Autos quemados y gente desolada que deambula por las calles sin creer lo que sucedió un día anterior, así luce Culiacán, la capital de Sinaloa 24 horas después de vivir una jornada violenta en la que durante horas estuvo secuestrada por el cártel de Sinaloa.
El jueves, en la ciudad se registraron bloqueos y tiroteos que se prolongaron durante varias horas, luego que fuerzas del Estado retuvieron a Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera y una de las piezas importantes de la organización criminal.
Junto con sus hermanos Iván Archivaldo y Jesús Alfredo, asumió una parte del mando del cártel, la otra está en manos de Ismael “El Mayo” Zambada.
Las imágenes enviadas a Infobae México muestran un tramo del Puente de Juárez que atraviesa el río Tamazula y conduce a Ciudad Universitaria, uno de los sitios en los que se reportó ayer la presencia de grupos de sicarios disparando. También es la vía que conecta con otros lugares importantes como el Jardín Botánico y la colonia Lomas del Sol.
Este es uno de los cinco puentes que conectan el centro y sur de Sinaloa con la parte norte, donde se ubica el fraccionamiento “Tres Ríos”, donde fue ubicado Ovidio Guzmán. El cuartel militar de la zona está ubicado en el sur de la ciudad por lo que los el bloqueo de los puentes era estratégico para la organización criminal.
En el video, tomado desde un auto, se observa unidades en fila quemadas y unas pocas personas incrédulas que observan la macabra escena, otros más recogen del suelo algunos objetos.
El enfrentamiento inicial – y del cual derivarían más tarde bloqueos, quema de autos, balaceras y fuga de reos – comenzó a las 15:30 horas, según el secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo.
En ese momento “una patrulla integrada por 30 elementos de la Guardia Nacional y SEDENA se encontraba realizando un patrullaje de rutina en el fraccionamiento ‘Tres Ríos’ de la ciudad de Culiacán, Sinaloa, cuando fueron agredidos desde una vivienda”.
Los militares repelieron la agresión y tomaron control de la vivienda en la que había cuatro personas, entre ellas Ovidio Guzmán López.
Esto generó que más grupos de hombres armados rodearan la casa, superando en número a los militares.
Al mismo tiempo iniciaron bloqueos y balaceras en diversos puntos del municipio “generando una situación de pánico”, relató Durazo.
Esa acción precipitada dejó como saldo, un total de 8 fallecidos. La muerte de un civil, un elemento de la Guardia Nacional, un interno de Aguaruto y 5 agresores.
Así como 7 militares heridos, 19 bloqueos en diversas vialidades, 14 agresiones directas contra miembros del Ejército y Guardia Nacional, así como 8 vehículos militares con impactos de bala.
Al preguntar al Gabinete de Seguridad si ellos reconocen haber liberado a Ovidio Guzmán, destacaron que personal que participó en el operativo, al verse rodeados por una fuerza mayor, que según versiones eran al menos 200 pistoleros y el despliegue contra la población civil, se ordenó abandonar el inmueble. “Nunca estuvo detenido”, afirmaron.
Asimismo, aseguraron que en el operativo participaron al menos entre 30 y 35 elementos del Ejército y Guardia Nacional.
“Tomaron decisiones que yo avalo, que yo respaldo, porque se tornó muy difícil la situación y estaban en riesgo muchos ciudadanos, muchas personas, muchos seres humanos y se decidió proteger la vida de las personas y yo estuve de acuerdo con eso, porque no se trata de masacres. No puede valer más la captura de un delincuente que la vida de las personas", dijo este viernes el presidente de México Andrés Manuel López Obrador ante la resolución del Gabinete de Seguridad, de dejar en libertad al Chapito tras las balaceras que desataron en la ciudad grupos de sicarios.
En medio de la confusión, hubo una fuga de 55 reos del penal de Aguaruto, dentro de Culiacán, informó el secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Cristóbal Castañeda.
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