Habían pasado sólo unas horas desde que el primer auto ardió en llamas, cuando los criminales mandaron un mensaje a las autoridades comunitarias de Xaltianguis, Acapulco: “Haremos arder más dentro del pueblo”.
Los vehículos calcinados no han logrado matar a nadie, pero sí han dado un aviso a la comunidad de Xaltianguis en Guerrero.
Desde 2013, en dicho poblado, el grupo criminal conocido como Los Dumbos ha desatado una ola de secuestros, extorsiones y homicidios para tratar de controlar la venta de drogas, provocando un ambiente de miedo y zozobra en el municipio donde habitan aproximadamente 25.000 personas.
Los Dumbos surgieron a partir de una disputa con el grupo autodefensa, Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), que mantenía el control de Xaltianguis, conocido históricamente por ser un cruce de trasiego de droga.
Hace seis años, el grupo se instaló en el poblado como “policía comunitaria”; sin embargo, sus habitantes aseguran que a su llegada a Xaltianguis comenzaron a extorsionar a sus habitantes, por lo que los presuntos delincuentes fueron confrontados por la Policía Ciudadana, que logró expulsarlos de la zona sin mayores consecuencias.
Pero en enero de este año las cosas cambiaron, luego de que en la comunidad del Valle de Ocotito, municipio de Chilpancingo, las autoridades encontraron una bodega con más de 14.000 litros de combustible que fueron decomisados y entregados a la Fiscalía General de la República (FGR).
Las personas capturadas en flagarancia revelaron que el combustible pertenecía a Los Dumbos. Desde entonces, han buscado cobrar venganza contra la policía comunitaria.
En marzo, en un ataque con fusiles, la banda causó al menos dos muertos por lo que fueron perseguidos por la base de comunitarios.
Dos meses después, Los Dumbos se enfrentaron con los autodefensas de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero.
El ataque derivó en el destierro de los comunitarios, dejando un vacío ocupado por Los Dumbos. En ese momento, Bruno Plácido, líder de la UPOEG, intentó recuperar la plaza a sangre y fuego.
Actualmente en Xaltianguis no hay otra ley más que la del profesor Daniel Adame Pompa, líder de Los Dumbos.
Esta semana, tras la detención de cinco de sus miembros, los presuntos criminales desataron bloqueos con vehículos y llantas incendiadas, por lo que el gobierno llevó un mega operativo contra los responsables.
En el sistema táctico participaron 350 elementos de la policía estatal, policía ministerial y Guardia Nacional, quienes aseguraron vehículos robados, artefactos explosivos de fabricación casera, y drogas, además las autoridades lograron detener a 35 personas, de las cuales 25 son miembros del del grupo criminal.
Los actos de Los Dumbos han paralizado al poblado guerrerense: no hay clases, no hay transporte y no hay negocios.
La comunidad de Xaltianguis ha comparado a los Dumbos con la célula criminal de Los Rojos, quienes mantienen sus negocios de desapariciones forzadas, extorsiones, secuestros, huachicoleo, narcotráfico.
Los Rojos tienen su origen en el cártel de los Beltrán Leyva, quienes desde hace años tomaron el control de la entidad.
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