Muchas de las personas que han muerto en enfrentamientos armados o como víctimas directas del crimen organizado, no estaban solteras. Por lo menos 29% de los 182.101 ciudadanos asesinados se encontraban casados. Sus familias, esposos y esposas se quedaron a padecer los estragos del fallecimiento violento de su ser querido.
Desde el 2007 se ha registrado que 53.202 mexicanos perdieron a su cónyuge; principalmente en entidades como Guerrero, Estado de México y Chihuahua. La mayoría de las personas que enviudaron fueron mujeres: 48.414, es decir, 91 de cada 100. El resto, 4.788, fueron hombres.
El año en el que más se registraron decesos de personas casadas fue el 2018. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), consultadas por Milenio, se registraron 5.790 personas que perdieron a su consorte por un ataque con arma de fuego.
Desde el 2011, al inicio de la “guerra contra el crimen organizado”, no había una cifra similar. Ese año, 5.437 personas casadas fueron asesinadas.
El estado en el que más se registraron este tipo de decesos fue Guerrero. En los 13 años en que ha habido combate contra el crimen organizado existieron 7.142 muertes. Fue el año pasado en el que hubo menos fallecimientos: 488. La cúspide de violencia para las personas con cónyuge fue en 2012, en el que existieron 809.
En segundo lugar se encuentra Chihuahua, quien ha padecido la muerte de 5.304 ciudadanos con nupcias. En los últimos tres años, el promedio anual ha sido de 260 asesinatos. Pero su pico en cantidad de muertes por arma de fuego fue entre 2009 y 2010: la cifra aumentó a 1.856 mexicanos.
Mientras que en tercer lugar se encuentra el Estado de México. Desde el 2007 han muerto en agresiones con pistolas o rifles, 5.142 personas casadas. El año pasado fue el más violento en esta categoría: existieron 508 casos.
También en Sinaloa hubo un alto número de personas afectadas; se registraron 3.720 personas que dejaron viudas a sus cónyuges, en Michoacán 3.305 y Guanajuato 3.108 casos.
Asesinatos por crimen organizado
Según el Semáforo Delictivo Nacional, en el 2018 por lo menos 75% de los asesinatos en México estuvieron vinculados con el crimen organizado. “Está colapsado el sistema social y de Gobierno, porque el crimen organizado recluta familias, jóvenes, taxistas, se te mete al antro o a la discoteca y te obliga a que vendas las drogas ahí”, declaró Santiago Roel, creador del organismo. Las ejecuciones por organismos criminales aumentó 20% en comparación con el 2017.
En septiembre del 2019, el último mes del que se tiene registro, la tasa de homicidios superó cinco veces a la mundial. Se abrieron 2.403 carpetas de investigación en el mes por asesinatos; 82 casos menos que en agosto.
Durante el primer trimestre del año el estado con la tasa más alta de muertes por crímenes fue Colima, con 57,8 por cada 100 mil habitantes. En segundo lugar Baja California con 49,4, Chihuahua con 38,4 y Morelos con 31. En donde menos hubo asesinatos fue en Yucatán, con 0,9 homicidios por cada 100 mil habitantes.
En Sonora, Morelos e Hidalgo en septiembre aumentó esta cifra en 54%, 41%, 40% y 36% respectivamente.
El narcomenudeo disminuyó en septiembre. Se abrieron 5.937 carpetas de investigación por este delito, contra 6.517 registradas en agosto. Los estados en donde más crímenes hubo fue en Baja California, Coahuila, Colima, Chihuahua y Aguascalientes. Y en las entidades en donde se registraron menos fueron Tamaulipas, Tabasco y Veracruz.
Este año en comparación con el 2018 han habido 22% de incremento de casos.
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