El grupo criminal “La Unión” cobrará a los comerciantes ambulantes y locatarios de Tepito y La Lagunilla cuotas de extorsión especiales, aguinaldos, por la cercanía de la temporada navideña.
“El Hormiga” y “El Barbas”, dos de los principales extorsionadores del cártel “La Unión” anunciaron que a partir de la próxima semana pasarán a cobrar el “cargo extra” y la cuota semanal que ellos mismos impusieron a los comerciantes del Centro Histórico de la Ciudad de México.
Locatarios con puestos ambulantes sobre las calles de Aztecas, Eje 1, González Arteaga y Manuel Doblado revelaron que semanalmente pagan a los extorsionadores una cuota de 1,000 pesos y ahora pagarán un cargo extra de 3,000.
Por lo tanto, las ganancias del grupo criminal conocido como “La Unión Tepito” ascenderán a 4,000 pesos semanales por cada uno de los puestos ambulantes de la zona.
Tradicionalmente, los vendedores ambulantes se instalan en las calles del Centro Histórico. Los llamados “toreros” utilizan mantas que colocan sobre el piso para exhibir sus productos; utilizan un sistema de radiocomunicación con walkie talkies para vigilar las calles. Un simple silbido es la señal de alerta para que los comerciantes salgan corriendo de la zona, con las mantas sobre el hombro para escapar de los granaderos.
Durante la temporada navideña, el número de comerciantes crece significativamente, con la tolerancia del gobierno de la Ciudad de México. Además de los puestos con comida típica, como tacos, tlayudas y frutas de temporada, los locatarios extienden su catálogo de ventas con productos característicos de la época invernal: chamarras, bufandas y suéteres; además de perfumes, cosméticos y bisutería.
Antes del 24 de diciembre y hasta el 6 de enero, la mercancía en venta cambia. Juguetes, pelotas, muñecas y juegos didácticos son la oferta de los comerciantes, quienes se mantienen apostados en las calles durante todo el día, incluso, hasta la madrugada.
Desde hace más de cuatro décadas, el barrio de Tepito es un sitio comercial. Era la zona preferida para la adquisición de productos fayuca o mercancía ilegal, provenientes de Estados Unidos. En aquella época vendían televisores, radio-despertadores y videocaseteras.
Muy poco tiempo después, la droga se convirtió en el principal producto de venta. Marihuana, LSD y bolsitas con cocaína inundaron el mercado y la violencia en la zona se recrudeció.
Héctor de Mauleón ha retratado en diversas entregas periodísticas, publicadas en el periódico El Universal, a los protagonistas del crimen organizado y sus actividades delictivas en el Centro Histórico.
En 2013, el asesinato de 13 jóvenes en el Bar Heaven puso en el mapa al grupo delictivo “La Unión”, que ya le disputaba territorios al Cártel del Golfo para la distribución y venta de estupefacientes.
Uno de los “levantados” fue un joven de 16 años, Jerzy Ortiz, quien era hijo de Jorge Ortiz Reyes alias “El Tanque”, condenado a 23 años de prisión. Todo indica que era una de las cabecillas de La Unión.
Aunque “La Unión” tiene su zona de influencia en las calles de Peluqueros, Pintores, Panaderos, Hojalateros, Carpintería, Plomeros y Mecánicos. Sin embargo, desde hace al menos un lustro ha expandido su mercado hasta las colonias Roma y Condesa, con un mayor nivel socioeconómico.
La Cueva es el centro de operaciones de “La Unión”. Se trata de una vecindad ubicada en la colonia Morelos, que se halla escondida por las decenas de puestos ambulantes que hay en sus inmediaciones. Es un terreno muy amplio con varias entradas y salidas, que les permite controlar el acceso de personas ajenas y la huída de los miembros de la banda delictiva.
“La Unión” es protagonista de historias de muerte, balaceras, cuerpos desmembrados, cabezas abandonadas en puentes, personas acribilladas a plena luz del día y altares dedicados a lo que llaman “La Santa Muerte”.
MÁS SOBRE OTROS TEMAS: