Cinco integrantes del Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CDNH) renunciaron a su cargo honorífico, con carácter de irrevocable, a manera de protesta por la designación de Rosario Piedra Ibarra como presidenta del organismo autónomo.
El nombramiento de Piedra Ibarra fue polémica desde la votación por la cual fue elegida. Ahora, tras asumir la titularidad al frente de la comisión encargada de promover y proteger los derechos humanos en el país, enfrenta una ola de renuncias.
El primero en dejar el Consejo Consultivo fue Alberto Manuel Athié Gallo, quien envió su dimisión a Mónica Fernández Balboa, la presidenta de la Mesa Directiva del Senado el miércoles. El activista estaba en desacuerdo con el nombramiento, el cual considera una “imposición” por parte de la presidencia de la República.
Para Athié, México necesita una CNDH autónoma, libre, independiente, para cumplir su objetivo de contrapeso ante cualquier acción autoritaria, dijo en entrevista radiofónica con la periodista Carmen Aristegui.
Además, en su condición como candidato a presidir el organismo, solicitará un amparo por la violación de sus derechos en el proceso de designación, dijo en conferencia de prensa en el Senado.
Otras cuatro integrantes renunciaron este jueves. Mariclaire Acosta Urquidi, María Ampudia González, Angélica Cuellar Vázquez y María Olga Noriega Sáenz enviaron en conjunto una carta dirigida a Fernández Balboa, donde se sumaron a las críticas por el proceso de elección que, desde su punto de vista, tuvo irregularidades y se hizo en desapego a la legalidad.
Para las cuatro mujeres, el nombramiento de Piedra Ibarra, “le resta legitimidad a una institución ideada para defender a la sociedad de los abusos del poder del Estado”, una idea similar a la pronunciada por Athié.
Ampudia escribió en Twitter el día que Piedra Ibarra asumió la titularidad que el Senado de la República “sepultó” la legalidad en la designación para presidir la CNDH, con lo cual minó “la legitimidad e independencia de este órgano constitucional autónomo”.
El cuestionamiento está sustentado en la condición de Piedra Ibarra como militante de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), partido fundado por el presidente Andrés Manuel López Obrador. La recién nombrada titular informó este mismo jueves que solicitó licencia a su militancia para dedicarse de tiempo completo a su tarea como ombudsperson.
“La mayor garantía de autonomía la acredita mi trabajo, mi trayectoria y mi calidad de víctima indirecta en el Comité Eureka y en la lucha social”, dijo en lo que se puede interpretar como una respuesta ante los señalamientos de los consejeros que renunciaron.
Sin embargo, le criticaron que no especificara cuándo solicitó la licencia. El periodista Ricardo Raphael reportó en una columna publicada este jueves en el periódico El Universal que desde noviembre de 2015 y hasta octubre de 2019 aparecía en el padrón del Instituto Nacional Electoral (INE) como integrante del Consejo Nacional de Morena.
Rosario Piedra Ibarra rindió protesta como titular de la CNDH en las instalaciones del Senado de la República el 12 de noviembre para un periodo de cinco años. El acto se llevo a cabo en medio de jaloneos, empujones, protestas y enfrentamientos verbales entre legisladores por el Partido Acción Nacional (PAN) y de Morena, quienes blindaron a la nueva ombudsperson.
Esto luego de una votación muy comentada, con apenas 76 votos, el mínimo requerido para conseguir la nominación. Desde entonces, los panistas acusaron de fraude y se opusieron a la designación.
Las primeras declaraciones de la activista tras ser elegida fueron para asegurar que trabajará de la misma forma que lo ha hecho por más de 40 años.
Es hija de Rosario Ibarra de Piedra, activista por los derechos humanos y presidenta del Comité Eureka, organización creada para exigir el esclarecimiento de las desapariciones forzadas ocurridas durante la “guerra sucia” de los años setentas y ochentas en México.
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