En México la barbacoa es uno de los platillos en los que se consume la carne de borrego. De acuerdo con el Instituto de Investigación y Capacitación Agropecuaria, Acuícola y Forestal (ICAMEX) “el consumo per-cápita actualmente es de 1000 gr. por habitante al año” y asegura que “el principal productor es el estado de México que junto con los estados de Hidalgo, San Luís Potosí, Puebla y Veracruz, representan el 56% del total nacional” y de acuerdo con Agromex “Hidalgo se encuentra en segundo lugar en producción de carne de ovino, después del Estado de México”.
Es por ello que la organización internacional Igualdad Animal decidió infiltrarse en Hidalgo y Estado de México en rastros de ovinos. Siguiendo una línea de investigación derivada de los hallazgos de dos investigaciones realizadas en 2016 y 2017, en las que mostraron los incumplimientos a las normas federales en los rastros de México y encontraron una notable crueldad en la matanza de borregos, decidieron trasladarse a estos dos estados y grabar lo que sucede en las casas de matanza y rastros de traspatio que están operando sin ningún permiso ni vigilancia y que a decir de los propios operadores existen porque los barbacoyeros prefieren sus servicios que los de los rastros debidamente establecidos.
Las violaciones a las normativas federales obligatorias son muchas, poniendo incluso en riesgo la salud de la población. Respecto al trato a los animales lo más impactante es que los borregos están plenamente conscientes mientras son atados y arrastrados de sus extremidades por el suelo y posteriormente degollados en una terrible agonía. Por si fuera poco, otros borregos ven a sus compañeros ser decapitados.
La evidencia muestra a menores de edad presenciando y en algunos casos, realizando la matanza de los animales. Los niveles de violencia y crueldad son impresionantes.
Dulce Ramírez, directora ejecutiva de la organización en México asegura que “esta investigación vuelve a evidenciar la urgente necesidad de legislar considerando a los animales explotados por su carne, endurecer las penas para quienes no cumplan las normas es un primer paso, no podemos cerrar los ojos ante esta brutal realidad, no solo es violencia hacia los animales, es un grave problema de salud pública y la sociedad tiene derecho a saberlo. Hoy en día nuestras instituciones no logran dar cifras de los animales que se matan y comercializan en rastros de traspatio ni atender las denuncias de los rastros que operan incumpliendo las normativas”.
La organización ya ha denunciado los hechos y ha lanzado una petición para exigir a las autoridades mexicanas que atiendan sus denuncias y un llamado a los legisladores para que endurezcan las penas y consideren delitos de crueldad animal el incumplimiento de las normas.
*La autora es coordinadora de Comunicaciones México de Igualdad Animal
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