El Cártel de “La Unión Tepito” ha sembrado el terror en la Ciudad de México. Considerada anteriormente, en aparente tranquilidad, la capital del país se había mantenido ajena a las disputas entre grupos del crimen organizado como las que hay en Guanajuato, Michoacán, Veracruz, Jalisco, Tijuana y en casi todo el territorio nacional por la campaña que el Cártel Jalisco Nueva Generación ha emprendido en busca de apoderarse del todo el mercado de la droga en México.
Pero desde hace nueve años, la aparente tranquilidad en la que vivían los capitalinos empezó a desaparecer. Al mismo tiempo comenzaron las balaceras, ejecuciones, narcoamenazas, ajustes de cuentas, cuerpos descuartizados y demás violencia originada por el Cártel de La Unión que nació en las entrañas del “Barrio Bravo” de Tepito, en pleno corazón de la Ciudad de México.
Los primeros indicios que las autoridades tuvieron de que bandas vinculadas a grandes cárteles del narcotráfico operaban en la capital del país, fue en diciembre de 2007, cuando aparecieron las cabezas cercenadas de dos empleados de una aerolínea. Desde ese día la virtual paz en la que estaba sumergida la capital se vio trastocada, y lo peor, comenzó a escalar la violencia.
Hace unos días, el 22 de octubre, elementos de la Marina y policías de la Ciudad de México realizaron un operativo en Tepito. Durante la ejecución, que buscaba detener a Oscar `N``, alías “El Lunares”, actual líder de la organización delictiva, detuvieron a 31 personas que presuntamente eran miembros de " La Unión". Unos días después, 27 de los detenidos fueron liberador por el juez de control, Jesús Delgadillo Padierna, por considerar que se intentó hacer pasar por delincuentes a personas que no están vinculadas con actividades ilícitas.
En el operativo los marinos encontraron 2.5 toneladas de droga, dos narcolaboratorios, un arsenal que incluía armas cortas y largas de alto calibre, granadas, dinero, un lanzacohetes modelo B-300 que es capaz de perforar tanques, unidades blindadas, sitios fortificados e incluso derribar aeronaves que vuelen a baja altura. También hallaron un narcotúnel que iba desde el domicilio ubicado en Jesús Carranza 42, hasta Peralvillo 33.
Sin embargo, lo más aterrador que descubrieron los elementos de la Marina y policías que realizaron dicho operativo, fue una serie de altares con máscaras, sacrificios animales, machetes, sangre, cera , cuchillos, 42 cráneos, 40 mandíbulas, 31 huesos largos y un feto dentro de un frasco. Las autoridades capitalinas han confirmado que se trata de restos humanos y serán comparados con el padrón de personas reportadas como desaparecidas.
La llamada santería es un culto que se ha ligado desde hace mucho tiempo a los miembros de “La Unión”. Las ofrendas y altares hallados en los búnkeres del `Barrio Bravo´ pertenecen al ritual conocido como Congo, Palo o Palo Mayombe que es de origen africano cuyo rito más característico utiliza cráneos, sacrificios animales y sangre depositados en una olla.
El cártel de “La Unión Tepito” ha dejado una estela de violencia en la Ciudad de México desde casi década. Robos, extorsiones, secuestros y ejecuciones cada vez han sido más habituales en la capital del país.
El narcopacto con el que inició el Cártel de La Unión Tepito
El Barrio Bravo hace honor a su sobrenombre. Tepito es una céntrica colonia de la Ciudad de México, en donde históricamente se vive bajo otra ley, no cualquiera puede entrar. Ahí se registran a plena luz del día actividades ilícitas que van desde contrabando hasta ejecuciones.
Tepito, en el centro de la capital mexicana, ha sido un territorio conflictivo desde hace décadas. En los años 70 y 80 fue el principal centro de comercialización de mercancía de contrabando. La década siguiente comenzó la distribución de cocaína.
Pero el 28 de mayo de 2010, en sus calles se realizó un pacto que cambiaría el panorama delictivo de la capital, según narran los periodistas Sandra Romandía, David Fuentes y Antonio Nieto en el libro Narco CDMX. Ese día se firmó un pacto entre narcos del cual surgió La Unión.
En la calle Hojalateros se llevó a cabo una reunión a la asistieron los principales distribuidores de droga de Tepito y Édgar Valdez Villareal, “La Barbie”.
Llegó a la narcoreunión acompañado de 100 sicarios para acordar un pacto del cual nació La Unión Tepito.
Édgar Valdez Villarreal actualmente se encuentra preso en Estados Unidos y enfrenta una condena de 49 años. "La Barbie", de 44 años, ha sido uno de los narcotraficantes más sanguinarios en la historia más reciente de México.
Trabajó con Joaquín El Chapo Guzmán y su cartel de Sinaloa, así como para Arturo Beltrán Leyva, que lo nombró como jefe de sicarios de su cártel. Luego de perder fuerza el grupo de los Beltrán, pacto con líderes criminales de la capital del país: un nuevo cártel surgiría.
“La Barbie” paralizó por un día las calles del Barrio Bravo, donde se reunió con narcomenudistas en el corazón de Tepito para unificar fuerzas y crear "La Unión".
A las 21:20 horas de ese 18 de mayo, los forasteros subieron a los autobuses y un reducido grupo hizo lo propio a una Caravan dorada y a una pick up blanca. Así como llegaron se fueron del barrio.
Édgar Valdez Villarreal organizó una junta con los principales distribuidores de drogas en Tepito. El propósito era unificar a los grupos y las familias que dominaban el barrio.
“La Barbie”, era uno de los narcotraficantes más buscados del país. De acuerdo con pesquisas de la PGR, el capo nació en Estados Unidos y vivió su infancia en Laredo, Texas. Colaboró con el Cártel de Sinaloa y después con los hermanos Beltrán Leyva, pero para 2010 ya tenía su propia estructura criminal y su ruta para importar cocaína desde Colombia: la ruta Panamá, como él mismo confesó a la PGR y la Policía Federal.
La reunión duró unas seis horas, con recesos aderezados con una comida y brindis. Así lo relató el propio Valdez Villarreal, quien admitió que sólo conocía a uno de los asistentes: Ricardo Castillo López, “El Moco”, un expolicía judicial federal que comenzó a tratar en Nuevo Laredo, Tamaulipas, sin recordar la fecha, cuando La Barbie daba sus primeros pasos en el narcotráfico. Según La Barbie, Castillo López era compadre de un importante miembro de Los Zetas y solía actuar como facilitador cuando algún miembro de la Última Letra tenía negocios en la capital.
En la junta, donde había alrededor de 20 personas, se pactó una unión de las bandas delictivas de Tepito bajo el padrinazgo de Valdez Villarreal, quien les surtiría cocaína y anfetaminas a un precio apenas por abajo del establecido en ese entonces: 180 mil pesos el kilo. No era pura, estaba cortada y marcada por la gente de La Barbie.
El trato incluía no sólo la venta de droga, sino también una modalidad delictiva que hasta esas fechas no se había explotado en la Ciudad de México: el cobro de derecho de piso, es decir, una cuota que comerciantes y empresarios debían pagar como “protección” para que los dejaran trabajar.
Así, ese 18 de mayo de 2010 nació “La Unión”, banda criminal que se apoderó a sangre y fuego del mercado capitalino de estupefacientes. La conformaron los hermanos Francisco Javier y Armando Hernández Gómez; la familia Castro, cuyo líder, Jorge Castro Moreno, “El Abuelo”, estaba en prisión; los hermanos Romero, quienes presumían relaciones cercanas con los líderes de comerciantes ambulantes vinculados con el PRD, y los hermanos Magaña, que dominaban desde hacía décadas el corredor de Insurgentes y la Zona Rosa. Las familias y bandas que no fueron incluidas en el trato se someterían al nuevo orden o las eliminarían.
La primera vez que salió a relucir su nombre, fue en 2013 cuando un comando armado secuestro a 13 jóvenes de un bar ubicado en pleno corazón de la capital del país. Las víctimas fueron encontradas días después en una fosa clandestina.
