A casi un mes del sorpresivo ataque a policías de Aguililla, Michoacán, donde murieron 13 uniformados, ya hay detenidos según el gobernador de la entidad, Silvano Aureoles; sin embargo, no dio detalles, pues señaló que las investigaciones continúan.
Agregó que las averiguaciones son en conjunto de la Fiscalía General de la República y la Fiscalía General del Estado, que están haciendo las diligencias para reconstruir los hechos.
“Están trabajando las fiscalías, no abundo en los detalles por obvias razones, sé que hay avances, incluso con detenidos, recuperación de muchos instrumentos que contribuyen a este lamentable hecho empezando por la recuperación de muchos vehículos blindados”, señaló el mandatario estatal.
Según Aureoles, la emboscada a Policías Estatales el pasado 14 de octubre, fue un asalto directo contra los agentes y no contra la población. “El ataque de estos delincuentes fue dirigido hacia los elementos policíacos, no es un tema que anden tras la población o haciendo daño a la población”, especificó.
Aguililla mostró cabalmente el poder del narco en México. Aquella mañana de terror, un grupo de policías fue emboscado y muerto a mansalva, sin ningún tipo de apoyo logístico o de inteligencia.
De acuerdo con los primeros reportes, a las 07:35 horas, cinco camionetas de la Policía Estatal de Michoacán, salieron de Apatzingán a la Aguililla, para trasladar a una mujer y su hija, víctimas de la delincuencia; sin embargo, cuando se acercaron a la comunidad conocida como El Aguaje, al menos 30 criminales del Cártel de Jalisco Nueva Generación los emboscaron abordo de unidades blindadas.
En la trampa más mortífera contra policías desde 2015, murieron 13 agentes y nueve resultaron heridos.
En el lugar de la agresión aparecieron narcomensajes, aparentemente firmados por la célula, con amenazas a quienes apoyen a sus rivales. “A todos los policías michoacanos lacras que apoyen a los Templarios, biagras, trollanos, y Chocomiles de Tepeque se los cargara la verga. ATTE: CJNG” [sic]
Los agentes sobrevivientes relataron que aunque se enfrentaron a los presuntos sicarios, en unos minutos se vieron superados en armamento y número de atacantes.
Versiones de testigos aseguraron que los criminales actuaron con tal dominio de la zona y el tiempo que, luego de colocar las cartulinas en las patrullas, remataron a los sobrevivientes que se encontraban heridos.
Tras la emboscada, se revelaron audios de un presunto criminal quien daba órdenes a los sicarios que se encontraban en el “campo de guerra”. "A la policía michoacana pónganles las cartulinas ¿están haciendo lo que les dije? Pónganles lo que les dije: ‘policías templarios, troyanos, así pónganles y que les va a pasar lo mismo’”, dijo el sicarios a través de un radio.
El mes de octubre se ha posicionado como uno de los más trágicos en lo que va del 2019. Días después de lo ocurrido en Aguililla, un operativo para capturar a Ovidio Guzmán, hijo del Chapo, terminó con las calles de Culiacán, Sinaloa, convertidas en un campo de batalla, soldados retenidos por narcos, familias amenazadas por delincuentes y medio centenar de presos huyendo de la prisión local.
En los hechos suscitados el pasado 17 de octubre, presuntos miembros del Cártel de Sinaloa, sometieron y amarraron a 20 soldados. Los utilizaron como moneda de cambio por la liberación de Guzmán López. Por la radio, los narcos lanzaron la amenaza de explotar los taques de gasolina cerca de la catedral.
Las advertencias fueron motivo suficiente para liberar al presunto criminal que cuenta con una orden de extradición a Estados Unidos.
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