Durante los primeros meses de este 2019, los estudiantes mexicanos de secundaria se han convertido en los segundos jóvenes que más consumen anfetaminas en todo el mundo; solamente detrás de Estados Unidos.
Por lo menos 2,7% de los alumnos de este nivel escolar recurren a la droga sintética. En el país del norte de América, el porcentaje es de 8,1%, mientras que en Canadá, que se encuentra en tercer lugar mundial, la proporción es de 1,8%, según la consultora GLAC.
Los daños de la adicción a las anfetaminas son psicológicos y físicos. Podría causar depresión, crisis de ansiedad, fatiga, irritabilidad e insomnio, entre otros. También ocasiona cambios en el cerebro, desnutrición y complicaciones motrices. En altas dosis produciría problemas cardíacos y hasta la muerte, según la Comisión Nacional Contra las Adicciones en México.
Según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), los trastornos relacionados con el consumo de este tipo de drogas es la segunda causa de muerte relacionada con el uso de drogas en general. En primer lugar se encuentras los opoides. “Entre las anfetaminas, la metanfetamina es la que plantea la mayor amenaza para la salud en el mundo”, enuncia el Informe Mundial Sobre las Drogas del 2017.
A pesar de que es una droga ilegal por ocasionar daños a la salud, su consumo en todo el país ha aumentado de manera exponencial en los últimos 18 años. Del 2000 al 2018 el uso de las anfetaminas incrementó 775%.
En el primer año del conteo, los centros especializados en el consumo de drogas en el país atendieron a 1,2 personas adictas por cada 100 mil habitantes. Diez años más tarde, el índice descendió a 0,7 adictos. Sin embargo, el año pasado la tasa tuvo un repunto que fue en ascenso desde el 2010, con 10,5 adictos atendidos.
La entidad que más consumió la droga durante 2018 fue el Estado de México. La tasa fue de 76,2 por cada 100 mil habitantes. En segundo lugar se posicionó Sinaloa con 40,2 y en tercero Quintana Roo 33,2, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Por el contrario, los territorios que menos usaron el estupefaciente fueron Oaxaca con una proporción de 0,4, Nayarit con 1 persona por cada 100 mil habitantes y Tabasco con 1,3.
La Ciudad de México fue la novena del país en consumo de anfetaminas, y la primera en ingesta de bebidas alcohólicas. Su consumo también incrementó desde el año 2000. En ese entonces los centros especializados atendieron a una tasa de 7,6, mientras que en 2018 llegó a 21,9.
A nivel mundial, en el 2016 el país se posicionó en el puesto 15 del ranking de la UNODC ya que ese año la tasa era de 0,2% de consumo, mientras que en países como Estados Unidos era de 2,9%.
Sin embargo, el aumento del uso de las anfetaminas en México podría modificar su lugar en la lista, aunque la organización no ha emitido una nueva. En 2015 se incautaron 52 toneladas de anfetaminas en México, 864 de cocaína y 132 de metanfetaminas.
Mientras que en el mundo, 128 países declararon que de 2010 a 2015 incautaron esta droga. En este periodo el número de embargos se duplicó. Antes su tráfico se limitaba a zonas como Cercano Oriente, Oriente Medio y Europa occidental y central. Pero desde hace cuatro años, el mercado se ha expandido a Centroamérica y Asia Sudoccidental.
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