Los incendios en Baja California fueron provocados por la condición de Santa Ana, que de acuerdo con el director de Protección Civil del Estado, Antonio Rosquillas, esa fue la principal causa de los 50 siniestros en diversos municipios del estado.
La llamada condición de Santa Ana son vientos extremadamente secos que aparecen en el clima del sur de California, Estados Unidos y norte de Baja California, durante otoño y a principios de invierno.
El viento de Santa Ana es resultado de la presión de aire que se forma en elevadas altitudes de la Gran Cuenca, ubicada entre la Sierra Nevada (EU) y las Montañas Rocosas.
La masa de aire circula en el sentido de las manecillas del reloj por la Gran Cuenca y es empujada por la gravedad hasta la tierra baja que la envuelve.
El viento entonces es forzado a descender por pendientes de la montaña y hacia las costas del Pacífico, lo que hace que se caliente por la compresión física y a medida que cae en altitud, antes de alcanzar la cuenca de Los Ángeles, el condado de San Diego y Tijuana (Baja California)
De acuerdo con expertos, el estado de Baja California, ubicado al noreste de México, fue impactado por la condición climática Santa Ana en los últimos días.
“Se trata de los incendios más agresivos, ocasionados por la condición de los vientos de Santa Ana, registrados en la historia de Baja California”, enfatizó Rosquillas.
Los incendios fueron reportados en los municipios de Tecate, Ensenada, Rosarito y Tijuana, donde el gobierno declaró emergencia.
Autoridades contabilizaron tres muertos, al menos 140 casas calcinadas y aproximadamente 5 mil hectáreas de terrenos forestales siniestradas.
Asimismo, fueron colocados al menos tres refugios temporales para apoyar a las personas vulnerables ante la situación.
Como medida de prevención, en todos los niveles educativos tuvieron que suspender las clases en los municipios de Tecate, Rosarito y Tijuana, confirmó el Sistema Estatal Educativo.
Según las investigaciones, las llamas comenzaron la noche del jueves y se avivaron con el viento que superó los 95 kilómetros por hora.
Por ello, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) implementó el plan DNlll-E y evacuó a 1,645 personas.
Las Brigadas de rescate informaron que el fuego amenazó en las primeras horas del viernes al campus de Valle de las Palmas de la Universidad Autónoma de Baja California.
Pero el viento cambió de dirección ese día y se fue contra 20 rancherías que tuvieron que ser desalojadas y el ganado fue rescatado para evitar pérdidas.
Las pérdidas materiales aún no se han podido cuantificar. La incertidumbre y zozobra se apoderó de los bajacalifornianos.
En tanto, la Policía Federal (PF) bloqueó el paso vehicular en las carreteras libres y de cuota de Tijuana, Playa de Rosarito y Ensenada, áreas que fueron cubiertas por una capa de humo.
Asimismo, se instaló el Consejo Estatal de Protección en las oficinas del Centro Estatal de las Artes (Ceart) en Tecate, donde se concentraron autoridades de las tres órdenes de gobierno.
Debido a la humareda y a la velocidad de los vientos, Protección Civil recomendó a la población proteger las vías respiratorias.
Por su parte, Arturo González Cruz, alcalde de Tijuana, relató que algunos siniestros se iniciaron por la quema de basura en tiraderos clandestinos, pero los fuertes vientos los avivaron.
El director de Bomberos local, José Luis Jiménez dio el reporte de alrededor de 45 casas con pérdida total.
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