Marginada, carente de seguridad y azotada por el crimen organizado. Así es La Mora, la localidad de donde partió el convoy de la familia LeBarón en Chihuahua antes de ser brutalmente asesinados por un comando.
Aunque nunca se les retiró la seguridad, como aseguraron algunos reportes, los LeBarón vivían en una zona caliente por disputas del narco, pero en la que solo había 19 policías disponibles.
El mapa y la foto satelital dan cuenta de lo marginada que es la comunidad del norte de México.
La familia estadounidense LeBarón se estableció al noroeste del estado mexicano de Chihuahua, a inicios del siglo pasado.
Alma Dayer LeBaron, miembro de la Iglesia Mormona en Estados Unidos, llegó a México junto a miembros de su numerosa familia alrededor de 1924, debido a que se negaba a dejar la poligamia, requisito exigido en 1886 al estado de Utah para ser reconocido como parte del país.
Una vez en México, sus hijos Joel y Ervil LeBarón establecieron en 1955 la llamada Iglesia del Primogénito de la Plenitud de los Tiempos.
Sin embargo, surgieron rencillas entre ellos y según versiones periodísticas de la época, Ervil ordenó el asesinato de Joel, razón por la que fue convicto en México y Estados Unidos, así como otros miembros de la comunidad.
La familia fundó la colonia LeBarón, en el municipio de Nuevo Casas Grandes y desde ahí migraron a otras comunidades y estados, como Sonora. Muchos miembros de la numerosa familia nacieron en México y por lo tanto tienen doble nacionalidad.
Una parte de los Lebarón se asentó en la comunidad de La Mora, localizada en Chihuahua. La familia es considerada una de las más trabajadoras y prósperas, gracias a sus actividades en los sectores de la agricultura, la ganadería y el comercio.
Una gran parte de la familia se dedica al cultivo de nueces, por lo que en 2018 algunos miembros tuvieron una fuerte confrontación con ejidatarios, quienes aseguraban, los LeBarón hacían uso excesivo de agua de la comunidad. Los acusaron de plantar demasiados árboles de nogal, que requieren una gran cantidad de agua para su producción.
En La Mora tenían su rancho Rhonita Maria Miller y su esposo Howard Miller, en donde vivían con sus siete hijos.
Kendra Miller, hermana de Howard, le dijo a CNN que Rhonita y su marido se estaban preparando para la boda de Kendra, que estaba programada para la próxima semana en La Mora.
De acuerdo con el relato de Kendra, Rhonita salió del rancho junto con Christina Marie Langford Johnson, Dawna Ray Langford y sus respectivos hijos. Viajaban en una caravana de tres autos.
“Manejaban juntos por razones de seguridad”, dijo Kendra. “Rhonita iba a hacer algunas compras allí (en Tucson) y recogería a su esposo para ir a la boda”.
Dawna Ray Langford, de 43 años, conducía otro automóvil con sus dos hijos, Trevor Harvey Langford, de 11 años, y Rogan Jay Langford, de 2. “Dawna iba a visitar a su familia con sus hijos en Chihuahua”, dijo.
Christina Marie Langford Johnson, de 29 años, viajaba en otra camioneta con su hija de 7 meses e “iba a encontrarse con su esposo y el resto de sus hijos porque todos se mudarían al norte Dakota”, dijo Kendra a CNN.
La caravana de tres autos salió de La Mora en las primeras horas del lunes por la mañana cuando el vehículo de Rhonita tuvo un desperfecto en el camino, al pincharse una llanta, explica Kendra. Rhonita y sus hijos dejaron atrás el auto averiado y luego viajaron de regreso a La Mora con Christina, Dawna y sus hijos para conseguir otro auto.
De regreso en La Mora, Rhonita tomó el auto de su madre con sus hijos y continuó el viaje con los otros dos vehículos conducidos por Christina y Dawna, explicó Kendra.
Pero antes pasarían a la localidad de Bavispe, en Sonora, en donde se encuentran otros de sus familiares. Era un viaje que hacían con regularidad.
El camino que tomaron está enclavado en la zona serrana, justo en los límites de Sonora y Chihuahua. Ahí fue donde los atacaron.
El área es disputada por varios grupos vinculados con los cárteles del narcotráfico, debido a que es una zona clave en el trasiego de drogas hacia los Estados Unidos.
El área es disputada por varios grupos vinculados con los cárteles del narcotráfico, debido a que es una zona clave en el trasiego de drogas hacia los Estados Unidos.
El padre de Rhonita, Adrián LeBarón, le aseguró a CNN que habían recibido amenazas por parte del crimen organizado advirtiéndoles que no fueran “metiches”.
“Hace unos meses hubo un incidente, donde hay huachicoleo (robo de combustible), a ellos les molesta que uno compra su combustible, porque casi creen que es competencia de ellos, hubo un tipo de amenaza. Y sí recibimos llamadas hasta del crimen organizado de que no andemos de chismosos y que ya no nos iban a molestar, y ahora nos acribillaron a tres familias, me entiendes, y hay nueve muertos, ahorita hay 5 niños en un helicóptero porque estaban balaceados en la boca, en el pecho en las piernas y ya están ahorita en hospitales de EE.UU.” (sic).
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