Las autoridades determinaron que fue una disputa entre vendedores de droga y dijeron que se trataba de "La Unión", un grupo criminal vinculado al Cártel de los Beltrán Leyva.
Así, “La Unión Tepito” se ha convertido en una de las mayores amenazas a la seguridad de la capital del país.
El Cártel de la Unión Tepito ha diversificado sus negocios
Además de cometer asesinatos, secuestros, distribuir droga, secuestro, extorsionar y cobrar derecho de piso a comerciantes, dueños de bares y restaurantes, lavado de dinero; también se dedica a la invasión de predios y copta migrantes para que trabajen en sus filas a cambio de ayuda para llegar a los Estados Unidos.
Informes del gobierno federal revelaron que por más de dos años, esta organización criminal se ha dedicado a tomar edificios y predios en las alcaldías de Cuauhtémoc, Benito Juárez y Venustiano Carranza, principalmente en las colonias Condesa, Roma, Santa María la Ribera, San Rafael, Centro , Guerrero, Morelos, Portales, entre otras.
Las autoridades están investigando si La Unión Tepito tiene inversiones en el ramo inmobiliario y de la construcción.
De acuerdo con datos recabados por el departamento de inteligencia de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), la hermana de Roberto Mollado Esparza, alías "El Betito"( líder del grupo criminal de "La Unión" preso en un penal federal), Rosana Patricia, es quien se encarga de eligir los predios o edificios que se invadirán.
El centro de operaciones se ubica en el domicilio de Rosana, ubicado en la céntrica colonia Guerrero, según el informe. Desde ahí organiza los pagos para los halcones y las personas que se meten, con violencia, a ocupar el inmueble ilegalmente.
Utilizan como fachada para las invasiones a una organización civil y jornadas de limpieza en los edificios de los que se apropian, para así pasar inadvertidos por los vecinos o autoridades.
La fiscalía general ha detectado que los edificios de los que se apoderan funcionan como cafeterías, bares, restaurantes o centros de negocios con locales en renta, incluso, en algunos predios de los que se adueñaron ilegalmente se están construyendo departamentos.
La desaparición de una mujer y dos menores de edad, prendió las alertas de las autoridades de la Ciudad de México, puesto que el hombre proveniente del Salvador, levantó una denuncia por desaparición y reveló que presuntamente el Cártel de La Unión Tepito acosa y coopta a personas migrantes.
Según lo dicho por el ciudadano salvadoreño, integrantes de La Unión merodean los albergues en busca de migrantes para ofrecerles trabajo en el grupo criminal, vendiendo drogas al menudeo.
Lavaron millones de pesos
El grupo criminal lavó millones de pesos producto de sus acciones delictivas, a través de una red nacional que incluye agencias de publicidad, universidades, fundaciones , abogados y hasta cirujanos plásticos.
De acuerdo con la Secretaria de Seguridad Pública (SSP) de la Ciudad de México y la Procuraduría General de la República (PGR), la red operaba a nivel nacional y están involucradas 45 personas clave, que según informes de las corporaciones de seguridad, tienen nexos con integrantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y un ministro retirado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Casi todas las personas claves en la investigación están identificadas plenamente, según el informe "Estructura Financiera de la Unión", elaborado por la SSP y la PGR.
Según dicha investigación, los principales personajes en la red de lavado de dinero son: Marco Antonio C., rector de una universidad, Alejandro V., dueño de agencias de publiocidad, las abogadas Rebeca M., María Helena G., y el empresario Carlos D.
También las autoridades identificaron a cirujanos plásticos, algunos dueños de hospitales privados y clínicas en Morelia, Tijuana, Cancún, Estado de México y la capital mexicana.
En los expedientes de la SSP y la PGR están registrados cientos de movimientos bancarios, algunos de los cuales terminaron en una empresa comercializadora en Ecatepec, Estado de México.
Las investigaciones condujeron a cientos de cuentas donde se trasferían y recibían grandes cantidades de dinero, entre 6 millones 148 mil pesos que fueron trasferidos a Marco Antonio C. rector de una universidad.
