En los mapas, Tamaulipas se localiza al norte de México, cara a cara con Estados Unidos. Pero en la mente de sus habitantes es lo más cercano al infierno.
La entidad, de más de 3.000.000 de habitantes, permanece en constante guerra. Bajo el control del Cártel del Golfo, enzarzado en una demencia lucha contra el Cártel del Noreste, hay días en que los sicarios cortan los principales accesos y las autoridades piden a los vecinos que no salgan de las grandes avenidas.
Con más de 1.100 homicidios dolosos —de enero a septiembre de 2019— Tamaulipas es para muchos una tumba abierta y todos viven amenazados por el narco.
La violencia en el estado fronterizo volvió a finales de esta semana y lo hizo en multitud de formas, primero persecuciones, balaceras, luego volcaduras de carros y camionetas y por último bloqueos en una decena de calles. Lo mismo que ocurrió en enero, o antes de octubre.
El jueves acabó con siete muertos, entre ellos un militar. Para el viernes, Nuevo Laredo, Tamaulipas amanecía con narcobloqueos, neumáticos ardiendo, camiones cruzados y niños horrorizados.
Tradicional zona de influencia del Cártel del Noreste, Nuevo Laredo es ahora una plaza en disputa. El 5 de septiembre de este año, elementos de la Policía Estatal abatieron a ocho presuntos de sus sicarios. Desde entonces, civiles armados y Fuerzas Armadas se enfrentan.
El viernes 15 de abril, policías y elementos del Ejército se enfrentaron a hombres armados al menos en dos ocasiones, en las colonias Infonavit y Benito Juárez. En ele evento murió un sicario.
El jueves por la noche, un convoy militar se enfrentó a balazos con un grupo de delincuentes, organizados en caravanas de camionetas. En la persecución perdieron la vida seis sicarios y un elemento castrense.
Este tipo de situación es habitual en Nuevo Laredo. La penúltima vez fue hace dos meses, cuando un grupo de Policías Estatales abatieron a ochos delincuentes de la Tropa del Infierno, facción del Cártel del Noreste.
Hasta el momento se presume que se trató de una ejecución extrajudicial, por lo que ya han sido detenidos dos agentes, y tres de ellos participan como colaboradores.
La inseguridad se ha hecho sentir también en Reynosa, donde diversas balaceras irrumpen bruscamente en la vida cotidiana de los pobladores.
Las autoridades están conscientes de que en un territorio, cuna de dos cárteles sanguinarios, el fin de la violencia es una quimera.
La disputa por Tamaulipas
La "Tropa del Infierno" es el brazo armado del Cártel del Noreste, que a su vez es una fracción disidente de Los Zetas. Se disputa el territorio de Tamaulipas con organizaciones criminales como Los Zetas Vieja Escuela y el Cártel del Golfo (CDG). El líder de "La Tropa del Infierno" está identificado únicamente como "El Werko", quien estaría casado con una sobrina de Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, alias "El Z-40" y "El Z-42", respectivamente, quienes actualmente se encuentran en prisión.
Medios locales reportan que los integrantes del CDN han estado acosando a los empresarios de la localidad, sobretodo de las gasolineras. Sus ataques han despertado el miedo entre los ciudadanos debido a la violencia extrema que los caracteriza.
El Cártel del Noreste opera en una de las zonas clave para el trasiego de drogas hacia los Estados Unidos. Tamaulipas es el paso fronterizo, donde ingresan cada año toneladas de estupefacientes al país vecino del norte.
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