Heridos, habitantes de Culiacán protestaron para pedir paz a 10 días de los tiroteos para liberar a Ovidio Guzmán

A 10 días de que Culiacán, Sinaloa, fuera el escenario de un enfrentamiento entre militares y civiles armados durante un operativo de captura de Ovidio Guzmán, el hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, la población se unió para alzar la voz en una marcha para exigir paz.

Los habitantes del centro de esa ciudad, y organizaciones de sociedad civil, se organizaron para vestirse de blanco y tomar las calles para hacer un llamado por la tranquilidad de sus hijos.

“Culiacán valiente” fue el nombre de la movilización que comenzó en el estacionamiento del equipo de fútbol Dorados.

Ahí se explicó a los presentes que se respetaban sus ideologías políticas, y se invitó a no desplegar imágenes a favor de ningún partido. También acotaron que la marcha “no es en contra del gobierno”.

Durante la movilización que se dirigó por el boulevard Sánchez Alonso hasta el parque Las Riberas, los asistentes recordaron que en ese mismo trayecto se desataron los tiroteos entre fuerzas federales e integrantes del Cártel de Sinaloa.

Un hombre decía en un altavoz que la marcha era para “decir ‘aquí estoy por mis hijos’... Culiacán sigue de pie, tiene un corazón más grande, ¡Culiacán late con un corazón valiente!”.

Los asistentes de la marcha llamaron “jueves negro” al 17 de octubre donde tuvieron que permanecer resguardados en sus casas, restaurantes y centros comerciales mientras en las calles no dejaban de escucharse tiros al aire.

Alberto Kousuke, organizador de la marcha, dijo: “Queremos recobrar el espíritu sinaloense de que todos somos hermanos, el abrazo sinaloense, recuperar esa vibra de que somos unidos y podemos, ante la adversidad, juntos salir de ahí, y la marcha es una expresión de esto”.

Llamó la atención que Jesús Estrada Ferreiro, presidente municipal de Culiacán, invitó a los asistentes a la marcha a no expresar condenas ni proclamas o actos que politizaran el movimiento. En un video que compartió en redes sociales, dijo que se trataba de exponer el deseo de la ciudadanía de vivir en paz, y no ir en contra de alguien en particular.

Esta fue la respuesta a lo ocurrido tras el fallido operativo para detener a Ovidio Guzmán, hijo de “El Chapo”, que derivó en una jornada violenta que mantuvo ‘secuestrada’ a Culiacán por miembros del cártel de Sinaloa con bloqueos y tiroteos.

Y es que el hijo del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera es una de las piezas importantes de la organización criminal, pues junto con sus hermanos Iván Archivaldo y Jesús Alfredo, asumió una parte del mando del cártel, la otra está en manos de Ismael “El Mayo” Zambada.

En el operativo participaron al menos entre 30 y 35 elementos del Ejército y Guardia Nacional. En medio de la confusión, hubo una fuga de 55 reos del penal de Aguaruto, dentro de Culiacán, informó el secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Cristóbal Castañeda.

“Tomaron decisiones que yo avalo, que yo respaldo, porque se tornó muy difícil la situación y estaban en riesgo muchos ciudadanos, muchas personas, muchos seres humanos y se decidió proteger la vida de las personas y yo estuve de acuerdo con eso, porque no se trata de masacres. No puede valer más la captura de un delincuente que la vida de las personas", dijo este viernes el presidente de México Andrés Manuel López Obrador ante la resolución del Gabinete de Seguridad, de dejar en libertad al Chapito tras las balaceras que desataron en la ciudad grupos de sicarios.

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