Las recientes cifras de desocupación que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló que más de diez millones de trabajadores se encuentran en condiciones críticas de ocupación durante el tercer trimestre de 2019, lo que representa el 19 % de la población ocupada.
Una de cada cinco personas en el país se emplea bajo “condiciones críticas”. Pese a requerir más tiempo laboral para obtener más dinero, se les emplea menos de 35 horas a la semana o bien trabajan más de 35 horas con ingresos inferiores al salario mínimo y en algún caso más de 48 horas sin rebasar los dos salarios mínimos al mes.
De acuerdo con los datos de julio a septiembre de este año, con el avance de una mayor población económicamente activa, ha crecido el volumen de empleados donde el tiempo y remuneraciones no empatan para que obtengan por su trabajo más de 6,160 pesos en un mes, de 15.6 a 19.1 % en un año; así lo ha hecho también la proporción de personas que se subocupan en el país y quienes lo laboran en el sector informal.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) subraya que en México 57.3 millones tienen necesidad de un empleo, de ellos 2.1 millones están excluidos, pese a que buscan trabajo. Al comparar con los datos a 2018, la proporción del bloque laboral pasó de 59.8 por ciento a 60.4 por ciento de la población mexicana y dentro de él, el desempleo avanzó de 3.5 a 3.7 por ciento en un año.
Este último se amplía en localidades grandes, “donde está más organizado el mercado de trabajo”, subraya Inegi. En zonas con más 100,000 habitantes el desempleo escala a 4.4 %; en las antípodas, las localidades de menos de 2,500 habitantes queda en 2.3%. Las cifras se dan a conocer luego de una caída en la creación de empleo formal para el mes de octubre.
En la informalidad –trabajadores del campo sin prestaciones; empleados domésticos que lo mismo no reciben seguridad social, vacaciones de ley, aguinaldo; y aquellos que trabajan para empresas formales que otorgan seguridad social– hay 31.1 millones de personas, cifra que incrementó 1.8 por ciento respecto a 2018, dando como resultado que de toda la planta laboral 56.5 por ciento esté en esa condición.
De manera detallada, 15.2 millones conformaron la ocupación en el sector informal, cifra que significó un alza de 2.8 % a tasa anual y constituyó 27.6 % de la población ocupada; 7.5 millones corresponden a las empresas, gobierno e instituciones; 6.1 millones al agropecuario y otros 2.3 millones al servicio doméstico remunerado, detalló Inegi.
En este entorno, también repuntó la tasa de subocupación, 0.8 por ciento, de un total de 4.3 millones de personas. Actualmente, en 7.8 por ciento, es la más alta desde el mismo trimestre de 2016.
Tabasco se mantiene como el estado con la mayor proporción de desempleo, alcanza a 7.1 por ciento de su población; le siguen Querétaro con 5.4 por ciento; Ciudad de México y Sonora, 5 por ciento cada una; y Baja California Sur, Coahuila y el estado de México, 4.8 por ciento.
En contraste, Guerrero reporta 1.4 por ciento; Hidalgo, Oaxaca y Yucatán 2 % y Morelos 2.7. “Este indicador no muestra una situación de gravedad en el mercado de trabajo, sino más bien de la presión que la población ejerce sobre el mismo”, indicó Inegi. Al influir en la medición las expectativas y el conocimiento que tienen las personas que no trabajan sobre la posibilidad de ocuparse.
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