En la red, según investigaciones, también están involucrados contadores públicos, licenciados en mercadotecnia, socios de despachos de abogados.
La guerra entre La Unión y Fuerza Anti-Unión
El 14 de mayo en las calles del famoso barrio de Tepito se registró una balacera, a plena luz del día que dejó 3 personas muertas. Las primeras indagatorias dicen que se trataba de supuestos extorsionadores que se dedicaban a cobrar “derecho de piso” a los comerciantes de la zona.
Los fallecidos al parecer pertenecían al cártel de La Unión Tepito, grupo delictivo que opera en la capital del país. Los pistoleros que los atacaron supuestamente son integrantes de la organización rival: Fuerza Anti-Unión.
La disputa entre dos facciones de esa organización, la más poderosa de la actualidad en la capital mexicana, ha generado niveles y formas de violencia no vistos en la ciudad.
En junio del 2018, el hallazgo de restos de cuerpos desmembrados que fueron esparcidos cerca de la unidad habitacional Tlatelolco, dejó ver que la capital del país ya no estaba a salvo de disputas entre grupos delictivos.
“Empezó la limpia mugrosos”, decía un mensaje dirigido al grupo la Fuerza Anti Unión (FAU), una facción que se separó de la Unión Tepito y que está en guerra por el control de los negocios ilícitos del grupo.
En mayo también del 2018, dos cadáveres fueron encontrados en contenedores de basura y en los últimos días de agosto 15 personas fueron asesinadas, en ambos casos presuntos miembros de ambas facciones.
Después, el 19 de septiembre del año pasado se registro una matanza en la popular y turística Plaza Garibaldi, en donde seis personas murieron, cuando un comando vestidos como mariachis atacaron un bar ubicado a un costado de la plaza.
Así creció el poder de la Unión Tepito: despojo, extorsión y complicidad de la policía
La delincuencia organizada creció exponencialmente en la administración del ex jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera, ahora senador por el Partido de la Revolución Democrática.
Durante su gestión creció la violencia , se llegó a cifras históricas tanto como en homicidio doloso como en el robo con violencia, y aunque todo el tiempo negó la presencia del crimen organizado en la capital del país, se dieron a conocer por sus hechos violentos y extorsiones los cárteles de Tláhuac y Unión Tepito.
“Se dejó de lado la gobernabilidad de la ciudad, la policía dejó de actuar con estrategia dejó de coordinarse con las demarcaciones territoriales, dejó crecer a las organizaciones del crimen organizado brindándoles protección y siendo cómplice de sus acciones”, dijo el ex secretario de Seguridad de la capital, Jesús Orta, en la toma de protesta de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.
La policía de Ciudad de México tiene en su poder una lista con los nombres de al menos 120 oficiales acusados de relacionarse con La Unión Tepito, organización criminal fundada en 2010 y con alta influencia en la zona centro de la capital.
Así lo reveló una investigación interna que, según fuentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), desde hace cinco meses se realiza en las entrañas del cuerpo policial.
Existe la sospecha que elementos de la Policía de la Ciudad de México dieron aviso del operativo que realizaron marinos en Tepito, cuyo objetivo era capturar a “El Lunares”. La investigación interna indica que el líder criminal organizaba fiestas para los patrulleros -de los tres turnos- de las coordinaciones territoriales Cuauhtémoc y Venustiano Carranza.
El día anterior al cateo fue captado en el mismo lugar Juan Tomás "N", comandante de la Policía de Investigación (PDI y coordinador territorial en la alcaldía Cuauhtémoc. La investigación reveló que ese comandante, fotografiado afuera del centro criminal, brindaba protección a “El Lunares”.
La SSC informó que el coordinador fue dado de baja y puesto a disposición de la Dirección General de Asuntos Internos, para que se determine su responsabilidad y se le aplique la pena correspondiente.
“Esta dependencia lleva a cabo la investigación administrativa conducente, para establecer la posible transgresión a los principios de actuación policial y el grado de responsabilidad ante un hecho constitutivo de delito”, informó en un comunicado de prensa la SSC.
Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la ciudad, reconoció que existe un problema grave de corrupción en las filas policíacas y aseguró que las investigaciones continuarán.
Los crueles métodos de La Unión para desaparecer a sus enemigos
Con la captura de diversos líderes de uno de los carteles más sanguinarios de la Ciudad de México, la Unión Tepito, se han dado a conocer sus métodos de operación: captación de recursos con la venta y distribución de drogas, extorsión, clonación de tarjetas, así como de crueles asesinatos.
Esta organización delincuencial tenía dos principales formas de asesinar, cuando los miembros de la organización criminal querían mandar algún mensaje a los cárteles rivales, dejaban los cuerpos de sus enemigos marcados en el abdomen o la espalda con las letras "U" y "T"; sin embargo cuando querían "desaparecer" a alguna víctima o secuestrado pudieron enterrar a sus víctimas en fosas clandestinas.
Reciente información que han dado a conocer autoridades locales, en coordinación con el Departamento de Inteligencia de la Fiscalía General de la República (FGR), que investigan una o varias posibles narcofosas en donde, presuntamente, La Unión Tepito, enterraría a varias de sus víctimas.
La investigación y búsqueda de estas fosas surgió luego de que en los teléfonos móviles de los líderes detenidos de La Unión Tepito, encontraran algunas fotografías y videos de “levantones”, torturas y ejecuciones de jóvenes de entre 20 y 25 años, los cuales podrían ser rivales de esta organización, a quienes asesinaron por la disputa del control de venta de drogas.
Los jóvenes que aparecían en los videos, fueron encontrados posteriormente entre botes de basura y con narcomensajes pegados al cuerpo, esto en las Alcaldías Venustiano Carranza, Gustavo A. Madero e Iztapalapa.
Cómo Tepito fue la puerta de entrada del Cártel Jalisco Nueva Generación a la Ciudad de México
De acuerdo a las investigaciones que fuerzas federales, Jorge Flores Concha, alias “El Tortas”, fue quien le abrió la puerta de la Ciudad de México al “El Mencho” y al Cártel Jalisco Nueva Generación.
La pelea por el control del mercado de la droga en la capital mexicana, entre el Cártel La Unión Tepito y Fuerza Anti-Unión, fue aprovechado por Nemesio Oseguera Cervantes, jefe del Cártel Jalisco Nueva Generación, para meterse y asentarse en la CDMX.
Las pistas para que las autoridades afirmaran que el CJNG había enviado una célula para apoderarse de la Ciudad de México, fueron obtenidas hace unos meses por investigadores del Centro Nacional de Inteligencia y de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Fiscalía General de la República.
Cuando realizaban las labores de seguimiento para capturar a los lideres de Unión Tepito y Fuerza Anti-Unión, llamó la atención de los agentes número celular del estado de Colima, cuando monitoreaban las redes de los jefes de los grupos criminales.
El número llevaba a un sujeto apodado "El Lobito", jefe de plaza del Cártel Jalisco Nueva Generación de aquel estado.
Los agentes encontraron frecuentes contactos entre "El Lobito" y un sujeto que operaba al oriente de la ciudad de México: Aldo Azcona, alias "El Enano" o "El Chucky".
Anteriormente ya se tenían señales de la presencia del cártel de Oseguera Cervantes en la Ciudad de México, en febrero del año pasado, aparecieron en Álvaro Obregón varias narcomantas con la firma “CJNG”. Informaban de la llegada del grupo criminal a la ciudad y anunciaban una “limpia” de “extorsionadores y chapulines”.
De acuerdo con elementos de Inteligencia, un hombre apodado "El Sapo", no pudo apoderarse de la capital, sin embargo, en alianza con Fuerza Anti-Unión lo logró.
El Cártel Jalisco siguió en la capital mexicana la estrategia que ha empleado en todos los estados en los que opera: aliarse con pequeños grupos locales; dotarlos de armas, de gente y de recursos, y luego enviarlos a pelear con el grupo dominante.
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