“Frida Sofía” fue un nombre que se repitió miles de veces después de que un terremoto azotara a la Ciudad de México, Morelos y Puebla el 19 de septiembre del 2017. Correspondía, supuestamente, a una niña que estaba bajo los escombros del Colegio Rébsamen en la alcaldía Tlalpan de la capital del país.
La escuela, que operaba como jardín de niños y primaria, se derrumbó, lo que provocó la muerte de 26 personas, entre las que se encuentran 19 niños. Fue una tragedia que apesadumbró al país entero. Pero cuando se informó que, probablemente, una niña con vida estaba debajo del edificio, millones de personas se quedaron expectantes durante horas frente al televisor para ver en vivo el rescate de la menor.
Sin embargo, no fue cierto. “Frida Sofía” no existió. “Se originó por una cadena de informaciones fragmentadas que ninguno de los medios que cubrió el suceso indagó para corroborar o descartar su veracidad”, dijo la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en una recomendación emitida el 12 de noviembre del 2019 a autoridades federales y locales, sobre el mal manejo del caso.
“Una de las vertientes de la falta de un adecuado manejo de información fue el asunto mediático de la supuesta niña “Frida Sofía”, quien se encontraba entre los escombros del Colegio 1 (Rébsamen) y se encontraba con vida. Esto derivó del rumor que hizo suyo una autoridad y lo transmitió a los medios de comunicación, lo que ocasionó movilización y esfuerzos extraordinarios para llevar a cabo las labores de rescate de la supuesta víctima”, dice el informe.
Desde el momento en que el oficial mayor de la Secretaría de Marina, almirante José Luis Vergara, habló sobre la ubicación de la menor y la estrategia que llevarían a cabo para rescatarla, la audiencia de las televisoras aumentó. Televisa fue la cual, durante el 20 de septiembre, día de la transmisión ininterrumpida del rescate de Frida Sofía, llegó a tener 4.000.000 de televidentes sólo en el Valle de México.
Al día siguiente, el subsecretario de Marina, el almirante Ángel Enrique Sarmiento Beltrán, declaró que el caso de la menor no era real. Eso provocó el enojo de los mexicanos y descenso en la audiencia de las cadenas televisivas.
“La Comisión Nacional considera que este caso ejemplifica el riesgo de esparcir rumores sin sustento y sin datos mínimos de verificación, tanto por parte de las autoridades como de los medios de comunicación y de las redes sociales. En eventos de gran repercusión social como lo son los de desastres de origen natural, todos por igual, particulares, autoridades y medios de comunicación tienen la responsabilidad de brindar información real, verificada y comprobable, para evitar esfuerzos y acciones inútiles y sin sentido por parte de la autoridad, así como posibles reacciones generalizadas de la gente, sea de descontento o de angustia, que en nada favorece a un entorno y momento que ya de sí es delicado y complicado”, dictó la recomendación No. 31VG/2019.
La CNDH dijo que, derivado de un análisis realizado, no se llevó a cabo ningún protocolo de forma adecuada, además de no haber existido claridad de la autoridad que se encontraba al mando de realizar las tareas. Eso provocó mal información en un momento difícil para el país. Por lo que hizo un llamado para que los tres órdenes de gobierno en materia de protección civil, implementen de mejor manera protocolos para que se favorezca la toma de decisiones en el menor tiempo posible con los resultados más eficientes.
En el documento, también se abordó el retraso en la atención médica de personas heridas, y el traslado de cuerpos. Además, solicitó una investigación a las personas involucradas en la revisión y permisos del Colegio Rébsamen, ya que violaban varias normas de construcción y operación, lo que ocasionó su derrumbe el 19 de septiembre.
Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México y, al momento del terremoto, alcaldesa de Tlalpan, dijo que está revisando cuidadosamente la recomendación.
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