En las entrañas del gobierno del Estado de México circula un reporte de inteligencia con detalles de varias reuniones que supuestamente tuvieron altos mandos de la policía y la mafia, específicamente del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El reporte detalla que fueron varias reuniones entre emisarios de la organización transnacional y jefes regionales de Amecameca, Tultitlán, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec y Zumpango.
Al parecer hubo varios llamados -dependiendo de la zona-, y fue un comisario el que organizó todas las reuniones y avisó al resto de sus colegas.
¿El motivo de los encuentros secretos? Una especie de tregua al viejo estilo mafioso. “Ustedes no se meten con nosotros, y nosotros no nos metemos con ustedes”.
Al parecer sólo uno de los comisarios traicionó el pacto y encendió las alarmas alertando a su jefe local. Según su versión, en ningún momento se tocó el tema del dinero, el único mandamiento fue “déjenos trabajar en paz”.
Sin embargo, el reporte, filtrado por el periodista Héctor de Mauleón, del Universal, no especificó quiénes fueron exactamente los que asistieron a esas supuestas juntas criminales.
“Coincidencias”
En esos días fue cesado de su cargo el comisario de Tecámac, bajo el argumento de que no había aprobado los “exámenes de control de confianza”, o dicho en otras palabras, porque incluso hasta sus mismos jefes consideraron que era muy obvio. Sólo duró 23 días en el cargo.
Durante la gestión del nuevo director, dos policías municipales fueron asesinados en un puesto de tamales ubicado en el fraccionamiento Los Héroes Tecámac, Sexta Sección, el 28 de enero.
Más tarde se supo que en el asesinato estuvieron involucrados algunos de sus compañeros, quienes se habían vinculado con el crimen organizado.
En ese municipio (Tecámac), en tan solo 9 meses hubo cuatro directores de la policía, y la alcaldesa recibió varias amenazas de muerte en febrero, marzo y agosto.
En marzo, también fue asesinado un ex policía conocido como “Comandante Catrina” junto a su esposa. Ambos hacían trabajos para el narco.
Un mes después el fiscal de Tecámac, y sus escoltas, tuvieron el mismo destino en un restaurante de mariscos, y en octubre otro policía municipal fue acribillado.
En Valle de Chalco, que forma parte de Amecameca, hace poco fue asesinado el alcalde Francisco Tenorio. Le metieron dos tiros, uno de ellos en la cabeza, que terminaron ocasionándole muerte cerebral.
El sicario que atentó contra el alcalde viajaba con él en su camioneta, luego de que le pidiera un aventón. Se trató de un joven que apenas rozaba la mayoría de edad.
De acuerdo con De Mauelón, este tipo de reuniones clandestinas no sólo se están llevando en la zona periférica de la capital; también asegura que hay reportes de “encuentros” en el corazón de la Ciudad de México.
Informes de autoridades mexicanas y de la Administración para el Control de Drogas (DEA; por sus siglas en inglés), señalan que la empresa delictiva jalisciense opera en 25 de las 32 entidades que existen en la división política de México.
Los gobiernos de ambos países cuentan con datos de la presencia de células del CJNG en Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Ciudad de México, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Colima, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Zacatecas.
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