Aunque la Liga MX femenil ha tomado mayor relevancia en el panorama deportivo nacional, la situación todavía no es la ideal, pues aún existen brechas y desigualdades importantes que padecen las futbolistas para llevar a cabo la práctica de su deporte de una forma totalmente profesional.
En la última semana se dieron a conocer varios casos que dejan en evidencia algunos de los problemas en torno a adeudos o a las desatenciones en la logística para transportarse a otra ciudad con el fin de disputar un partido.
El primer caso que muestra los problemas en el desarrollo igualitario del fútbol mexicano se suscitó a raíz de la polémica por falta de pagos en el Club Veracruz. Si bien la atención de los medios se ha centrado en las protestas de los jugadores, también se han hecho públicas las carencias que padece el equipo femenil.
Durante una conferencia después del polémico partido contra Tigres, el capitán del conjunto, Carlos Salcido, dio a conocer la situación por la que actualmente pasan las mujeres: “La categoría femenil tiene un salario parejo de 3.700 pesos mensuales, y también cuenta con un adeudo de dos meses o dos meses y medio sin dejar de lado que las condiciones en que se encuentran son indignantes”.
Salcido también señaló que, además del retraso en sus pagos, las futbolistas no tienen la atención médica necesaria o un nutriólogo y tampoco “tienen condiciones para guardar su privacidad y, en ocasiones, no cuentan con agua para bañarse o hidratarse, por lo que esos gastos tienen que correr por su cuenta", explicó.
Magaly Cortés, jugadora de las Tiburonas, aceptó la situación después de su partido correspondiente a la jornada 15: “Hay adeudos, pero al menos con nuestro equipo es de un mes”, mencionó durante un encuentro con medios.
Cabe recordar que al inicio de ese partido, las futbolistas de Veracruz no jugaron durante un minuto. La prensa deportiva señaló que había sido parte de la protesta que vive el club, sin embargo, Cortés explicó que esta acción había sido como “un grito de auxilio para que nos apoyen más a la Liga femenil en general”.
“Desde un inicio que estipularon un sueldo, todo el mundo se quejó, porque al principio era de 2.800 pesos. Entonces nos preguntábamos cómo nos vamos a mantener, muchas compañeras tienen niños y no es suficiente. Pero no es un tema de ahorita, sino desde que inicio la liga. Nos apoyan nuestros familiares, amigos o incluso promotores y es por donde nosotras estamos buscando y por eso estamos gritando auxilio”, dijo la deportista.
El otro caso implicó a las Centellas del Necaxa. Unas horas antes de su partido contra el América, el periódico El Universal reportó que con el fin de ahorrarse el costo de los boletos de avión, la directiva del equipo decidió enviarlas por autobús en un viaje cuya duración aproximada es de ocho horas.
El problema se acrecentó por dos motivos. Uno de ellos fueron los bloqueos en la autopista Querétaro-México, por los cual se ponían en riesgo la llegada del equipo al estadio. La segunda razón fue que las jugadoras, informó el mismo diario, debieron asumir el costo de sus desayunos, algo que le corresponde a la institución.
Ante esto, Santiago San Román, director deportivo del Club Necaxa, emitió un mensaje en su cuenta de Twitter donde se disculpaba por la situación, además de aclarar que se tomarían las medidas para mejorar las condiciones para las futbolistas, no obstante, varios usuarios criticaron la publicación por hacerla después de que se denunciara el hecho.
En el panorama internacional destaca la situación de la liga femenil española. En ese país, las futbolistas convocaron a una huelga debido a la desigualdad en sus contratos: “Somos futbolistas al 100%, a todas horas. Hay líneas rojas como la parcialidad. Y no es sólo dinero, vamos mucho más allá en cuanto a derechos”, declaró Ainhoa Tirapu, portera del Athletic de Bilbao.
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