Después de la masacre contra la familia LeBaron ocurrida el 4 de noviembre en Sinaloa, se ha dicho que los parientes comenzaron a salir de la comunidad en Chihuahua y Sonora en donde han vivido desde hace casi 100 años.
Sin embargo, Julián LeBarón dijo en entrevista con Así Las Cosas que las personas estaban viajando a Estados Unidos para estar cerca de los cinco niños heridos de bala que están en hospitales de Tucson, Arizona, y comentó que si hay quienes planean mudarse a ese país, seguramente regresarán. “En el 2009 (año en el que ocurrió el secuestro y asesinato de Benjamín LeBaron) muchos se fueron pero regresaron. Esta es nuestra casa, es lo que hemos construido en un siglo. Obviamente no lo queremos abandonar” explicó.
Explicó que desde el 2010, la familia ha tenido el respaldo de la Policía Federal, por lo que en su comunidad no han vuelto a haber secuestros: “Hemos sido uno de los municipios más seguros de Chihuahua”, aseguró. El ataque en el que perdieron la vida tres mujeres y seis niños fue perpetuado en Sonora.
Momento de que la sociedad civil se una: Julián LeBarón
A diez días del ataque no han habido personas detenidas. Por lo que la familia LeBarón ha decidido dejar de esperar a que las autoridades cumplan con su labor, y cree que es momento de que el pueblo se organice para resolver los problemas.
“Mi tío ha dicho que justicia nunca vamos a tener y se la vamos a dejar a Dios. No hay forma de reparar el daño y nosotros nos vamos a enfocar en lo que viene en el futuro. Queremos unir fuerzas en Sonora y en la sociedad civil en todo el país para buscar cómo enfrentar a la violencia y, especialmente a las autoridades”, dijo Julián LeBarón.
Y agregó: “No hay justicia para nadie en México y no puede ser posible que la única voz de que tenemos es ir cada seis años, casi de rodillas, a marcar un papelito y esperar a que el que llegue resuelva los problemas. Cambiamos de políticos, de partidos, pero las instituciones, corrompidas hasta la médula, siguen siendo las mismas. Necesitamos organizarnos de la sociedad civil para que se cumpla”.
Reiteró en W Radio que él y su familia no sólo creen que tienen derecho a la libertad, sino que tienen la obligación de defenderla. Y considera que su familia todavía posee la fuerza y autoridad para intentar hacerlo.
Sin amenazas y con video
Durante la entrevista, Julián LeBarón aclaró que ni él ni su familia han recibido amenazas. La información al respecto fue sólo un rumor sin fundamentos.
Y, a pesar de que no han habido grandes avances de la investigación sobre la agresión, al parecer la Guardia Nacional tiene un video sobre el ataque. Comentó que las autoridades sólo le dijeron que habían encontrado una mochila con una cámara, pero no tiene más detalles certeros sobre esta evidencia.
Igualmente dijo que a uno de de los niños de la familia LeBarón, que está internado en Tucson, Estados Unidos, le dispararon ocho veces. Explicó que se habían registrado siete impactos, pero que recientemente encontraron restos de lo que podría ser una octava bala.
Masacre de la familia LeBarón
El 4 de noviembre, un convoy con miembros de la familia viajaba en la carretera de Sonora cuando fue interceptado por un grupo armado que les disparó e incendió sus vehículos con personas adentro.
Murieron tres mujeres y seis niños. Cinco menores sobrevivieron y fueron traslados a Tucson, Arizona, para que fueran atendidos en el Diamond Children’s Medical Center.
La familia LeBarón se estableció en Chihuahua en 1924 y se dedicaron a la producción de nueces, maíz y avena. Fundaron la Iglesia del Primogénito de la Plenitud de los Tiempos en 1955 y desde entonces la comunidad ha crecido. En 2010 el Instituto Nacional de Estadística y Geografía registró a mil 51 habitantes en la colonia en donde habita la familia.
La Mora, de donde provenían las personas asesinadas, se encuentra en el noreste de Sonora.
MÁS SOBRE ESTE TEMA