Una correcta regulación del uso medicinal del cannabis en México ayudará a romper estigmas dentro de la comunidad médica, aunque también genera incertidumbre ante la posible avalancha de inversión extranjera en el sector para acaparar mercado.
“Es un paso importante porque abrirá la puerta a informar, a visibilizar los beneficios y a romper con el miedo de los especialistas a prescribir estos productos”, señaló el doctor Fernando Márquez, médico cirujano.
A mediados de 2017, el Legislativo mexicano aprobó el uso medicinal y científico de la marihuana.
No obstante, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) no ha llevado a cabo desde entonces una regulación que facilite la comercialización e importación de productos derivados de la planta.
El especialista dijo que el retraso en la regulación del uso de la planta se ha debido en parte a la desinformación y miedo en los profesionales de salud, debido a que quienes se han aventurado al análisis y prescripción del cannabis son estigmatizados por la comunidad médica.
Márquez forma parte de Cannapeutas de México, una asociación que agrupa a médicos que investigan los beneficios de la cannabis en la salud y son de los contados especialistas que recetan medicamentos con cannabinoides.
Explicó que, para comprar el medicamento, se tiene que seguir un procedimiento ante la Cofepris porque la mayoría de medicamentos nos se pueden encontrar en farmacias.
A menudo, las compras se tienen que hacer a través de asociaciones o fundaciones para conseguirlo.
A finales del año pasado, la Cofepris publicó los lineamientos en materia de control sanitario de la cannabis y sus derivados, para la liberación de productos con concentraciones de 1 % o menores del tetrahidrocannabinol THC (compuesto del cannabis con efectos psicoactivos).
A través de estas reglas se autorizaba la comercialización, exportación y comercialización de algunos productos.
Debido a ello, se otorgaron casi 60 licencias para 14 empresas, en las cuales se podrían importar desde materias primas aisladas, tanto del psicoactivo como del no psicoactivo: suplementos alimenticios, textiles y la semilla como alimento.
Sin embargo, al realizarse el cambio de gobierno, los lineamientos se revocaron parcialmente.
Paralelamente, en el Legislativo se discute la legalización de la cannabis para fines médicos, científicos, lúdicos, recreativos e industriales, mediante varias iniciativas presentadas por diferentes diputados y senadores.
José Lugardo Espejel, director general de la clínica Sativa Care la primera clínica de cannabis medicinal en la Ciudad de México, que importa sus productos de Estados Unidos, aseguró que en México ha faltado voluntad política para legalizar esta industria.
“La cannabis sigue siendo algo que se esconde, no se presenta como se hace con la industria del tabaco y el alcohol. Incluso cuando esta industria sí tiene beneficios para la salud”, manifestó.
El empresario señaló que la industria en México ya está lista para pedir licencias en cuanto se legalice el uso de la cannabis.
La inversión extranjera
Sin embargo, dijo, existe todavía incertidumbre debido a que ya se sabe de empresas extranjeras que tienen intenciones de acaparar el mercado mexicano.
“El dictamen actual (de unas de las propuestas en el Legislativo) dice que 80 % del negocio tiene que ser nacional y 20 % extranjero, pero sabemos que sigue existiendo corrupción en el país y en eso hay que prestar atención”, señaló.
Aseveró que la ventaja es que en México ya existen muchos especialistas e investigadores, que han logrado tener un amplio conocimiento de la planta. “Y eso es muy valioso”, aseveró.
Al respecto, Lorena Beltrán, presidenta de la Asociación Mexicana de la Industria Regenerativa de la Cannabis, destacó que México debe aprovechar sus condiciones geográficas y climáticas para sacar provecho de la producción de cannabis.
“Tenemos el mejor clima, el mejor ecosistema. Podemos producir tres o cuatro cultivos al año, y eso ningún otro país lo puede hacer, tenemos que aprovechar no solo eso, sino todas las bondades de la planta que son un universo que aún no terminamos de descubrir”.
Finalmente, el doctor Fernando Márquez aseguró que una de las claves para terminar con el estigma de la cannabis es dar visibilidad a los pacientes.
“No apreciamos sus historias. Debemos presentar los casos de pacientes que han mejorado y los doctores deben perder el miedo a decir que trabajar con cannabis”, dijo.
Señaló que, hasta ahora, se ha comprobado que la planta sirve en el tratamiento de muchas enfermedades, entre ellas el párkinson, alzhéimer, epilepsia, cáncer y diabetes.
Con información de EFE