Se le conoce como el santo protector de ladrones y policías. Le dicen San Juditas y cada 28 de octubre congrega a miles de fieles en la Iglesia de San Hipólito, ubicada en el cruce de las avenidas Hidalgo y Reforma, en pleno corazón de la Ciudad de México.
Desde las primeras horas de este lunes se implementaron cierres viales sobre Hidalgo y Reforma, según lo reportado por el Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5).
El organismo puntualizó que la afectación vial va desde Eje 1 Poniente, Guerrero, hasta Avenida Paseo de la Reforma y la lateral de la misma arteria hacia el sur desde Franciso Javier Mina.
De acuerdo con el C5, desde las primeras horas del lunes ya se registraba una concentración de personas en las afueras de la iglesia de San Hipólito, en la colonia Guerrero, con motivo de las celebraciones de San Judas Tadeo.
Entre los devotos que cada año abarrotan el templo y sus calles aledañas sobresalen tatuajes con la imagen del santo, playeras estampadas, escapularios y dijes con la imagen de San Juditas, como la mayoría le llama.
En los barrios y colonias pobres la triada sagrada de los jóvenes está conformada por San Judas Tadeo, Malverde y la Santa Muerte: tres santos identificados con narcotraficantes y delincuentes.
Sin embargo, de los tres, solo “San Juditas” es considerado un “santo oficial”, que de acuerdo con la iglesia, buscan los más pobres, desesperados y los trabajadores.
Según José de Jesús Aguilar Valdés, subdirector de Radio y Televisión de la Arquidiócesis de México, la relación que se hace de San Judas con temas de delincuencia nace de una confusión por la falsificación de la imagen: los impresores la copiaron invertida y el bastón que originalmente lleva el santo en su mano derecha, quedó en la izquierda. Por eso la gente dice que el San Judas Tadeo con el bastón del lado izquierdo es el patrono de los delincuentes.
La iglesia ubicada en la calle de Hidalgo y Reforma, que cada 28 de octubre congrega a cientos de fieles de San Judas Tadeo, es en realidad un templo dedicado a San Hipólito y San Casiano, que Hernán Cortés mandó construir para la memoria de los soldados caídos durante la Batalla de la Noche Triste, cuando los españoles huyeron de los mexicas antes de la toma definitiva de Tenochtitlán.
Su construcción comenzó en 1599 y finalizó hasta 1740, y desde allí, durante el virreinato, partía las procesiones anuales que festejaban la fundación de la Ciudad de México.
La iglesia además está ubicada en el perímetro de dos colonias consideradas peligrosas: la Morelos (Tepito) y la Guerrero, de donde parten grupos de vecinos y jóvenes para celebrar al santo.
Hasta allí llegan también los desempleados, hombres y mujeres que ruegan por un trabajo o mejores ingresos. También hay madres que piden por sus hijos: los que están en la cárcel, andan en “malos pasos” o enfermos en un hospital.
Algunos buscan su protección para sobrevivir en las calles, cárceles, pleitos de pandillas y a veces, también, durante sus crímenes.
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