para estar en el nivel en el que estamos hoy”, declaró Jesús Briseño en una entrevista donde se le cuestionó el financiamiento de su empresa cervecera.
Cerveza Minerva, originaria de Guadalajara, fue fundada hace 15 años con una base de 5 socios que anteriormente pertenecían al sector restaurantero. “Acabamos de cumplir 15 años con logros y muchos tropiezos, un camino difícil poder abrir brecha en el mercado de México. Cae terrible la acusación de esta persona sin fundamento. Que presente alguna evidencia de lo que está diciendo", enfatizó Jesús Briseño.
La cervecera cuenta actualmente con una planta de producción en Guadalajara con capacidad de hasta 25 mil hectolitros anuales, hoy en día su producción es por cerca de 20 mil hectolitros, donde tiene origen la elaboración de sus ocho marcas de línea más las temporales. De la producción total el 5 por ciento es para exportación, siendo Japón, Sudáfrica y Australia los de mayor demanda.
El empresario no ha ingresado a la “lista negra” de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), organismo de control financiero del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Sin embargo, pese a calificar como “falsa” la información difundida por El Universal, el yerno de Carlos Quintero no ha respondido a los llamados del periódico.
Rafael Caro Quintero, “El Príncipe del Narco”
“El Prínicipe”, como también se le llegó a conocer por su peculiar estilo de vestir y su influencia en los círculos de la alta sociedad mexicana, fue uno de los fundadores del extinto Cártel de Guadalajara, durante la década de los ochenta. Esta es considerada oficialmente como la primera organización criminal mexicana dedicada exclusivamente al narcotráfico.
Caro Quintero fue detenido en Costa Rica, en abril de 1985, por ser uno de los responsables del asesinato de Enrique Camarena Salazar, un agente de la DEA que había logrado infiltrarse en las entrañas del Cártel de Guadalajara.
Meses antes de su asesinato, Camarena Salazar habría ubicado un gigantesco plantío de marihuana en el municipio de Jiménez, en el estado de Chihuahua. Se trataba del rancho llamado “El Búfalo”, propiedad de Caro Quintero, en el que según la revista Proceso llegó a tener una plantilla de 10.000 trabajadores y custodia de militares.
Luego de estar 28 años tras las rejas, fue liberado en 2013 por decisión de un tribunal de Jalisco, el cual consideró que “no debió ser enjuiciado en el fuero federal por el asesinato del agente de la DEA”.
Inmediatamente después, el gobierno de México pidió su reaprehensión con fines de extradición y el 16 de enero de 2015 nuevamente fue declarado culpable por el homicidio de Camarena Salazar.
Hasta el día de hoy se encuentra prófugo y la DEA pide una recompensa de 20 millones de dólares por su captura.
Se le acusa de secuestro y asesinato de un agente federal, crímenes violentos para promover la delincuencia organizada, complicidad para delinquir y encubrimiento. También lo señalan por traficar marihuana y cocaína a EEUU.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: