La política exterior de México está bajo la lupa de analistas internacionales. Mientras algunos respaldan la decisión de otorgarle asilo político al presidente en funciones, Evo Morales, otros consideran protagónica e intervencionista la posición del gobierno mexicano.
Daniel Zovatto, director Regional de IDEA Internacional para América Latina y el Caribe, respaldó la actuación del gobierno del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador en torno a la crisis de Bolivia.
“Los pasos que ha dado el gobierno de México han sido los correctos y acertados, para encontrar una salida negociada, pacífica, constitucional y electoral a la crisis política de Bolivia”, comentó en entrevista con Infobae México.
Explicó que los sucesos registrados las últimas horas en el país andino demuestran que un presidente electo constitucionalmente fue obligado a abandonar el poder antes del 21 de enero de 2020, fecha en la que concluía su mandato presidencial.
Zovatto, quien es consultor político y asesor de gobiernos y agencias internacionales, recordó que las fuerzas militares -obligadas constitucionalmente a obedecer al poder político y que tienen prohibido deliberar en torno a las situaciones políticas y sociales de Bolivia- leyeron una declaración en la que sugirieron a Evo Morales renunciar a la Presidencia, para pacificar al país.
“Eso se llama golpe de Estado en Chile, en México, Bolivia y en la China. Un golpe de Estado que no generó la toma del poder político, pero el golpe de Estado es inobjetable”, espetó.
Daniel Zovatto celebró la determinación del gobierno mexicano de honrar su larga y reconocida trayectoria en materia de asilo, aplicar la doctrina Estrada y conceder el asilo a Evo Morales.
La doctrina Estrada es la base de la política exterior mexicana, desde 1930, y consiste en respetar la soberanía de las naciones y evitar pronunciamientos en torno a la legitimidad o no de los gobiernos extranjeros, especialmente si este proviene de movimientos revolucionarios.
“A la luz de lo que hemos visto, la vida de Evo Morales, la vida del presidente en funciones corre peligro y la protección de los derechos humanos y de la democracia, no resiste ningún tema de injerencia en asuntos internos o el falso ejercicio de la soberanía” y aclaró que Morales seguirá siendo presidente, hasta que la Asamblea Legislativa se reúna y acepte la renuncia presentada.
El autor de diversos libros sobre derechos humanos, elecciones y democracia en América Latina, advirtió que la situación en Bolivia es una crisis abierta, cuyo final aún se desconoce, por lo que resulta necesario que todos los actores bolivianos la reconozcan y solventen de manera pacífica, con diálogo y a través de una salida electoral.
“Cuidado con sacar el genio de la violencia, es fácil sacarlo, pero no controlarlo”, sentenció.
Explicó que la renuncia de Evo Morales es resultado de un desgaste político provocado por la fractura del orden constitucional y su insistencia de perpetuarse en el poder. Agregó que el fraude electoral, el cual fue documentado por observadores internacionales, aumentó la polarización y multiplicó los sucesos violentos.
“La confrontación de simpatizantes y adversarios de Evo Morales es resultado de esta idea de seguir en el poder”.
Laborde Carranco, opinó que técnicamente no fue un golpe de estado, toda vez que la renuncia del presidente de Bolivia no estuvo precedida de algún acto de violencia para despojar al presidente y no hay una junta militar dirigiendo los destinos del país andino.
“Los militares anunciaron que no atentarían contra el pueblo boliviano para acallar las protestas provocadas por el fraude electoral y con ese pronunciamiento, Morales decidió renunciar a la presidencia. Eso no puede ser llamado un golpe de Estado, un golpe militar”.
Agregó que una vez que Evo Morales se encuentre en condición de asilado, el gobierno de México deberá proporcionarle casa, comida, seguridad, servicio médico y determinar, incluso, si le ofrecerá algún tipo de empleo.
“Será necesario seguir de cerca los gastos que realice la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), sólo por concepto del asilo otorgado a Evo Morales y otras 20 personalidades de los Poderes Ejecutivo y Legislativo de Bolivia, quienes con toda seguridad están acompañados de cónyuges, hijos y otros familiares directos”, aclaró el también profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Anáhuac e instituciones de educación superior en Estados Unidos, Perú, Chile, Corea y China.
Los internacionalistas consultados coincidieron en que los países latinoamericanos se hallan en una situación de estrés, con inestabilidad política, crispación social, instituciones débiles y fatiga democrática, por lo que resulta indispensable hacer una defensa colectiva de la democracia y de los derechos humanos.
Todas las naciones de la región, finalizaron, están obligadas a resolver los problemas con mecanismos y procedimientos democráticos.
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